Tarde de juegos, tarde de pensamientos

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- ¿Ya estás lisa? Preguntó serio

-Sí, llevo mi botellita de agua, mi cuaderno y crayones y el protector solar que me ponía mi mamá ya que hoy hace mucho calor. Termino diciendo con una sonrisa

-Bien, Milo ya debe estar por llegar ¿Quieres que lo esperemos en la entrada del templo?. Notó que estaba muy ansiosa

-Sí!

Esperaban tranquilos no hablaban pero, por lo menos ya no había un ambiente tenso sino más bien sereno  y ambos estaban bien  por ahora.

-¿Papá puedo pedirte un favor?

-¿Cuál es?

Saco el protector solar y devolvió la vista a su padre

-¿Podrías....

-Aquí, llego el  tío más guapo de todos, el más heróico, gracioso, divertido y...

-Ya te entendimos Milo

-¿Que traes ahí manzanita?

- Es mi protector solar, mamá decía que tengo la piel muy sensible y blanca y que en días de calor debo usarlo, pero no sé ponermelo  yo sola y le estaba por preguntar a mi papá si me ayudaba

-Yo... A Camus le daba un poco de pudor, y algo de nervios Milo se dió cuenta y se hizo cargo del asunto

-Tranquila manzanita, tío Milo te ayudará. Y así lo hizo le aplicó el protector solar a la perfección, Camus lo observó tranquilo y con algo de sana envidia,  veía en Milo el padre que él no podía ser, pero en el fondo le alegraba contar con su ayuda, y debía admitir que al escorpiano le quedaba muy  bien el papel de padre, sin darse cuenta sonrió.

-¿Vamos copito?

-Sí, adiós papi

- Oye... Este solo no te separes de Milo ¿Ok?

-No lo haré. sonrió

En la placita del pueblo se divirtieron como nunca, Milo la columpio alto, ella estaba muy felíz, jugaron a imaginar que Milo era un caballero malo y ella una amazona que defendía la tierra, después de un rato se cansaron y procedieron a sentarse a almorzar, Milo había preparado unos ricos emparedados de queso y jamón y de postre había llevado unas manzanas, después de comer a Nadja le bajó sueño y Milo la dejo que se durmiera una pequeña siesta, mientras dormía le acariciaba el cabello, esa nena le provocaba ternura y no podía evitar compararla con Camus, descubrió que aunque no pareciera tenía algunas cosas de él, que iban más allá de la apariencia física, el escorpiano se sentía muy a gusto cuidando de de Nadja, y pensar que con Camus eran una especie de familia los tres lo ponía muy felíz, quizás se debía al afecto de hermandad que había entre los dos, e fin  no pensó más en eso y  siguió observando al copito

En Acuario, Camus había terminado por fin con los documentos que Shion le había dado, al llevarselos el patriarca junto a Atena le preguntaron cómo iban las cosas con su hija, comento como estaba la situación, Atena le dijo que todo saldría bien y cuando menos se lo esperara serían una gran familia, el agradeció sus palabras
De vuelta en el presente, como estaba desocupado se puso a ordenar la habitación de su hija y entre sus cosas encontró una foto de ella junto a Solange la observó y se quedó analizandola por unos segundos, cerró el puño de su mano izquierda y apretó los dientes, se veía tan hermosa tan llena de vida, le daba impotencia no poder haber hecho algo, él no lo diría pero todavía tenía sentimientos por ella, le hubiera gustado verla una vez más y ayudarla a criar a Nadja,  sería el padre que su hija necesita, dejo la foto en dónde estaba y antes de cerrar la puerta susurró entre unas breves  lágrimas

-Te fuiste demasiado pronto Solange, yo también necesito de tí

Corazones de Hielo Where stories live. Discover now