Capitulo17

32.2K 1.6K 280
                                    

*Damián feliz*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*Damián feliz*

D A M I Á N

Estoy muy feliz de estar aca comiendo con mí Princesa. Ya no aguanto las ganas de decirle que yo soy su "señor misterio" ese apodo que me a puesto me gusta. Toda ella me gusta.

Acaba de pedir su postre yo creo que es mucho lo que ha pedido, pero ella me dijo que no.

Cuando el mesero nos trajo nuestros postres Alexa le guiño el ojo y le sonrió. Me dieron unos celos y enojo ella solo me debería guiñar el ojo a mí solo a su Daddy.

- Porque le guiñaste el ojo - digo con enojo y comiendo mí helado.

- Porque me parece lindo no hay nada malo o ¿si? - responde como si no le importa.

- A mí si me parece algo malo que hagas eso cuando tu estás conmigo - mi tono de voz es enojado.

- Pero creí que tu eras mí amigo y no te enojaría que hiciera eso - me mira con un puchero.

Es muy hermosa.

- Si somos amigos - su puchero hizo que ya no estuviera tan enojado - pero no quiero solo ser tu amigo quiero ser algo más que amistad - dijo.

- ¿Algo más como que? - su voz sale toda confundida.

- Pronto lo sabrás Preciosa - pido la cuenta - ahora vamos que se hace tarde -

- ¿A dónde vamos a ir? - dice mientras toma mí mano.

- Voy a llevarte a tu casa - le abro la puerta del auto - otro día salimos devuelta preciosa -

- Bueno pero vamos a un parque de diversiones - cuando termina de hablar en sus labios se le forma una dulce sonrisa.

Me a tomado confianza muy rápido y eso me gusta ya no me dice señor, en solos días le contaré todo ya que yo me quedaré a cuidarla porque los señores Bout se van a ir a Brasil van a hacer negocios.

Una vez llegamos a la casa de Alexa veo que sus padres ya han llegado, cuando escuchan el auto parar ellos salen y me invitan a pasar por agradecimiento por ir a buscar a mí pequeña pícara.

- ¿Señor Damián desea algo de tomar? - pregunta Tamara.

- No gracias, comí mucho - me ciento en uno de los sillones.

- ¿Hija que tal tu día? - dice Emiliano.

- Bien, comí como una chanchita - todos reímos por el comentario que hizo.

Daddy Y Su Rebelde PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora