Prólogo

5.2K 787 691
                                    

Advertencia: ¡No se asusten por el torrente de información! Prometemos no tomarles un examen

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Advertencia: ¡No se asusten por el torrente de información! Prometemos no tomarles un examen. Todo lo que van a ver y leer a continuación es para adentrarlos en el mundo de Howard y Azariah. Irán aprendiendo los detalles junto a los personajes. ¡La práctica hace al maestro!

Advertencia 2: ¿Sabías que esta novela tiene una playlist oficial? Puedes encontrarla en el link de nuestro perfil de Instagram (Ssperanza1 y CreativeToTheCore) Si no la encuentras, ¡avísanos y te la pasamos con gusto!

Advertencia 2: ¿Sabías que esta novela tiene una playlist oficial? Puedes encontrarla en el link de nuestro perfil de Instagram (Ssperanza1 y CreativeToTheCore) Si no la encuentras, ¡avísanos y te la pasamos con gusto!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Según el Edén, los bebés son una bendición. El Averno pone en duda esa afirmación. Los entes de Lucifer creen que las pequeñas criaturitas llegan ansiosas por cometer su primer acto maligno tan pronto tienen posibilidad, rompiendo los tímpanos de todo aquel a su alrededor con ese llanto insufrible que tanto los caracteriza.

Las malas lenguas de este omnipresente sistema divino e infernal sostienen que, si bien ningún humano puede comenzar a sumar experiencia y Escalones en sus respectivas tablas hasta que alcancen la edad de cinco años, esos primeros lloriqueos insistentes luego son recompensados con puntos en el Averno de forma aleatoria y distribuida.

Cuando las agujas marcaron las 03:00 de la mañana el 6 de noviembre de 2003, el llanto de la bebé Azariah fue fiel a su estilo, casi inexistente. Es más, el personal médico creyó que había nacido muerta. Pero el llanto de Howard el 17 de julio de 2004 anunció un trágico desenlace al nacimiento. Oh, Lucifer estaba anhelando castigarlo por ello. El malcriado niño de mamá lloró hasta el cansancio, arruinando el buen humor de todos en la sala. Su hermana mayor quiso que lo metieran por donde lo habían sacado de tanto gritar y patalear.

Sin embargo, en contra de todo pronóstico, eso fue lo único que el hijo del medio de la familia Saint tuvo para darnos en su tabla del Averno. Cuando cumplió sus cinco años y el sistema le descargó el torrente de información cognitiva que debía procesar, se convirtió en lo que sus padres querían que fuera, aquel niño perfecto.

Y, a fin de cuentas, ¿quién soy yo, un moderador de los puntajes de las acciones de los humanos, para criticar las elecciones personales de cada uno? Las tablas están hechas para que cada quien elija su camino a gusto.

Éticamente hablando, te quiero [EN LIBRERÍAS]Where stories live. Discover now