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Era duro saber que Nikki tenía una fuerte adición. Y más cuando un pequeño niño está a su cargo.
Amo a Sixx sin duda, junto a el podría hacer cualquier cosa posible, pero eso estaba terminando, ya que en estos últimos años su adición aumentaba día con día. Teníamos un hijo en común de nombre Frank que bien si era mi amor como el de Nikki. Todas las noches el solía llegar de los conciertos ebrio o drogado a casa, nuestro niño trataba de jugar con el pero Nikki caía rendido en el sofá.
-¿Cuándo papi va a dejar de tener los ojos rojos mami?.-La voz de mi Frank me saco del trance, yo mordí mi labio mientras cerraba los ojos; tenía suerte Nikki de no estar cerca justo el día de la fiesta de cumpleaños.-
-Mi amor, ¿Porque no vas a ver si tus amigos ocupan algo?.-Me inque frente a el, Frank hizo una media sonrisa con un suspiro acompañado, yo desórdene su cabello de forma amistosa para verlo irse corriendo a los inflables.-
Todo esto me mataba {¿Dónde jodidos estabas Nikki?}; Era lo único en lo que pensaba. Mientras tanto, yo me acerque a ver la mesa con algunos postres que había acomodado junto a mi suegra. Aunque mi novio no estaba de acuerdo con eso, solíamos tener una pequeña comunicación con ella.
-¿Dónde está mi hijo, querida?.-Pregunto la mujer rubia, mirando hacia el jardín.-
-No lo sé Deana...-Murmure mordiendo mi labio, sin siquiera despegar la mirada de los pequeños cupcakes que estaba acomodando con mucho orden.-
El rechinar de un auto saco de un trance a todos, y podía jurar que era quien todos esperamos. Bajando del auto se encontraba Nikki con una botella de Jack Daniels en la mano, se detuvo frente a nuestro Frank que lo miro curioso.
-¿Y que hace toda esta gente aquí?.-Mascullo viendo a su dulce niño que miraba la botella de alcohol con curiosidad, para después esconderla detrás de él, por el tono de voz y postura pude percibír que tan desconcertado y molesto estaba.-
-¿Cómo que, que hacen aquí Frankie? Es la fiesta de Frank, así que decidieron venir a festejar.-Deana al igual que yo con amabilidad y tratando de no alterarnos nos acercamos, aunque el coraje se estaba adueñando de mi.-
-Se me olvidaba que tú estarías aquí.-El hombre se cruzó de brazos, sin importar que el pequeño estuviera presente estaba apunto de provocar una gran discusión y el detonante fue cuando giró sus ojos con fastidio.-
-¡Pues yo estuve aquí antes que tú!.-Fue la respuesta de la madre de Nikki que miró con desaprobación el estado de el rockero, yo solo me limitaba a mirar y abrazar a mi pequeño, esto si era un espectáculo para los invitados, o más bien dicho, los padres de los amigos de mi pequeño Sixx.-
-Puedes reprocharme lo que quería, mi mujer no se merece esto ni mi hijo, pero tú no deberías estar aquí.-El grito de Nikki con furia que miraba a su madre con esa típica mirada asesina, señalandolo con el dedo me hacía estremecer.- Aparte no vengas hablarme de responsabilidades o ausencias, ¡Tu nunca estuviste para mí, siempre fuiste la peor jodida madre del mundo!.-Todo finalizo con el pelinegro lanzando la botella al suelo, haciendo más escandaloso el asunto.-
-¡Maldición Nikki, controlate!.-Alce la voz tomando la mano del susodicho, que trago saliva viendo mi rostro de angustia, con los ojos entrecerrados.-
Rápidamente sus facciones se relajaron, deje a Frankie con su abuela para ir junto a Nikki a la cocina. Ya ahí dentro me explico que una simple sesión de estudio concluyó con una típica fiesta entre los cuatro integrantes. Esta vez no venía drogado pero si alcoholizado.
-Tienes que detenerte ya Sixx.-Hable con seriedad, poniendo una mano en mi cintura, el no podía dejar de observarme con pena.-Tienes que ir a una jodida rehabilitación, ¡Casi mueres el otro día!.-Mis ojos de inmediato se aguadaron recordando aquel trágico día donde casi lo perdía.-
-Lo sé... Lo he estado pensando y me alegra tener tu apoyo.-Tomo mi rostro con ambas manos, para acariciar mis mejillas, su respiración era tranquila y un minuto a solas, sin discutir era lo que necesita junto a el.-
Claro que no sería fácil para ambos dar un paso tan grande como era la rehabilitación, pero ya no podíamos ser egoístas y pensar solo en nuestra relación. Ahora teníamos a alguien más que dependía de nosotros.
Después de tan gran fiesta, donde Nikki trato de no pelear más con su madre y convivir con nuestro pequeño, terminamos acostados en pijamas en la cama matrimonial, Frank en medio de ambos comiendo un caramelo, mientras decía mil cosas. Nikki me miró con una sonrisa ansiosa, nuestro hijo era un niño que siempre tenía de que hablar y nunca se terminaba la conversación, era algo que yo simplemente adoraba aunque Sixx no tanto.
-Pequeño, ya es hora de dormir.-Interrumpio con una pequeña risita Nikki a Frank, quien de inmediato hizo un puchero sin terminar de platicar su historia de él y su regalo de cumpleaños de parte de su tío Tommy, un adorable gato negro de nombre "Devil".-
-Papi...-Murmuro el niño dandome la espalda, para ver directamente aunque esté acostado de lado a su papá, que sonrió haciendo un "Ajá" en forma de que continuará.-Gracias por la fiesta, eres el mejor de todos.-El niño se lanzó sobre el en un abrazo amistoso, Nikki se quedó pensando unos segundos, para después cerrar los ojos y apretar con cuidado a el niño, correspondiendo el abrazo.-
Sin duda ese niño sacaba lo mejor de ambos, en especial de Nikki Sixx.
