Fue en ese momento en el que le perdí el hilo a la conversación para terminar mi cena, la idea clara era destruir a los neófitos, y Jasper podía enseñarnos. Esme quería que los Denali nos ayudaran, pero al igual que Edward, dudaba que nos ayudaran. Eran un clan pacífico y lo que meno querían ahora era meterse en problemas.

Él también sopesaba la posibilidad de que nuestra familia sea el objetivo de aquel aquelarre, pero Alice murmuró que por el momento no era así. Con una idea más clara de que buscar parecía haber recuperado algo de confianza, confianza que rápidamente perdió al decirnos que solo veía destellos pero...

-Espera, ¿¿eso no pasó hace...??

Murmuré, Edward y yo nos miramos a la par.

-¿Qué pasa?

Preguntó Esme con ese tono calmado que nunca perdía y miramos a Alice.

-Alguien conoce acerca de tu poder, como cuando yo era niña... ¿No recuerdas?

Una de las travesuras que solía hacer cuando niña, era en el juego de las escondidas, siempre intentaba sentirme indecisa cuando jugaba con Alice. Parecía ser lo mismo, pero a una escala mayor que un simple juego de niños.

-Se trata de alguien que sabe que no vas a poder ver nada hasta que se tome la decisión, alguien que se oculta de nosotros y juega con los límites de tu presencia.

Me secundó Edward.

Rápidamente hicieron mención de Aro, pero aquello me parecía imposible, había crecido temiendo y respetando a la jerarquía más alta de los vampiros y me parecía absurdo que rompan sus propias reglas por algo tan infantil como los celos.

-Debe de ser un vampiro con cierta experiencia...

Murmuré, el morder a alguien para volver un neófito... ¿Acaso eso era algo que uno decidía? Las víctimas no tenían ningún parecido unas con otras, diferente edad, diferente género, diferente raza.

Algo dentro de mi me decía que quizás, solo quizás...

-Puedan ser ellas...

Mi familia se quedó quieta como estatua una vez más, pensando en lo que acaban de decir.

-¿Por qué lo crees?

Era la primera vez que Rosalie hablaba, pero yo solo me quedé mirando los árboles de afuera.

-No tienen miedo de los vulturis, no tienen entrenamiento, se mueven por la sed. Bella jamás conoció a las autoridades, nunca escuchó de ellos, y dudo que Victoria lo haya hecho... No podemos dar nada por hecho, pero teniendo en cuenta lo ocurrido estos meses, es una gran posibilidad.

¿Debería de estar aterrada? Quizás, pero lo cierto es que todas las emociones habían abandonado mi cuerpo para este punto.

Aquelarres en guerra, personas que se matan los unos a los otros no eran nada comparados con vampiros a los cuales no se les podía ordenar. A pesar de estar frente a la muerte en dos ocasiones, en la última no tuve miedo. Confiaba en mi don.

Pero ahora...

¿¿Qué pasaba si...??

¿Me volvía una completa carga para mi familia?

Si era cierto que eran ellas, se desvivirían por protegerme, me levanté como pude aún observando los árboles, pero sentí los brazos de Edward a mi alrededor mientras que los demás discutían acerca de si pedir ayuda al clan Denali o ir a entrenar de una maldita vez.

Sin embargo pasó algo que no me podía creer.

-¡¿En serio esos dos?!

Ahora si se me cayó la quijada de la sorpresa, aquella me parecía una situación tan cómica.

-Laurent, no sabía que lo habían matado los lobos.

Me giré a ver a todos, era cierto que no se los había contado, sin embargo no le había prestado la suficiente atención.

-Irina quiere vengarse de los lobos, solo nos ayudara si le damos nuestro permiso.

-¡QUE SE VAYAN A LA-!

Edward me tapó la boca antes de siquiera terminar la frase en frente de nuestros padres mientras que podía pensar en mil y un cosas. Los chicos habían matado a Laurent cerca del mismo lugar donde se habían encontrado las pertenencias de Bella junto a aquel rastro de sangre seca.

-¿Por qué la matarían?

'Ellos matan a todo aquel extraño que se acerque, fue justo en el mismo prado al que llevaste a Bella...'

Pensé mientras que aún intentaba quitarme su mano de la boca pero parecía ser sencillamente inútil.

-Esa es una buen razón, pero... ¿No crees que?

'Puede que él haya convertido a Bella, o fue Victoria, dudo mucho que haya regresado solo porque si. Probablemente con quien se encontró primero fue con ella.'

Respondí pensando que quizás, aquel día, él no llegó a terminar el trabajo... Victoria me odiaba, quería acabarme por lo que mi familia le hizo a James. Pero también odiaba a Bella por su 'relación' con Edward.

Aunque bien lo dijo Jacob, cualquiera con dos dedos de frente se habría dado cuenta de lo que todos aquí sienten, dos almas gemelas no pueden separarse aunque lo intenten.

-Pues aún podemos ganarles, tenemos habilidad, años de experiencia... ¿pero a qué precio...?

Noté como Jasper miró a Alice y desvió la mirada, literalmente rompí en llanto asustando a Edward el cual comprendió el terror en mi mirada.

No, en lo absoluto me negaba, no perdería por tercera-y quizás última- vez a mi familia.

Estrella fugaz ||Edward Cullen y tú|| ||3° Libro|| ||Saga Crepúsculo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora