Our Story

La subasta. Capítulo 13.

–Gracias –se sonrojó y entonces entró la Nana con mi gato en brazos a la cocina.

–Lauren, ¿Qué haces sin estar arreglada? –me regañaba al mismo tiempo que me tomaba del brazo para sacarme de ahí.

La Nana, como todos le llamaban era la mejor amiga de mi abuela. Marie como en realidad se llamaba era la mujer que me había educado y que había educado a casi todos los jóvenes ricos que conocía, ella enseñaba a las mujeres a ser todas unas damas y a los hombres a ser todos unos caballeros. Ella nos había enseñado que tenedor usar para cada comida, como saludar, cuando decir gracias y de nada. Su único hijo se alejó de ella y en su tristeza mi abuela la invitó a vivir con nosotros, pocos años después de eso Marie se había convertido en parte de la familia y mi abuela había muerto. La Nana creyó que la correríamos de la casa una vez que su mejor amiga se había ido pero claramente no fue así.

Marie es una mujer de mirada seria y carácter duro por fuera pero por dentro era la persona más amable y cariñosa. Su cabello blanco siempre lo llevaba en perfectos y hermosos peinados y sus atuendos siempre impecables.

De hecho la Nana siempre que llegaba de casa de los Cabello se quejaba de lo difícil que era educar a las chicas pero que eran bastante simpáticas. Chris y yo siempre fuimos su más grande dolor de cabeza pero sabíamos que también nos quería mucho como nosotros a ella.

–Anda querida que ya no tardan en llegar los invitados –escuché una voz detrás de la puerta de mi dormitorio y antes de abrir me miré una vez más en el espejo –Gracias a Dios, pensé que te pondrías un traje o algo parecido –dijo mi mamá acercándose a las escaleras cuando vi que Camila acababa de subir.

Me sonrojé al ser observada por la morena y bajé la mirada.

–Estás hermosa –tomo mis manos y seguía observándome.

– ¿No es mucho? –pregunté un tanto avergonzada.

–Para nada –me beso en la mejilla como lo había hecho yo antes con ella.

Opté por vestido negro que cubría mi pecho y mi cuello con unos detalles negros sobre una tela ligeramente transparente, era largo y cubría mis zapatillas negras con un diseño casi igual al de arriba, la prenda se ajustaba perfectamente a mi cuerpo. Mi cabello estaba ondulado, mis labios eran rojos, mis ojos estaban delineados y acompañados de una sombra negra, mis mejillas levemente chapeadas.

–Pero te falta algo –Camila entró a mi habitación y rápido salió con unos cuantos anillos –Tus manos –las estiré frente a ella y puso unos cuantos –Ahora sí, perfecta –beso fugazmente mis labios y tomando mi mano me dirigió a las escaleras.

–Se ven divinas –alagó mi padre mientras mamá le corregía el nudo del corbatín.

–Gracias –respondimos al mismo tiempo.

POV Camila

A las 9 en punto los invitados comenzaron a llegar, todos estaban muy elegantes, los meseros comenzaban a ofrecer aperitivos y copas con champagne, miraban los autos con alevosía y observaban curiosos el lugar.

–Bienvenidos –saludé con una sonrisa a unas cuantas personas. A mi lado estaba el guardia que siempre saludaba y que nunca sonreía.

–Hermosa –dijeron Dinah, Normani y Ally entrando.

–Esto quedo increíble –comentó Mani viendo el lugar.

–Lauren  y tú sí que hacen un gran equipo –me guiño un ojo Dinah.

Estaba segura de que me había sonrojado.

El lugar estaba lleno, todo parecía ir perfectamente.

De pronto los chicos de 2Cellos habían empezado a tocar welcome to the jungle.

Apareció Lauren frente al micrófono que se encontraba sobre un pequeño escenario.

–Sí me disculpan –me alejé de las personas con las que hablaba para acercarme más.

–Buenas noches –comenzó Lauren con una sonrisa.

Se veía hermosa, perfecta.

–Esta noche estamos conviviendo para hacer posible el sueño de muchas personas. Hablo de niños con difíciles enfermedades, de poblaciones en hambruna, jóvenes sin un techo, animales en peligro de extinción. Incluso todo este evento puede parecer pretencioso y lleno de gente prepotente pero de verdad espero equivocarme y que estemos aquí para ayudar de corazón –me miró unos segundos con su más hermosa sonrisa –Además quiero agradecer a alguien que me ayudó mucho estos días evitando que me volviera loca –soltó una leve risa y todos la acompañamos –Camila Cabello –me señaló y escuché los aplausos de las personas alrededor –Bien, es hora de que la subasta comience –el volumen de los aplausos se elevó y Lauren bajó caminando hasta donde yo estaba.

–Estoy orgullosa de ustedes –los padres de Camila y los míos se acercaron.

–Gracias –Lauren sonrió por las dos.

–Creo que pujaré por el Chevy Bel Air –comentó Michael señalando con su copa medio llena de champagne.

–Suerte papá, parece ser uno de los favoritos, incluso yo pujaría por el –miré a Lauren con detenimiento –Aunque el Chervolet Impala es mi favorito –mi papá asintió dándole la razón.

–Creo que deberían ir con sus amigas –mi papá comentó y nosotras asentimos.

–Las chicas pueden esperar –Lauren susurró en mi odio y salimos del lugar hacia el jardín.

La luz de la luna era suficiente para que pudiera ver con claridad los ojos verdes de Lauren.

–Gracias –me abrazó por la cintura acercándonos más.

–No he hecho nada como para que me agradezcas –ella negó con la cabeza.

–Apareciste cuando el balón golpeó tu cabeza –sonreímos ante eso mientras ella acariciaba el lugar donde había sido golpeada semanas atrás –No puedo decir que te amo, pero sé que te puedo decir que eres una persona muy importante para mí y que te quiero, de verdad lo hago –acarició mi mejilla con ternura.

–Lauren… –fui interrumpida por un shh de su parte.

–No necesito que me digas algo, lo sé –escuchábamos el sonido del chelo convirtiendo el momento en uno perfecto.

Cerré los ojos y sentí los labios de la ojiverde sobre los míos de una manera tan dulce. Sus manos seguían en mi cintura y mis manos las puse en sus hombros.

Todo parecía suceder lentamente, la nieve estaba cayendo y sabía que era el mejor momento de mi vida.

– Lauren –escuchamos descubriendo que teníamos compañía.