13. Perdón, pero no lo siento

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Ese dia, Arnold se sentía muy mal, había peleado con Melissa, ya que esta insistia en que conociera a sus padres, pues llevaban saliendo un par de meses y obviamente era el siguiente paso en su relación, pero el rubio aun no se sentía seguro de dar ese paso y para colmo, su abuelo se había sentido mal últimamente, estaba muy enfermo a pesar de que negara cualquier síntoma, ello se debía también al hecho de que habían internado a su abuela hace poco en el hospital, sabía que estaba deprimido, pero lo mejor era que ambos estuvieran internados, al menos tendrían mejores cuidados en el hospital, pero sabía lo terco que era su abuelo 


Por otro lado, la escuela era otro tormento para él, debido a cierta jovencita rubia y su joven y apuesto novio castaño, quienes nada más daban un paso por los pasillos de la escuela y una ola enaltecida de fanáticos los rodeaba, caminando por el lugar era como si fueran los reyes de la escuela, tomados de la mano y con la estúpida sonrisa de Harry presumiendo a Helga como la chica mas hermosa de la jodida escuela y claro, como su novia


-Hola- escucho que le llamaban 


Una arrepentida pelinegra le miraba apenada


-Hola, Melissa- le respondió Arnold sin importancia y siguió su camino 


-Arnold, por favor, disculpame, se que eres muy tímido al respecto y por eso no quería presionarte para que aceptaras conocer a mis padres, perdón- le decía la joven 


El rubio se sentía morir, no era eso lo que pensaba, él no era tímido, simplemente, ya había entendido que había utilizado a la pobre Melissa como clavo que saca a otro clavo y ahora, no sabía cómo remediarlo, ya no quería ilusionarla más 


-hablemos más tarde- le dijo apenado, esa misma tarde explicaría todo y terminaria con ella 


Ya no quería sentirse mal, se sentía patético y no quería arrastrar a nadie con él, esa semana debían entregar el reporte de su trabajo social, Arnold había ayudado en la biblioteca, todo porque Melissa le había pedido inscribirse a ese trabajo, esto había ocasionado muchas peleas en casa, pues su madre le había dicho que se podía inscribir como voluntario en el hospital donde estaba internada su abuela y obviamente, se enojó más al saber que el rubio no se inscribió por su novia 


-¿cuántas veces te he dicho que no dejes tu ropa tirada por ahí?- le reclamó su madre entrando en su habitación 


-mama, podrias haber tocado- le reclamó el rubio 


-yo puedo entrar a donde sea- le regaño 


-Stella, cariño, ¿no estás siendo muy dura con él?- comentó su padre tratando de defenderlo 


-no, Miles, hemos educado a un insensible que prefiere largarse con su noviecita- dijo su madre muy molesta 


Era evidente que su madre todavía no lo perdonaba y faltaba mucho para que lo hiciera, pero lo que Arnold no sabía es que no estaba enojada solo por que no se inscribió donde ella le pidió, pues en el hospital de Hillwood, una hermosa jovencita rubia se había ganado el apodo de "el ángel guardián" por parte de los pacientes 

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⏰ Last updated: Jun 18, 2020 ⏰

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My personal stalkerWhere stories live. Discover now