Todo comenzó un día de poco sol, pero con un paisaje radiante, Alice una chica de cabellos peliazul se encontraba sentada en una banca de su universidad tomando un par de fotografías para su curso en el cual tendría muy pronto una presentación que debía entregar, al poco tiempo su mejor amiga Ana se le acerca sentandose junta a ella.
—Te estaba buscando, pensé que ya te habías ido— Preguntó Ana, sacando una botella de agua para beberla.
Alice levanta la mirada de su cámara y la observa negando con la cabeza—Mmm no, si ya lo notas estoy aquí tomando un par de fotografías Ana, ¿Necesitas algo?
—Eres una rosa intensa, pero con más espinas de lo inusual — Comenta Ana y en ese momento ella comienza a reír haciendo que Alice la miré sin entender.
—¿Por qué lo dices?—Prengunta Alice un poco intrigada.
—Palabras secas, cortantes y frías, aunque ya eso es normal en ti— Respondé su amiga con cierto tono burlesco.
Alice se encoger de hombros.
—Ah ¿lo siento? No fue mi intención.
—No te preocupes Alice, sé que has estado estresada últimamente, ¿Qué tal si vamos al cine? Así despejas un poco tu mente.
—No puedo, debo estudiar, además de editar estas fotos que he tomado –Menea su cámara con una pequeña sonrisa— Tengo mucho que hacer.
— Vale, vale entonces vámonos ya a nuestras casas, se está haciendo muy tarde.
— Si.
Alice y Ana se levantaron para tomar sus morrales y dirigirse a sus casas, al llegar a casa de la primera está invita a pasar a Ana, la cual se sienta en el sillón suspirando y dice:
—¡Te dije que tomáramos un taxi si íbamos a venir para tu casa! —Grita con frustración.
—Deja de exagerar Ana, no estaba tan lejos— Alice suspiró, su amiga queriendo replicar no lo logra porque de repente un grito de alguien conocido la hizo sobresaltar haciendo que ambas mirarán hacia la puerta de la entrada donde los hermanos mayores de Alice, Daniel y Mateo se acercaba a ellas.
—¡¿Dijiste Ana?!—Daniel comenzó mirando a la mencionada con emoción.
Alice a punto de reirse por la actitud de su hermano, le señala donde estaba Ana y este casi de inmediato la abraza diciendo:
—¡Te extrañe mucho Anita!
Ana lo trata de empujar pero es inútil, Daniel es muy fuerte.
Así que cerrando los ojos Ana comienza a gritarle —¡Pero yo no! ¡Suéltame Daniel!
—No seas así de mala conmigo, yo no te he hecho nada Anita.
—No me has hecho nada, pero ya estoy aburrida de que cada vez que vengo aquí me trates como un bebé, y ni siquiera a tu hermana la tratas de tal manera— Hizo un puchero.
—Mi hermana es mi hermana y tú eres tú— Dijo Daniel con una sonrisa, apreciando las expresiones de la chica.
—Yo solo soy tú amiga, no te hagas falsas ilusiones, porque ni alas te he dado para ello— Grita de nuevo para esta vez sí poder separarse, cruzando sus brazos.
—Eres más fría que mi hermana…— Daniel hace una mueca fingida pero aún así sonríe al ver como Ana se sonroja un poco.
En ese momento Mateo que se había mantenido al margen en todo momento con un libro en manos mira la situación y se va a su recamara sin decir nada. Alice se da cuenta y se acerca a su hermano.
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ALZA EL VUELO
Non-FictionTodos tenemos miedo de algo, levantarse no es suficiente porque tendríamos la posiblidad de volver a caer y fracasar... Espero que disfruten de esta nueva historia 😊♥