Corazones de Hielo

Un Día Muy Especial Parte 2

Todos actuaban, sumamente extraño según Camus, Milo decía que para él todo estaba normal, y esas respuestas eran lo que lo hacían dudar más al acuariano, su amado novio no sabía mentir, sabía que si le preguntaba le daría las mismas respuestas, algo se traían entre mano todos pero bueno no era momento de pensar en eso, hacía un rato no veía a Nadja, pero recordó que había ido con Afrodita a ayudarle con el jardín, suspiró quizas iría a ver a Shaka un rato,
Estaba un poco cansado, ¿Por qué vigilar tanto tiempo Cabo Sunion? , Si todo estaba tranquilo pero, quiso pensar que Atena tenía sus motivos.

-¿Tanto me extrañabas que viniste a visitarme cubito?. Estaba en su sala de estar viendo la televisión, Camus levantó una ceja y sonrió

-Lamento decirte que estás en un error, no vine a verte a tí, voy a visitar a Shaka, con permiso mon amour

-¡Espera!, ¿Y por qué así de repente?. Se le puso en medio

-Porque tengo ganas, y si no sabes él y yo somos amigos y hace bastante que no hablo con él

-Yo te recomiendo que no vayas

-¿Por qué no?. Levantó una ceja

-Ha ya sabes que se pone a meditar, y no le gusta ser molestado

-Pero si Shaka medita bien temprano de mañana y el fin de semana se toma un descanso

-¿Qué no sabías?

-¿Qué?

-Ahora medita los sábados hasta la noche, el otro día bajé a pedirle un poco de Azúcar y casi me saca todos los sentidos, me dijo que había interrumpido un entrenamiento espiritual especial que Buda le había enseñado

-¿En serio?

-Te lo juro

-Eres tan malo mintiendo...

-Es la verdad, por lo que más quieras no miento. Camus lo analizó unos minutos con la mirada, seguía sin creerle, pensó que la actitud se debía a celos del escorpiano, y para evitar un problema innecesario fingió creerle

-Vaya no tenía idea, igual es medio raro. Con su mano agarraba su mentón

-Sí... Y bueno... Ya que estás aquí
¿Hacemos algo?

El acuariano se quedó un rato con Milo, no tenía más nada que hacer al rato volvió para su templo y justo Nadja salía de su habitación

-Vaya por fin te veo, no has estado en todo el día. Se sentó en el sofá

-Disculpa papi, el jardín del tío Afrodita era un desastre, ¿Estás enfadado?

-Claro que no, solo un poco preocupado pero estoy bien hija

-Bueno ya casi es hora de que me vaya a la cama, ¿Me lees un cuento?. Le pidió tímida

-¿Cuál quieres que te lea está noche?

-El de Alicia en el país de las maravillas. Ambos sonrieron

Después de eso, llegó el gran día y Camus fue despertado por un saludo muy efusivo de su copito de nieve, quién saltó a su cama y le dió un abrazo, el acuariano no entendía nada hasta que...

-¡Felíz día del padre, papá!

Camus quedó en shock, en su cabeza resonaba la frase sin parar, miró a su hija fijamente sus pupilas titilaban, acercó despacio al copito hacia él y le dió un fuerte abrazo, besó su frente y acarició su pequeña espalda, en un susurro pequeño le dijo
-Gracias mi copito de nieve, no sabes la felicidad que siento en estos momentos

-¡Papi!. Se aferró más a él -!¡Te amo con todo mi corazón!

-También te amo mi preciosa hija

-¿Dónde está el mejor padre del mundo?

-¿Milo?

-¡Felíz día cubito!. Apareció en la habitación, Nadja saltó a sus brazos, Camus aprovechó a salir de la cama y entre los tres se dieron un gran abrazo

-Muchisimas gracias por los saludos, en mi vida pensé que iba a pasar por algo así

-Me alegra verte felíz amigo ahora sí me disculpan, debo ir al salón principal a ver Atena nos vemos después, adiós manzanita, adiós Camus

-¿Desayunamos?. El francés quería compartir todo el día con su copito, aunque no lo reflejara tanto en su semblante, por dentro estaba muy emocionado

-Amm, verás papi yo... Tengo algo importante que hacer una tarea que me pidió la señorita Atena

-Pero, ¿no compartirás conmigo este día Nadja?. No entendía mada,  primero lo saludaba y después ¿no estarían juntos?, le cayó un poco mál esa actitud de su hija,pero como siempre disimuló a la perfección sus emociones

-Lo siento, papi...

-Entiendo es Atena y si te ha pedido un favor bueno que puedo hacer, mejor date prisa y vete no debes hacerla esperar

Nadja se dirigió al salón principal, ya todo estaba listo, esperarían hasta la tarde para llamarlo y darle la sorpresa, todos en esa mini reunión acordaron la hora a la que debían estar listos y la hora en la que lo citarían, por otro lado el acuariano observaba las rosas blancas de su hija, la cuáles había traído de piscis con la Ayuda de Afrodita, se acercó y las olió, suspiró realmente para ser su primer día del padre apestaba, pasaron las horas y como no tenía ganas de hacer nada y tampoco tenía algo importante que hacer se recostó en su cama hasta quedar dormido al rato sintió una presencia en la casa, se levantó y fue a ver de quién se trataba

-¡Felicidades en este día tan especial a un hombre digo de llamarse padre!

-Mm hola Shaka. Bostezó estaba medio dormido
-Gracias por el saludo

- Te noto desanimado, ¿Sucede algo?

-No estoy de humor es todo

-Pero Camus hoy es tu día, deberías sentirte felíz

-Lo estoy. Nótese el sarcasmo

-Bueno cambiando de tema, debes alistarte porque tienes que acompañarme al salón principal

-¿Qué sucede?

-Atena solicitó nuestra presencia
De seguro es para asignarnos alguna  misión

-Hay. Suspiró está bien me aseo rápido y subiré contigo

-Algo más, vístete adecuadamente la princesa quiere que a partir de ahora nos vemos elegantes ante su presencia

-¡¿Que carajos?!

-Lo sé opino lo mismo pero, órdenes son órdenes y yo debo hacer lo mismo que tú, bueno iré a cambiarme también

Así se despidieron, el acuariano quería que él día terminara rápido, su día del padre hasta ese momento era un total asco