Una de Cal y de Arena

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El pequeño copito ya sabía que iría su tía a verla, estaba emocionada después de todo Camus había recibo su mensaje a las 4:45 de la madrugada, Milo esa mañana había aprovechado a ir a desayunar con ellos, entre él y el acuariano estaba todo normal, aunque había un brillo distinto en sus ojos, siguieron la rutina como siempre y tipo 5 de la tarde Lorena apareció por la entrada del templo, saludó eufóricamente a su sobrina y le dió un regalo que traía, saludó a los caballeros y el del onceavo templo preparó té para conversar

-Asique, te quedarás una semana en Grecia. Bebió un sorbo de té

-Sí, quiero ver si consigo un empleo por aquí

-Y, ¿A qué te dedicabas?.Milo no podía lo ser menos en esa conversación, se trataba además de su adorable sobrina

-Soy secretaria. Tomó una medialuna

-¿Te pagan bien?

-Lo suficiente para no necesitar de nadie. Le dió una mirada fea

-Disculpa a Milo

-Está bien.Bebió un poco de té
-Camus

-Dime

-Me imagino que Nadja está asistiendo a la escuela

-De hecho no, desde que llegó
¿por qué preguntas?

-¿Acaso no es obvio?

-Sé que tiene 7 años y debería estar en segundo grado, pero pienso que es muy pronto para que vaya nuevamente

-¡Pero no puede perder escolaridad! Su psicólogo dijo que sería bueno para ella distraerse con actividades y compañeros

-¡Oye, Camus solo está haciendo lo mejor para la manzanita!

-Milo... Déjame a mí, Lorena te recuerdo que tú tienes los documentos de Nadja ¿Cómo podría haberla anotado en un colegio?

-Ves lo que digo ni siquiera sabías que asistía a un psicólogo
Ni se te ocurrió preguntarme por el asunto escolar

-¡Espera! Eres muy injusta, debería haber sido tú responsabilidad avisarme, no soy adivino

-Nunca preguntaste nada de ella

-Sabes lo que pienso, que todo esto está planeado por tí con un fin egoísta

-¿Por qué piensas eso?. Estaba un poco nerviosa

-Tú no puedes ni verme, y desde un principio dejaste claro que ibas a alejarla de mí. La intimidó con la mirada

-Piensa lo que quieras, solo me preocupo por Nadja y para que veas que no oculto nada extraño
Ten. Le extendió unos papeles
-Estos te servirán para que puedas inscribirla en una escuela de Grecia y ahí adjunto está el nro de su psicólogo para que te pongas en contacto

-¿Cuál es el truco?

-Solo que Nadja sea felíz, si lo es contigo te daré el resto de los papeles

-Camus creo que dice la verdad, calmante amigo

-Hazle caso yo no vengo con malas intenciones

-Te creeré por ahora...

Después de eso Lorena se despidió de ambos y por supuesto del pequeño copito, quién estaba felíz con la Barbie que le había regalado, le pidió a Camus permiso para llevarla un día de paseo antes de volver a Madrid ya que si le avisaban de algún trabajo en Grecia no sería pronto, cuando los dos caballeros se quedaron solos Camus sorpresivamente lo invitó una copa de vino, obvio el escorpiano acepto

-Algo no me cierra de todo esto

-¿Por qué lo dices?. Bebió un sorbo de vino

-Milo es obvio que quiere quedarse con Nadja

-Pero no lo logrará, no se lo permitiremos cubito, tranquilo que la manzanita seguirá con nosotros

-Eso espero.... Tenía miedo de perderla

-Eh.Se acercó a él
-Tranquilo. El acuariano desvío la mirada
-Mirame.Lo tomó del mentón
-Todo va a estar bien Camus

Cerró los ojos y acercándose nuevamente lo besó por segunda vez, el aguador se dejó llevar está vez más rápido que la primera, tomó al escorpiano por los hombros y profundizó el beso
Milo sorprendido no desaprovechó la oportunidad y lo abrazó a su cuerpo, de a poco fueron hasta el sofá se recostaron y estuvieron besándose durante largo tiempo, entre algunas caricias por parte del octavo guardían, suspiraban
Y sonreían con los ojos cerrados

-¿No deberías ir a tu templo?. Sonrió amablemente

-¿Quieres  que me vaya?. Le dió otro beso

-¿No estábamos medios cortados vos y yo?

-Sí, pero el amor es más fuerte

-No importa lo que pase, siempre serás el niño que llevas en el interior Milo

-Admitelo, estás muerto conmigo
Camus. Le guiñó un ojo

El acuariano, se acercó y pasó su mano lentamente por su pecho, bajando despacio se detuvo antes de tocar su entrepierna, el de escorpio estaba sonrojado a más no poder, su respiración era muy agitada Camus se acercó hasta su oído y le susurró
-Mm, ¿No será que tú eres en realidad el que está perdidamente enamorado de mí?

-Camus...

-Shh, sigamos llendo despacio que venimos bien, de a poco iremos borrando todo lo malo del pasado. Ambos sonrieron cómplices

 Ambos sonrieron cómplices

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