La revenganza

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Pdr sanchez se levantó una triste mañana de un triste y lluvioso día de abril y miró melancólicamente por la ventana del demasiado grande y vacío Palacio de la Moncloa. El vacío le llenaba el fornidísimo y fornidérrimo pecho. Ni siquiera mirar a Carmen Calvo con asco le alegraba, ya no sabía qué hacer.

El simple recuerdo de agarrarle seductoramente del moño hacia que sus ojos de presidente se inundaran de lágrimas. Ya ni siquiera le apetecía chupar la sangre de algún pobre becario que pasara por allí. Pablo no solo le habia dejado, sino que había dejado el GOBIERNO, y por eso su vida estaba completamente desgobernada.

Después de mirar un rato por la ventana, bajó a ver qué le contaban los ministros. Había intentado hacer todo lo que se le ocurría para distraerse. incluso grabar un podcast sobre la Fórmula 1 para el concurso de Podcast de la Delegación de Humanidades de la UC3M, pero solo recordaba ese tweet tan horny sobre LeClerc, y estar horny le recordaba a Pablo. Y la UC3M le recordaba a Pablo. Y el Delegado de Humanidades de la UC3M no le recordaba a Pablo, pero no le caía bien.

Mientras hablaba con Yolanda Díaz sobre cómo iban a discernir su lucha sobre quien era el Largo Caballero español, apareció Carmen Calvo, esa vieja bruja, tenía que librarse de ella de alguna manera pero era demasiado poderosa, además conocía todos sus secretos. Se le acercó (demasiado, para su gusto) y le susurró con esa voz de pérfida malvada:

-Rafa Nadal se ha convertido en un problema para ESPAÑA, es un enemigo de la Nación, no es lo suficientemente socialista

-Tenemos que hacer algo para que se convierta al socialismo bolivariano, pásame el teléfono

-Cógelo tú que serás el presidente pero tienes piernas

Entonces Pdr se dio cuenta de que no tenía que levantarse porque tenía un teléfono móvil. A veces se le olvidaban algunos inventos de la tecnología moderna. Echaba de menos la época en la que la gente se mandaba cartas y no llegaban a contestarse porque el otro se había muerto de un catarro. Cogió el móvil, buscó en su agenda de contactos y marcó AARAFANADAL

-Hola soy Pdr Sanchez, conviértete al socialismo bolivariano

-*sonidos de gruñir de tenis*- que Pdr pudo entender perfectamente gracias a su conocimiento impecable de los idiomas del mundo

-Esto solo puede solucionarse de una manera-dijo pdr desafiante, un poco de sudor empezando a formarse entre sus perfectas cejas

-¿Qué piensas hacer Pdr Snchz?- le preguntó Iván Redondo, que causalmente también pasaba por allí

-Voy a retarle a un duelo deportivo, necesito volver a sentir... algo

-Pero no puedes hacer eso!!! Incluso si pudieras ganarle al tenis vas a desprestigiarle y hacer que pierda su fama, y entonces perderá su poder sobre los fachas (y los catalanes (también fachas))

Pdr caviló unos segundos, pensativo. No podía revelar su secreto de que era un vampiro ciborg, así que no podía decir que estaba seguro de poder ganarle al tenis a RAFANADAL, y su asesor tenía razón, no podían arriesgarse a desprestigiarlo. Sólo había un deporte en el que podía destruirlo sin levantar sospechas...


No gracias me pagan mucho por anunciar al banco santander 

Peblo: una historia en la universidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora