VI

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La luna llena estaba a horas de suceder y él se sentía tremendamente e estúpidamente nervioso, no tenía duda que la poción que había recreado y perfeccionado no tendría ninguna falla ni que pasar la noche con un hombre lobo fuera un problema, Merlín sabía que mientras recolectaba información o ingredientes en partes recónditas del mundo había estado en mayor peligro que con el manso de Remus, pero eso no evitaba que su boca se secara y su corazón se acelerara por miedo a no cumplir las expectativas con las que había soñado su pareja desde que se conocieron en América en aquella conferencia.

Pero tratando de serenarse por el bien común apago las llamas de su rudimentario y provisional centro para hacer pociones también llamado cocina y sirvió la matolobos en un vaso para Remus que estaba descansando en la habitación incómodo con su propia piel, al llegar lo encontró con las sabanas tiradas por todos lados en el lugar debido a que su temperatura había comenzando a aumentar por su condición y dormitando en su espera.

Estando demasiado sensible con cualquier toque le ahorro los escalofríos y solo paso la punta de sus dedos en algo parecido a insignificante roce en su frente haciendo notar su presencia. En cuanto los bonitos ojos del hombre lobo se abrieron le sonrió con suavidad y le ayudo a sentarse contra el respaldo de la cama ofreciéndole la poción para aliviar un poco los síntomas hasta que la noche llegara, con indecisión Remus le recibió el vaso oliendo ligeramente el aire y poniendo una cara mal disimulada de asco, conmovido y con diversión se rió un poco de él.

—Te prometo que su olor es peor que el sabor cariño, no seas un niño pequeño—le reprendió con más burla que con la verdadera intención de hacerlo y le vio tomar del vaso con toda su voluntad para acabarlo en segundos, al terminar sus labios ligeramente secos y quebrados se fruncieron en asco contenido y su nariz de arrugo de adorable manera.

—Sinceramente Sev, creo que esto es lo peor que he probado en mi vida y créeme, una vez James cocino para nosotros—dijo el ojimiel devolviéndole la burla, fingiéndose ofendido llevo una de sus manos a su pecho y la otra a limpiar una inexistente lagrima a su rostro contestando —Nunca en mi larga vida me habían hablado así exagerado.

— ¿Yo? ¿Exagerado?, veamos quien exagera cuando lo pruebes—dijo lanzándosele de improviso e intentando besarlo, asqueado pudo percibir ligeramente el horroroso sabor de los labios de Remus pero ni de esa manera se apartó de ellos hasta que su risa impidió que continuaran haciéndolo, separados lo observo con adoración para acostarse en su lado de la cama —Vamos, te leeré un poco hasta que sea hora de ir a casa de Lily.

Asintiendo Remus coloco con suavidad su cabeza en la almohada y cerro sus ojos escuchándole hasta que el sol iniciara a ocultarse y tuvieran que reunirse con los Potter, Sirius y Peter en su mansión dado que todo el día les habían otorgado privacidad para compartir la primera transformación del licántropo.

Por muy cansado que se sintiera aun así se permitió bromear un rato con los chicos desde su llegada, avergonzando nuevamente a Peter por la noche que se quedó en su departamento increíblemente borracho y el descontento de James porque su hijo fuer...

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Por muy cansado que se sintiera aun así se permitió bromear un rato con los chicos desde su llegada, avergonzando nuevamente a Peter por la noche que se quedó en su departamento increíblemente borracho y el descontento de James porque su hijo fuera robado por la terrible familia Malfoy y su heredero manipulador de apenas de seis años, ocultando con intención que sabía del inmediato flechazo que Harry había sentido por Draco desde que se encontraron en Florean Fortescue. Felizmente vio como Severus junto a Lily observaban las fotografías familiares contando viejas anécdotas, las desventuras que todos habían tenido como familia y quedaban guardadas en imágenes con movimiento.

Con calidez se permitió imaginar que tal vez en poco tiempo el mismo Severus estaría entre ellas, con esa bonita sonrisa, pero mientras ese momento llegaba la noche era de las mejores que había tenido en meses, sin el incómodo distanciamiento que sufrió con Sirius antes de separarse y el que los demás fingieran no notarlo o el rechazo a su nueva pareja, así que sonriendo noto que la luna llena estaba cada vez más cerca, ligeramente emocionado por saber cómo la pasaría la noche y el que Verus descubriera la forma animaga de sus amigos, la cual había evitado decirle durante la última semana.

Revisando la hora con un tempus Severus se acercó a él y le ofreció un vial donde la poción matalobos reposaba, sin poder evitarlo puso mala cara interesando de inmediato a James que se acercó a olerla como un pequeño niño curioso y al pelinegro a reírse de su desgracia, sin otra y apunto de tomarlo las llamas se escucharon en la habitación y de ellas emergió Sirius con sus bonitos risos sujetados y la manta que a Lunático le gustaba usar para dormir después de la transformación, conmovido con ello le sonrió con dejes de amor en la comisura de sus labios desde lo lejos, mirandolo por un segundo soñador Sirius le respondió para terminar desviando la mirada y frunciendo la nariz en asco.

— ¿Qué es eso?, huele horrible— dijo acercándose, escuchando a alguien reír con un poco más de fuerza atrás de él miro a Severus junto a James que le había arrebatado el vial sin que lo notara y el cual tenía rastros de haber probado un poco de la poción. Ahora ignorando a un asqueado James, Severus le arrebato el vial y se lo volvió pasar diciendo— Eso que huele tan mal es la poción para Remus, la cual para que funcione cariño debes tomarla.

Con resignación lo hizo con Siirius de fondo y sin discreción contestando —Si sabe cómo huele, mis condolencias Lunático— y James siguiéndole la corriente afirmando lo dicho.

Con apenas minutos para la trasformación comenzó a mover nerviosamente sus manos caminado al gran jardín de la Mansión Potter para que él se transformara en Luni y los demás en su forma animaga. Con completa calma Lily y Severus se sentaron en el césped esperando aquello, confiados en que la poción que lo contendría no podía tener ningún el error, el intentado creer en ello y fallando un poco por el temor a dañarlos controlo sus respiración sintiendo de repente una mano pasar por sus hombros en apoyo.

—Tranquilo Remus, esto no fallara y no vas a lastimar a nadie, aun con la inexistente posibilidad de que lo hiciera James y yo los sacaremos para ponerlos a salvo, no hay nada de qué preocuparse, mejor celebra, esta noche tendrás el control de Luni—le consoló Sirius comenzando a desvestirse a su lado antes de que algo pequeño lo golpeara y Lily gritara— Desnúdate donde nadie te vea exhibicionista—bufando Sirius se movió a un lugar más oscuro para evitar mayores problemas.

Volviendo a sentir el corazón acelerado se movió a un costado del jardín desvistiéndose con lentitud para no arruinar su ropa y esperando que su transformación comenzara. No mucho después sintiendo sus huesos cambiando y temor creciente en su pecho abrió los ojos viendo a un perro negro que reconoció como Canuto y así mismo como hombre lobo.

Extasiado comenzó a jugar con alegría por el césped hasta que escucho joviales risas del otro lado, al acercarse noto a Cornamenta Y a Peter en su lomo haciendose los tontos frente a Lily y Severus para su diversión y no puedo evitar lanzarse como un perro gigante a los brazos del pelinegro que lo recibió como si nada.

— ¿Lo ves Remus?, no hay nada que temer, disfruta esta noche—hablo pasando cariñosamente sus manos por su pelaje e incitándolo a jugar con sus amigos transformados. Pasando la noche juntos, disfrutando de sus compañías y en ese espacio donde tenía control del lobo pero aun podía pensar un poco como él pudo notar la descabellada de idea de que Sirius se veía radiante a su lado pero también lo hacía cuando con timidez permitía a Severus tocarlo.

Tal vez la solución a sus debates amorosos estaba frente a sus lobunos ojos.

It's over nowWhere stories live. Discover now