Capitulo 3.

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SUNSHINE BLACK TENÍA el cabello castaño claro hasta la cintura y hoyuelos en los codos y las rodilla. Es estaba sentada fuera de la cabaña, en la hamaca de porche.
Una pierna flexionada colgaba del borde, mientras tomaba un vaso de té helado, la mirada perdida en espacio. Teníamos la misma edad y, si bien no éramos realmente amigas, éramos las únicas vecinas. Y supongo que eso equivale a serlo.

Me miró mientras subía los peldaños irregulares de madera (el papá de Sunshine había construido él mismo la cabaña), y luego movió las piernas para dejarme lugar a su lado.

-Hola, Violet. Qué anda pasando en tu vida?

-En realidad, mucho.

Un cuervo graznó entre los árboles que estaban arriba de nosotras y aspiré el fuerte aroma de los pinos, que se captaba mejor en lo de Sunshine. Su casita estaba más retirada del oceano, emplazaba dentro del bosque. Al costado del porche había plantas de tomate que también desprendían un suave aroma a tierra.

-¿Ah, si? ¿Dónde está Luke? ¿Qué hace hoy?
-Luke está fastidiando a Maddy. Sabe cuánto detesto que la bese, y ella es demasiado estúpida como para rechazarlo. Él la manipula. Es un manipulador. Una vez dije que ella era dulce e inocente como una niña de un cuento de hadas, y entonces no pudo evitar corromperla. Pero ya basta de hablar de Luke. Tengo novedades.

Levemente interesada, Sunshine enarcó una ceja.

-Tengo un inquilino en la casa de huéspedes. Ya se mudó.

Los ojos de Sunshine se agrandaron un poco. Tenía ojos color café y entrecerrados, que le daban un aspecto seductor, tipo Marilyn Monroe, y era probable que eso provoca que los chicos imaginaran cómo se vería después de besarla. Mis ojos eran grandes y, según Luke, eran ojos que miraban fijo, de sabionda. Creo que eso significa que tengo una mirada penetrante, lo cual es posible que sea lo mismo, pero suena muchísimo mejor

-¿Es viejo? ¿Degenerado? ¿Un asesino serial? ¿Te violara en me dio de la noche? Te dije que no buscarás un inquilino. No entiendo por que, si necesitas dinero, no consigue un trabajo y listo.

Le arrebaté el vaso de té helado de la mano y bebi un trago.

-No puedo conseguir un trabajo. Si vienes de una familia de mucho dinero, tienes que gastarlo todo y luego embriagarte y morir en una zanja. No esta permitido trabajar. De todas manera, el tipo no es viejo ni asesino serial. Es joven, de nuestra edad. Sus padres lo dejaron como los mios, y vino a vivir Eco. Se ponia que debia quedarse con su tío pero no quería. De modo que ahora está en el jardín trasero de mi casa.

Sunshine colocó el brazo alrededor de una de sus pálidas rodilla.

-Bueno, nuestro verano se ha vuelto más interesante. ¿Que aspecto tiene?

-Está... está bien. Parece tener dinero, estilo retro. Tiene una buena sonrisa medio torcida.

Mi vecina se mostró contenta.

-¿Cómo se llama?

-River West.

-¿En serio? Suena inventado.

-Mira quién habla, Sunshine Black - incline el vaso para beber el final del té-. Tal vez si lo invento. No le pedi ninguna identificación.

Sunshine sacudió la cabeza con expresion de reprobación.

-Eso fue una estupidez, Violet. Eres tan ingenua. Mira, tendremos que conseguir su registro de conductor y fijamos. Yo me encargo. ¿Luke todavía tiene el vino de cerozo que hizo en el otoño?

-Supongo que sí -encoge de hombros-. Creo que hay dos botellas en algún lugar de la bodega.

-Muy bien. Entonces todos nos embriagarnos y yo dejare que el desconocido de tu casa de huéspedes me bese donde quiera.

Mientras tanto, le robar la cartera.

-O yo le pido que me deje ver su documento -no me gusto la idea de que Sunshine besara a River, o que hiciera cualquier otra con con él. Lo que fuera. La perspectiva de un verano entero con ellos dos traspirando y gimiendo en la casa de huéspedes me llenó de un terror helado. Además, River era mío. Y por mío, quiero decir que yo lo ví primero. Y por lo ví primero, quiero decir que no parecía ser el tipo de chico que se embriagaria con vino casero y trataría de besar a
Sunshine.

Mi amiga echó a reír.

-¿Y donde está la diversión? Violet, estos frunciendo el ceño.

-No es cierto -dije ,aunque estaba totalmente segura de que lo era.

Oí pasos en la grava y levanté la vista.

Luke. Venia por el camino oscuro y flanqueado por árboles de la casa de Sunshine, los jeans caídos sobre su estrecha cadera y una camisa que ajustaba demasiado los estúpidos músculos de su estúpido pecho, de una forma que, estoy segura, a Maddy le encantaba.
Y a Sunshine, también.

Tantos ojos castaño-verdosos de mi madre, pero, en linea generales, se parecía s papa, con el cabello cobrizo, la frente amplia y el rostro cuadrado.

El cuervo grazno otra vez sobre nuestros cabezas y sopló un fuerte te vientos del mar, que atravesó violentamente los árboles y sacudió todas las pinochas vendes. Ese sonido siempre me erizaba la piel, de manera agradable. Era el sonido que escucha la institutriz de unos huérfano en una novela, antes de que una mujer demente prenda fuego las cortinas de la cama.

-Hola, Sunshine. Hola, hermana.

Le lanzó a Sunshine la sonrisa de suficiencia, se echó el pelo hacia atrás y trato de lucir altanero y despreocupado. A mí me parecio que resultaba estúpido, pero a Sunshine, no. Ella bajó las pestañas, se estiró hacia atrás deslizó el cabello largo por arriba del hombro para que se balanceara sobre la costillas de una manera que a ella le parecia sexy.

-Hola, Luke. ¿Cómo esta Maddy? -Sunshine se corrió más cerca de mi para que Luke pudiera sentarse del otro lado.

-Huele a café. Pero eso es bueno, porque a mi me gusta el café. Violet, ¿por qué no vas a casa y me prepara un poco?

-Callate la boca. deberías hacerme café a mí. Acabo de conseguir dinero para que compremos comida. Y volvamos a tener telefono -hice una pausa dramatica-. Un desconocido contesto mi aviso y quiere alquilar la casa de huespedes.

-Estas bromeando. ¿Esa idea tonta realmente funciono? -levantó la mano y luego la dejó caer en el muslo de Sunshine, que sonrió.

Me estiré y le aparte la mano de un golpe.

Si Sunshine hubiese sido varón, mi hermano y ella habría sido mejores amigos. Pero Luke nunca seria amigo de una mujer, aun cuando les gustaran las mismas cosas como encerrarme en armarios con chicos brutos de la escuela o quemar los libros que estaba leyendo.

Luke y Sunshine habían andado juntos desde que ella se mudo aqui. Antes, habia vivido en Texas, Oregón, Montana... Aparentemente, donde se necesitaran los servicios de sus padres bibliotecarios. Cinco años atrás, justo después de que murió Freddie, mis padres se quedaron sin un centavo y tuvieron que vender dos hectareas y media de bosque de nuestras tierras. El padre de Sunshine habia crecido aqui, de modo que compró la tierra, construyó una pequeña cabaña, se mudó a Eco con su familia y se encargó de manejar la biblioteca del pueblo con su mujer.

Sunshine se apretó más contra Luke y él volvió a apoyar la mano en el muslo de ella, todavia más arriba que antes.

Entre el Demonio y El Profundo Mar Azul.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora