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Off estaba sentado con el menor en sus piernas, veía a varios Alfas mirando a su omega y sentía ganas de ir hacia ellos y romperles el cara, no le gustaba como miraban al pequeño, la madre del mayor quien estaba sentada frente a ellos comiendo tranquilamente a pesar de que trataba de no reírse por la actitud del su hijo, el menor estaba muy centrado en su comida, tenía hambre y el Alfa no lo dejaba comer en su silla, se sentía bien pero le molestaba las miradas de los Alfas que estaban en él, era sofocante el olor de todos los Alfas, muy fuerte y desagradable, al terminar su comida escondió la cara en el cuello del mayor aspirando el rico olor del Alfa, el mayor lo apego más abrazándolo de la cintura, no pensaba comer en ese restaurante quería salirse y llevarse al menor con él.

Al terminar la madre indico a su hijo que ya se fueran, había sacado a su hijo del trabajo para que disfrutara tiempo con su omega, quería ver más relación entre los dos, pero nada, no había visto un beso, una caricia más allá que de cariño, todo estaba raro y ella llegaría a la razón.

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Tay seguía en su forma de lobo para poder dormir más rápidamente y abrigado, estaba fuera, solo no había querido entrar a la casa, se sentía extraño y había visto que el hijo de la beta no lo quería ahí, sonrió con nostalgia recordando los ojos del Alfa que había dejado atrás, lo añoraba, pero esto era por su bien.

Acababa de despertarse y sintió la presencia de alguien a su costado, era un chico de ojos café, muy lindos pero eso solo le hicieron recordar los mieles que tanto le gustaban cuando estaban puestos en él, el chico sonrió y suspiro posteriormente.

—Lo siento —dijo, sintió el olor y supo que era el Alfa que lo había arribado, como seña de aceptación inclino su cabeza.

—¿Piensas convertirte en humano? —cuestiono el Alfa, el omega solo negó con la cabeza, no tenía ropa para cambiarse y se sentía más seguro en su forma lobuna que como humano, el chico le tendió unas prendas— Ten, transfórmate y cámbiate, te enseñare el lugar.

El menor tomo la ropa con el hocico y se escondió detrás de unos de los árboles, se transformó y se cambió rápidamente, hacía frío, suspiro y camino hasta donde el Alfa.

—Te queda grande —dijo el mayor con una mueca de costado.

Tay se vio y sí las prendas le quedaban grandes, pero era mejor eso que estar sin nada, sonrió y se acercó.

—Gracias —dijo.

—No agradezcas, me llamo Luke.

—Tay —contestó.

—Bueno vamos —dijo y los dos salieron de los alrededores de la cabaña en donde se quedaban los demás, caminaron juntos perdiéndose entre los árboles.

Joss llego a la casa de su omega, no sintió su olor, se alarmo y toco, no salía sintió una opresión y molestia, toco más fuerte, nada, hasta que una mujer de la casa vecina salió.

—Tay no está, él se fue —dijo la mujer viendo al Alfa.

Sin poder creerle eso salió corriendo hacia el único que podría saber si era cierto sería Gun, el omega de Off, necesitaba saber de su omega, sintió un tirón en su interior haciéndolo aullar.

Al llegar a la casa de su amigo toco y al instante su amigo abrió.

—Tay —logro decir, estaba cansado había sido una corrida larga y rápida.

—Ya sabes que se fue, supongo que tendré que dejar que hables con Gun —dijo y el de ojos miel lo miro agradecido.

Gun estaba frente a Joss

—Él se fue, me dijo que tu sabías —dijo un tanto nostálgico, estaba sobre las piernas del Alfa ya que el Off tenía algo con no dejarlo sentarse en otro lugar.

—Él dijo que ya estaba cansado, que quería ser feliz, que regresaría —dijo, el menor suspiro con nostalgia y los brazos de su alfa le dieron el consuelo que necesitaba.

—Fui un idiota —dijo Joss y salió de la casa sin escuchar más, todo le llevaba al recuerdo del día en que termino todo con su omega.

Marqué ||OffGun|| OmegaverseWhere stories live. Discover now