Cumpleaños de Niall III

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El beso ha subido a un poder máximo, llevándolo a uno de esos besos que te dejan sin respiración,  desesperados y hambrientos.

Conociéndome, sé que al escuchar “estoy enamorado de ti” toda yo reaccionaria a la palabra “evitar” pero aún no se ha activado, pero sé que lo hará.

Niall encontró el cierre y fue bajándolo poco a poco y a lo que estuvo todo abajo la parte superior del el vestido cayó dejando al descubierto mis tetas. El beso intensificado dejo de serlo para dejarnos respirar entrecortadamente y que él admirara la obra de arte que tenía en frente. Situó cada una de sus manos  frías en cada uno de mis senos, el contacto de piel con piel mandaba un poco de calor y donde no estaban sus manos u otra parte de su cuerpo –Willy- tenía  un frío de lo más aterrador.

Niall llevo su boca a mis labios y mordió mi labio inferior, luego beso mis mejillas y opto por morder mi quijada, descendió todo el camino hasta llegar a mis tetas donde tomo mi pezón izquierdo con los dientes, toda la parte baja de mi cuerpo palpitó y en un movimiento y un gemido arqueé mi espalda y mi cabeza quedo hacia atrás cuando su boca fue a encargarse del otro pezón. En ese momento las  gotas acribillaron mi cara, sus manos las coloco en mi espalda, como yo no estaba haciendo nada con mis manos; las llevé abajo y desabroché su pantalón.

Niall dejó mis bebés y subió a besarme, lo apreté del cuello y me pegue más él, haciendo contacto con su abdomen y el mío, mis tetas y su pecho, y un duro Willy debajo, casi que traspasábamos en pobre banco de cemento.

Niall se levantó conmigo y movió su culo para según él que el pantalón se le cayera, pero el pedazo de tela no se movió porque verán lo apretado que se los coloca que le corta la circulación, me sostuve de su cuello y mis piernas se entrelazaron detrás de su espalda, rápidamente bajo las dos prendas y se volvió a sentar, el contacto de Willy con mi piel me hizo soltar un gemido por lo caliente que estaba. Se las arregló para mover mi ropa interior a un lado y posicionar su miembro en mi entrada, inicié moviéndome lenta y circularmente disfrutando del gran tamaño que tenía dentro de mí. El rubio tenía su cabeza en el respaldar del banco  y aproveché para succionar y morder la blancura de su cuello.

Llevé mis manos a sus hombros dándole señal de que me comenzaría a mover más rápido. Y lo captó. Pegó su frente con la mía y nos quedamos mirando. Lo besé cortamente en los labios y comencé a dar saltos, esto me va a dejar agotada. Sus manos fueron a parar en mis hombros obligando a mis manos a descansar en su estómago. El gruñía mientras yo soltaba gemidos, y una que otra vez cerré mis ojos disfrutando de la sensación y también para no sentirme intimidada por su mirada.

Cuando casi llego al orgasmo no pude evitar clavarle mis uñas a su barriga a lo que él reacciono con una mueca de dolor y descombrándosela como cuando cada vez que tocaba bajar por su erecto miembro  sus manos en mis hombros me lanzaban con fuerza hacia abajo y subía su pelvis para darle un encuentro duro y grandioso a la última etapa del sexo.

Terminamos mojados, empapados, mejor dicho, doble. Tú sabes. Con un poco de calor pero este rápidamente fue remplazado por el frio. Al menos lo tuve por unos minutos, cuando aún palpitaba. Aún seguía lloviendo a cantaros y nos vamos a enfermar también, y yo como buena ciudadana odio enfermarme. Ambos descansamos con la cabeza metida en el cuello de otro, ambos respirando dificultosamente.

-Deberíamos irnos a casa – habló  el rubio.

-Creo que la mejor opción sería dormir aquí, me duele todo, no creo poder levantarme. Cárgame.

Él solo sonrió. Se paró de nuevo conmigo, se giró y  me deposito en el asiento para subirse el bóxer y el pantalón mientras yo arreglaba mi vestido y le dejaba el cierre a él, ya que él fue quien me lo bajo. Me lo subió. Se agacho para que yo sea su mono araña.

-¿Disfrutaste tu cumpleaños?

-Mejor de lo que esperaba. Gracias.

-Cuando quieras – bese su mejilla y lo abrace fuerte con mis extremidades y enterré mi cabeza en el hueco de su cuello.

-Si estas incomodo por la posición dímelo.

-Tranquila, bebé. Duérmete, ya has hecho mucho por hoy, - deje un beso en su cuello y cerré los ojos.

Espero no aflojar mi agarre  y caerme. No quiero pasar pena, no con Niall.

Niall comenzó a cantar:

 “no sé cómo… describir tanta belleza, si en realidad admirarte, a mi nada me cuesta.

Me vuelve loco tu sonrisa, y tú mirada, las palabras de tu boca… “

Me dormí.

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Les tengo un chiste, o no sé lo que sea: Vieron que coloque ik «me dormí» así hago yo cuando mi mamá me dice que le haga comida y yo como soy la hija más kúl de la casa me hago la dormida pero al final termino haciendo comida, lo sé, soy bur de pasa’.

 La música es de Servando y Florentino por si la quieren escuchar la única que me gusta de ellos y se llama “no sales de mis pensamientos”

Voten y comenten xxxxx. 

Willy por detrás. (Niall y tú) *HOT*Where stories live. Discover now