La Cámara de los Secretos.

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Habían pasado unos meses desde el inicio de las clases y Serpent tenía cada vez más irá contenida en contra de Lockhart y su clase, eso estaba poniendo de los nervios a más de uno de los estudiantes.

Con cada clase que les daba más enojados y tensos estaban los niños Addams, pero el que paresia a punto de explotar era Pugsley, cada día que pasaba era un día que estaba más serio, algo raro en el.

La razón era algo que muchos conocían ya, Luna Lovegood, la pequeña chica de primer año era constantemente el objetivo de Lockhart, la molestaba constantemente, bajando puntos en clase cada vez que ella respondía, ya sea correcta o incorrectamente, a preguntas que el hacia y le decia constantemente sobre sus cosas.

Tras una semana los Addams estaban llegando a su límite y Pugsley ya lo había sobrepasado.

Una noche, cuando estaban completamente desesperados por qué el tonto se fuera, o mejor aún, de poder torturar al maldito y llevarlo más allá de la locura, a Serpent le llegó una carta que cambiaría las cosas.

Estaban tranquilamente en la sala de los menesteres que habían equipado para ser una sala común para todos y trataban de tranquilizarse, Serpent estaba con Draco tratando de calmarse y Miércoles y Pugsley estaban masacrando un pobre muñeco de entrenamiento con una cruel zaña.

Fue en eso que Audry entro por la ventana que Hogwarts les proporciono, una de las muchas que no se usaban en las alas cerradas de la escuela, y se poso frente a Serpent y lo dejo sacar la carta del cilindro que tenía atado a la espalda.

La carta no eran de su padre y paresia que alguien no quería que nadie más la recibiera, por qué otra cosa la enviarían en Audry, así que tras comprobar por encantamientos dañinos decidio leerla.

Querido Serpent.

Te escribo esto por varias razones, ya que debido a distintas razones, creo que lo correcto es que tú sepas algo sobre la escuela a la que asistes que solo un pequeño puñado de personas conocen.

La Cámara de los Secretos es conocida como una leyenda en la comunidad mágica, pero en realidad fue construidas por Salazar y Godric en secreto. En ella están los guardianes de Hogwarts, los familiares de los fundadores.

Es esto lo que el querido director de la escuela ha tratado de esconder durante años, y espero tu puedas revelar la verdad que yo no pude.

Tuyo, Tom Riddle.

Terminando la carta había un lugar y una pista escritas en parsel, la lengua de las serpientes, solo decía simples palabras, baño, segundo piso, lavabo, serpiente, no era mucho pero le dió una idea de a qué se refería.

A la mañana siguiente se reunio con sus hermanos y amigos justo después de las clases y los guio a su objetivo, el baño de Mirtle la Llorona. Al llegar allí buscaron solo unos minutos antes de que Draco encontrará un pequeño logo grabado en uno de los lavabos.

En ese momento todos se apartaron y Serpent tubo vía libre para ordenar en parsel que se abriera. Y en eso el lavabo se abrió déjanos ver una gran causa a lo profundo de los cimientos de la escuela.

Draco- Ahora que?

Pregunto el joven doncel y Serpent respondió.

Serpent- Ahora hay que bajar pero antes vamos a ver si puedo hacer algo más que una caída.. escaleras

Cuando Serpent dijo eso la gran causa que se veía en el hueco del lavabo empezó a cambiar y dejo a su paso unas escaleras de piedra que se adentraban en lo profundo.

Fue eso lo que le dio vida libre a Serpent para empezar a bajar, seguido de cerca por Draco-y los demás. El camino era oscuro y algo lúgubre, sin que nadie hubiera pasado por allí en años y haciéndolo frío y desolado.

Acabaron llegando a un gran pasillo que era iluminado por aparentes lámparas de aceite, que se extendían varios metros adelante desde donde estaban y al final de el pudieron ver una gran cámara redonda, en ella había 4 estatuas.

Las dos que estaban en los extremos eran mujeres, la de la derecha era alta y con razgos afilados, cabello largo hasta los tobillos en una compleja trenza y un vestido liso y elegante, tenía una intrincada tiara en la cabeza y un libro en los brazos.

La de la izquierda era bajita y regordeta, con una sonrisa suave y cariñosa, el cabello sujetado en un moño en su cabeza y tenía un vestido bombacho con guantes llenos de tierra y botas visibles en sus pies, sujetaba una pequeña copa con un tejón en una mano y una jarra de vino en la otra.

En medio de las dos mujeres había dos hombres, el primero tenía el cabello hasta la cintura y un traje parecido al de un rey o un príncipe, con una capa sobre sus hombros sostenida por un relicario con una serpiente en forma de S.

El otro hombre sorprendió a todos los presentes, especialmente a los donceles, ya que frente a ellos estaba la estatua de un doncel, con el cabello salvaje y a los hombros y una armadura de cuerpo completo que mostraba curvas que no se pensarían que esa persona tuviera, también había una espada en su cintura.

Ese doncel cuya armadura mostraba su género y su espada tenía un león era nada más y nada menos que Godric Griffindor, la representación de la valentía que todo el mundo mágico conocía como un hombre grande y fuerte era en realidad un doncel.

Cada uno se quedó sin palabras viendo las estatuas, hasta que algo llamo la atención de Serpent desde las sombras de la cámara.

Serpiente NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora