Estrella fugaz ||Edward Cullen y tú|| ||3° Libro|| ||Saga Crepúsculo||

Capítulo 12

¿Qué es lo que hacía en medio del bosque encima del lomo de mi mejor amigo como si fueran a punto de ejecutarme? Pues sencillo, el alfa quería hablar conmigo y actualmente me estaba haciendo esperar para cambiarse.

El resto de la manada se encontraba todavía transformada, vigilándome como si fuera una criminal, bueno, quizás no se alejaba demasiado de la realidad.

Poco a poco cada uno de ellos se fue escondiendo entre los árboles y transformándose, todos excepto Jacob en quien seguía montada. Me sorprendí al ver al pequeño Seth y a su hermana Leah en el grupo, uno mirándome con emoción y la otra con verdadero...

La verdad no sé como era que me veía, pero me veía feio.

Todos estaban serios, y fue entonces que empezó el interrogatorio.

-¿Por qué volviste con ellos? ¿Por qué los necesitas?

Me preguntaron porqué les necesitaba tanto, y mi respuesta, al menos para mi, tenía mucho significado.

-Ellos me habían amado, me habían aceptado y salvado. De no ser porque él un día chocó miradas conmigo en medio de la calle, hace ya 11 años, y leyó mis pensamientos. De no ser por el amor puro que sentimos, puedo asegurarles que mi vida habría durado muchísimo menos que ahora.

Una vez que me hubieran permitido salir del orfanato, habría buscado algún lugar en el cual estar en paz, rodeada de flores esperando reencontrarme a mi familia biológica. Puedo asegurarte que de no ser por ellos, de no ser por él, efectivamente me habría suicidado porque ya no me quedaba nada. Yo había perdido todo en cuestión de horas y jamás lo recuperaría. ¿Entonces les necesito?

-Claro que les necesito, porque sé que nadie me amará jamás, más que ellos. Nadie me aceptará jamás, más que ellos.

Porque si supieras lo que hice y lo que soy capaz me creerías un monstruo, pero no lo soy para ellos. Al igual que ellos no lo son para mi. Así que puedo decirte que sí los necesito y no al mismo tiempo. Porque de poder vivir sin ellos puedo, pero sería una vida solitaria que terminaría en tragedia, en un homicidio que no quiero cometer.

-¿A que te refieres con aquello?

Observé los árboles, sintiendo como las emociones abandonaban mi cuerpo.

-Es algo que explicaré en otro momento, pero te advierto, dudo mucho que te guste, a nadie le gusta.

Acaricié suavemente el pelaje de Jacke, deseaba irme de allí.

-Solo una pregunta más... ¿ellos te obligaron?

Una emoción cruzó mi rostro, y no fue necesariamente felicidad.

-¡POR SUPUESTO QUE NO! ¡Tengo mis razones para haber decidido esto por mi misma!

-¿Estás completamente segura?

Suspiré y le miré a los ojos, unos profundamente negros igual que los de toda su gente.

-Por supuesto que lo estoy, tomé esta decisión hace años, y soy capaz de decirte que no he dudado de ella ni un poco.

Era eso, o morir.

Sam suspiró, pero rápidamente el resto de chicos pareció alterarse.

-Es tu decisión, y debemos respetarla, tienes tus razones y siempre he intentado ser un líder razonable. Fuiste nuestra amiga y parte de nuestra manada en algún momento, incluso si tu corazón se detiene, seguirán siendo bienvenidos. Siempre y cuando me des una buena razón para tu transformación más que solo tu decisión.

Asentí suavemente.

-Te la daré cuando sea el momento preciso para hacerlo.

Jacob se dio la vuelta y echó a correr conmigo en dirección a Forks. Adiós a mi motocicleta...