PEBLO II UNA HISTORIA EN CUARENTENA LA VENGANZA

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Se dio la vuelta, cerrando la puerta con cuidado para que nadie la viera, y salió corriendo. Iría a casa de la OTRA persona que seguro que estaba sola. Le mandó un mensaje a Pablo para pedirle la dirección, pero no le contestó. Estaría ocupado......

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El eco de los jadeos de Pablo se oía por toda la habitación, había sido de las veces más intensas, pero ahora, apoyado en el desnudo y fornido pecho de Pedro, lo único que sentía era calma. Desde que empezó con la política estos habían sido sus únicos momentos de calma, nadie le hacía sentir como Pedro. Aún así algo le preocupaba, una última cosa que le perseguía todas las noches.

Con un hilo de voz, consiguió decir mientras su amante le acariciaba la melena: - Pedro.. me gustaría ser más como tú

El Presidente se quedó pensativo un momento, su mano fornida apoyada sobre la cabeza del segundo.

- Pero Pablo, nunca vas a poder ser Presidente...

Pablo se incorporó y se giró, mirando a Pedro a los ojos mientras se derretía por dentro al contemplar esos orbes color chocolate

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Cuando habían pasado lo que parecían horas, Begoña oyó el timbre de su casa. No quería levantarse, pero no era propio de una dama hacer esperar a sus invitados. Esperaba que no fueran periodistas, estaba bastante borracha, las pipsas cojonudas no eran lo mismo sin Pedro.

- Anda, dejame pasar, que estos nos volvieron a dejar tiradas

La primera dama no entendía nada ¿Qué hacía esa ahí? No quería tener cerca a nadie que le recordara a la política, menos a la actual ministra de Igualdad, el cargo que antes ostentaba la tremenda pesadilla, el gotelé hecho persona, las crocs en forma humana que era Carmen Calvo, la infame que le había robado a su marido.

Pero pensaba que estaba feo pedirle a Irene que se fuera, teniendo en cuenta que sabía de los rumores que hablaban de que Pablo le estaba engañando con alguien no muy lejano a su entorno... ojalá saber quién era... Pero lo primero que quería saber era:

- Irene, y por qué tú sí que puedes saltarte el Estado de Alarma?

- Ah, no lo sabías we? Porque tengo el carnet de cajera Eso tenía sentido.

- Pasa, pasa, cómo estás?

- Pues parece que mejor que vos, estuviste llorando? Animáte mujer, no es como si no lo supiéramos ya

- Saber.... saber qué?

- Pues que estos dos llevan dos años pegándosela a nuestras espaldas, Begoña, qué va a ser, pero cuánto vino llevás encima?

- CÓMO!! - no se lo podía creer- acaso estás insinuando que mi marido es un homosexual de esos?

- Eso ya no lo sé, solo sé que después de la primera vez que les pillé decidí que no era de mi incumbencia, pensé que vos lo sabías

No, me refiero a ser como tú
No entiendo, quieres ser el hombre más guapo del mundo? Eso es imposible, ya lo

No Pedro, quiero ser un vampiro............ ------------------------------------------------------------------------------------------------

soy yo. -

Begoña Sánchez no podía dejar de llorar. Se sentó en el sofá y se sirvió otra copa de vino. Pero entonces se le ocurrió una forma de distraerse y vengarse....

Peblo: una historia en la universidadOù les histoires vivent. Découvrez maintenant