Llevaban días desde que el gran desarrollador tecnológico Merlon había anunciado la gran aplicación para solucionar los problemas amorosos de la mano de Goddess Company, el revuelo en la gran ciudad de Karmaland no se hizo esperar ante la primera fa...
- Salió temprano, por como vestía seguramente se fue a una reunión importante, no lo acosara mientras levanta pesas en el gimnasio si es lo que piensa - Siri pensaba que su amo a veces era demasiado inseguro.
Sabiendo que su secretaria no estaría, eligió sin dudar la primer opción, a pesar de que su cambiador era automático le daba repelús que cualquier cosa mecánica le rozará la piel. Fabián ingreso con una bandeja que contenía un plato con un par de tostadas francesas junto a una botella con el fascinante batido proteínicos que ansiaba Samuel.
- ¡Fabián! ¡Que son esas pintas de robot! Pensé que te gustaba la ropa que te compré ayer... - dijo disgustado su amo quien se estaba poniendo una campera deportiva mientras se acercaba a su adorado androide.
- Son mis horas laborales Samuel, no puedo usar la ropa que me compró así como si nada - el androide bendecía tener un amo tan bueno - aparte no quería ensuciarlas en la cocina...
- ¿Qué cosas dices? Es más probable que pierda acciones que tú ensucies tu ropa - dijo sonriendo mientras levantaba una tostada para comer, se había enterado de que Fabián había sido creado en Cuba y desde que lo supo, solo quería vestirlo con colores exóticos porque a su forma de ver, con la piel morena todo le iba genial - Siri, dime si me equivoco, pero ayer parecía un humano ¿verdad?
Samuel tenía la gran ilusión de que si lograba adquirir nuevas tecnologías para su empresa podría lograr que todos los androides adquirieran sentimientos propios, le disgustaba que solo se dedicarán a seguir ordenes.
- Parecía modelo de la revista "Siguiente!" Jamás había visto un androide fingiendo ser humano tan cómodo - la asistente virtual ya se había acostumbrado a las ocurrencias de su amo.
- ¡Ya ves! Vamos, ve a ponerte ropa para estar en casa así cuidas a Kira por mí - dijo Samuel mientras agarraba la botella para llevársela - voy al gimnasio, probablemente demore una hora y luego vendré a alistarme para salir a comer con Fernández ¿Donde está mi niña así me despido?
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Rubén
Se levantó fastidiado sacándose las gafas de realidad virtual, pasar toda la noche en la discoteca "Panas" y el casino "Yepa" había sido mala idea, debió haber dormido antes de conectarse a esa brutal salida con su socio Auron; tampoco les fue mal, logro conseguir el derecho de especie de los osos pardos lo cual le molaba un montón, no entendía como su amigo había preferido las gallinas antes que aquel glorioso animal, aunque no se quejaba.
- ¿¡Qué hay de comer!? - gritó a la casa que estaba más vacía que su vida.
- Acabo de pedir comida a domicilio, en breves llegara su desayuno EcoLife entregado por los drones de Xpreso - menciono el sistema de asistencia virtual que había instalado hace poco, lo había programado para que su voz se pareciera a la de su mejor amigo.
- ¡Perfecto! ¡Iré a ducharme! - sabía que necesitaba compañía urgentemente, desde que Mangel se fue a vivir con ese corrupto la vida en el monoambiente había sido complicada.
