CAPÍTULO 5

32 3 1
                                    

NARRA RUBIUS:

La luz del amanecer empezó a entrar por la ventana lo que hizo que me despertase, pero no lo suficiente como para abrir los ojos. Esa noche había tenido un sueño rarísimo con Vegetta. Sonreí al recordarlo y, sin darle mucha más importancia, me giré para seguir durmiendo ya que no tenía pensado levantarme hasta por lo menos el mediodía. Pero había algo que no me dejaba pasar la mano por debajo de la almohada, era otra mano, y a no ser que a mitad de la noche me hubiese crecido otra extremidad, estaba seguro de que esa no era mi mano. Abrí los ojos de golpe y me encontré con un Vegetta profundamente dormido compartiendo la misma almohada en la que yo había estado durmiendo hacía apenas unos segundos, aunque ahora estaba completamente despejado. No había sido un sueño, habíamos dormido juntos, pero, ¿no había pasado nada verdad? "Tranquilízate Rubius, en los festivales del Ultra has dormido cantidad de veces con Mangel en la misma cama y nunca ha pasado nada" Eso me repetía una y otra vez, seguido de la pregunta: ¿Pero, entonces, por qué estoy tan preocupado esta vez? Me giré y su expresión me hizo relajarme un poco más, estaba tan en paz cuando dormía, no había rastro de ese Vegetta preocupado por las normas y por la perfección sino simplemente un Vegetta en paz. Mi mano se movió inconscientemente para apartar un pequeño pelo que le caía sobre la frente lo que causó que este se moviese. Me di cuenta de lo que acababa de suceder e intentando hacer el menor ruido posible salí de su habitación, aunque una gran parte de mi me pedía que volviese, le abrazase y durmiésemos hasta el mediodía. Obviamente aparté ese pensamiento y me dije a mi mismo que con un poco de suerte, él también pensaría que había sido un sueño y no se acordaría.

Me pasé el resto de la mañana en mi habitación jugando a videojuegos para intentar distraerme y así poder evitar a Vegetta. Iba escuchando como el resto de los miembros de la casa se iban despertando y bajando a desayunar, el último fue Vegetta quien recé por que no pasara por mi cuarto, cosa que no hizo.

Sin embargo, lo que me pareció una hora después, cuando yo estaba inmerso jugando al LOL, alguien llamó a la puerta lo que hizo que se me pusiese el corazón en la garganta.

Era Mangel

-Chaval, vamos a comer, Willy ha preparado la comida – se sorprendió de que no siguiese en la cama.

-No, no yo no tengo hambre, comed vosotros- no pensaba bajar a comer, era el último de mis planes.

- ¿Estas bien?, no tienes buena cara. Te has tirado toda la noche jugando al LOL, ¿verdad? – eso no sería raro en mi.

-No no es eso, es que veras...-podía explicárselo a Mangel, pero claro, ¿explicar el que? - nada déjalo, estoy bien. Habré dormido mal solo eso.

-Rubius sabes que puedes contar conmi...

- ¿Alguna vez te has sentido atraído por mi? – le interrumpí antes de que pudiera seguir hablando- ¿O por algún chico? –necesitaba escuchar su respuesta.

Pareció sorprendido ante la pregunta, pero inmediatamente después sonrió

-Pues, no lo sé, nunca me lo he llegado a preguntar. Si alguna vez me he sentido atraído por algún hombre, ese alguien seguro que fuiste tú, eso seguro –los dos nos reímos- Pero sinceramente creo que solo me han gustado las mujeres por ahora.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 20, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Verano Karmaladiense (RUBEGETTA)Where stories live. Discover now