ʟᴀ ᴘʀᴏᴘᴜᴇsᴛᴀ || ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ | ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪóɴ.

Capítulo 1

Días comunes, lo de siempre...

_____ se ejercitaba mientras leía las redacciones de alguno de los empleados, era hora de ir al trabajo, después de sus ejercicios tomó una ducha caliente y desayuno un poco de cereal mientras continuaba leyendo aquel montón de hojas. Dejó todo a un lado y salió para cumplir sus responsabilidades.

JungKook, despertó tarde, apresurado se levantó de la cama para vestirse e ir corriendo a la cafetería por el café de su jefa.
—¡JungKook!, ¡hola! Aquí tienes tus lattes~ –le dijo recibiendo con una sonrisa y haciendo que el mencionado rompa la fila de clientes que había.

— literalmente acabas de salvarme la vida, gracias, gracias –se despidió rápidamente para salir corriendo hacia la oficina.

Tuvo un tropiezo con compañeros de trabajo en el ascensor, pero todo iba en orden.

_____ iba caminando hablando por teléfono — Hola, YoonGi, ¿cómo está mi escritor favorito? –después de oír una respuesta de la otra línea dijo— claro que lo pensaste, porque tengo razón. La gente de aquí está quebrada y odian leer. Necesitan que alguien les diga "hey, no miren TV hoy, ¡lean el libro de YoonGi!" Y esa persona es Oprah.

JungKook salió del elevador para ir a su puesto.
—por poco –comentó la recepcionista.
A lo que Jeon le dijo —fue una mañana dura– y siguió caminando pero el tipo que entregaba los paquetes y sobres a los de ahí comentó "¡gracias Capitan obvio!" Pero sin moverse del sitio provocando así que chocaran.
—¡Dios mío! –exclamó alterado el castaño, el café se le había derramado en la camisa.

Todos los de ahí vieron la escena impactándose en silencio, que metiches.

— tállalo con tierra, hermano –contestó el otro tipo retrocediendo con su carrito de documentación.

—YoonGi, todos los mejores novelistas hacen publicidad. Roth, McCourt, Russo y...
— ¡YoonGi!, ¿sabes qué más tienen en común? Un Pulitzer. – seguía en la llamada a punto de tomar el ascensor.

—Necesito tú camina, literalmente.

—¿estás bromeando cierto?

— Yanquis- Boston, este martes. Dos asientos por tu camisa, –miro hacia la entrada– cinco segundos. 5, 4, 3, 2, 1.

En ese momento todos aquellos que se encontraban platicando y haciendo todo menos su trabajo corrieron a sus puestos, su jefa ya había hecho presencia y alguien se encargó de hacérselo saber a todos los que estaban ahí con un mensaje.

Caminando a su oficina todos se colocaban de forma adecuada hasta su asistente, JungKook.

— Buenos días jefa, teleconferencia en 30 minutos.

— Sí, sobre el mercado de primavera, lo sé.

— Junta personal a las 9:00.

—¿llamaste a... cómo se llama? La de las manos feas.

— Jennie.

— Sí, Jennie.

—Le dije que si no entrega el manuscrito a tiempo, no le das fecha de publicación.
Llamó tu abogado de inmigración.
Es vital...

— Cancela la llamada, pospón la junta y que el abogado espere. Oh, y que Relaciones Publicas prepare un comunicado. YoonGi sale en Oprah.

— Wow, te felicito.

— Si quiero elogios, te los pido. –dio la vuelta con su silla para posicionarse en su computador pero regresó hacia JungKook y lo detuvo antes de que se fuera — ahm... ¿quién es Jillian?, ¿y por qué quiere que la llamé? –preguntó observando lo que estaba escrito en su vaso de café, para después mostrárselo.