Enero 2016

345 12 10
                                    


Diciembre pasó y se fue, coincidimos en actos y eventos, pero no volvimos a estar a solas. De vez en cuando mis dedos rozaban su nombre en la agenda del teléfono, pero no me atrevía a llamarle. El día después de las elecciones, recibí una llamada. Era el

-Hola Pablo, quiero... deberíamos reunirnos para hablar de los acuerdos de investidura.Podemos... bueno, Ven a esta dirección

Estaba emocionado, por fin iba a verle, aunque sabía que el solo me veia como camarada no podía perder la oportunidad de pasar tiempo con el. Rápidamente busqué en el google maps de mi celular y me di cuenta de que me había citado en un hotel. Me puse muy nervioso, pero fui para allá de inmediato.

Cuando llegué, el estaba en la puerta esperandome, precedido por su maravillosa sonrisa.

-Hey- me sonrió - antes de que subas, tengo que avisarte de que tengo gustos particulares... no te asustes

Me temblaron las piernas.

Subimos por el asensor, una musiquita aguda repicando mis oidos, mis manos sudando. Abrió la puerta y mis ojos se quedaron asombrados al ver que tenia un poster de Aznar en la playa en la pared. Busqué donde sentarme, pero SOLO HABÍA UNA CAMA.

-¡Pero Pedro, esto es como la gente que se reúne para follar!- bromeé

Hubo un selencio incomodo entre nosotros, seguido por un sonrisa picarona en su boca, que hasia relucir su ortodoncia perfecta. Un escalofrío recorrió mi espalda, no sabía que pensar, nunca me había sentido así antes con un chico

-Pero, pero.... - balbucié

-¿Qué pasa pablo, ahora tenés miedo?

Me encontraba completamente de piedra, igual que mi miembro, en ese momento... La mandíbula de Pdr tan robusta mantenía su sonrisa pícara.

-Se nota que sos comunista

-Ppppppppppporque dices eso pdr????-balbucíe otra ves

-Por este levantamiento...

Me recordó a las guarradas que me escribía con el camarada Maduro y me escité todavía más. El calor en mi entrepierna me impedía pensar con claridad, pero debía hacer el esfuerzo, por nuestro amor, por ESPAÑA, por la revolución...

-Pero no podemos pdr, sos socialdemócrata

-Me importa un fuch-dijo mientras le daba la vuelta a la foto de Bernstein que había sobre su mesilla de noche

-¿Qué pensará la Troika de esto?

-Para Troika el que te voy a dar por el culo

-Pdr debemos salvar españa, no es el momento para fuquiar

Mis palabras no eran convincentes, era evidente que estaba demasiado excitado. Mi respiración acelerada hacía que las palabras salieran atropelladas de mi boca. Un jadeo conjunto, leve pero perceptible envolvía la habitación. Llevaba esperando este momento desde hacía tantísimo tiempo, que cuando me agarró repentinamente de la solapa de la camisa me pilló totalmente desprevenido. Antes de que me pudiera dar cuenta de nada de lo que estaba pasando mis labios estaban a unas pocas milésimas de los suyos. Un último suspiro y pdr empujó mi pecho contra el suyo, culminando en el beso más violento y a la vez sensual que había experimentado jamás. Nuestros labios chocaron como un aluvión de amor que me llevó por delante, como la derecha quiere llevarse por delante al estado de bienestar.

Tímidamente introducí mi lengua en su boca y rocé con la puntita su dientes blancos como la nieve blanca de las montañas de Ciudad Bolívar. Se sorprendió al prinicipio y me asusté, tal vez había ido demasiado rápido, pero inmediatamente su característica sonrisa volvió a relucir y supe que lo estaba disfrutando mucho. Siguió empujandome contra su cuerpo, a medida que nuestras piernas se frotaban pude notar su erecta y caliente vergota golpeandose con la parte baja de mi vientre. Era el mejor día de mi vida. Acto seguido y antes de que puediera reaccionar me empujo a su cama.

-Esperese aquí... Tengo que ir al baño...-Me dijo. No sabía que hacer, tenía la polla más arriba que ESPAÑA-Puedes ir... Quitándote la ropa...

Me quedé suspirando mientras el se alejaba hacia el baño. Su espalda colosal era todo en lo que podía fijarme. De camino dejó caer su americana, sin duda para provocarme, no caería en sus trampas vampíricas...

La espera se hació eterna, no podía hacer otra cosa que no fuera imaginarme sexar con pdr. Esos ojos castaños penetrantes, esa espalda robusta, sus brazos fuertes que me agarraban y sacudían en sueños. No podía esperar más, el ansia sexual me consumía y estonses salió. Me había quitado toda la ropa menos el tanguita (:p), pero nada podría haberme preparado para lo que se iba a poner ante mis ojos. Pdr erguido en toda su estatura solo lucía dos prendas de ropa. Completamente desnudo menos por un tricornio de Guardia Civil en la cabeza y unos slipsss con la... la... ¡Bandera de ESPAÑA Y EL AGUILUCHO!

-Ya te dije que tenía gustos muy particulares Pablo - No podía creer lo que veían mis ojos. No terminaba de saber si me sentía traicionado, o tremendamente escitado.

-Deja que te enseñe una cosa- Me dijo pdr, pero no sabía que pensar.- No temas, ven conmigo.-

Dudé, pero le seguí, la atracción que sentía por él era demasiado grande para resistirme, casi tanto como su vergota. Me guió a una habitación y cuando abrió la puerta no podía creer lo que había ante mis ojos... La habitación estaba llena merchandising franquista: banderas de españa, bustos del Generalísimo, escudos de la legión, pósteres propagandísticos de las JONS, titulares de la Vanguardia ESPAÑOLA...

-Pdr ¿Qué ees todo esto???? ¿De dónde lo sacaste?

-Son todo regalos de Felipe Gonsález- Contestó orgulloso a la vez que se me abalanzaba encima, empujándome contra el suelo. Comenzó a besar con lujuria todo mi pecho desnudo, sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero no podía evitar disfrutarlo. Entonses giré mi cabesa en resistencia y lo ví. En medio de todos los productos fascitas y banderas aconstitucionales, un altar de Aznar.

-¿Qué ase eso aquí Pdr?- Pregunté ahora completamente estasiado

-El mejor presidente que ha tenido jamás ESPAÑA!!!- Acto seguido soltó un rugido, se lanzó contra mi entre pierna y me arrancó el tanguita con los dientes. Esa fuerza, esa potencia sexual, era algo que nunca antes había experimentado. De ese momento en adelante solo pude dejarme llevar, extasiado por su encantos de futuro presidente.

Me agarró por la cintura y me dió la vuelta bruscamente. Me quedé en 4, jadeando, ladeé la cabeza y vi como se sacaba su pollote descomunal de los slips de ESPAÑA. Pdr Snchz me jaló el pene por detrás y lo usó para empujar mi cuerpo contra su miembro. Comenzó a embestir mi trasero, pero sin metermela, había entrado en un estado completamente animal, yo de mientras no podía pensar en otra cosa que no fuera su gigantesco mástil introduciéndose en mi. Y entonces ocurrió, se agarró el falo con una mano y lo arremetió contra mi ojete. No tuvo piedad de ningún tipo, de una embestida empujó su miembro viril hasta el fondo mi culo. Era demasiado grande y todo placer que pudiera darme venía recubierto por una capa de dolor, pero yo lo hacía por él. El morbo y la excitación sexual eran demasiado fuertes, no podía resistirme. A la tercera o cuarta embestida lo comencé a disfrutar, las paredes de mi ano envolviendo bálano, la fricción, nunca había sentido tanto placer, nunca había sido tan feliz. 

Peblo: una historia en la universidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora