- Cierra la puerta Yoona, y por favor... no estoy para nadie - había dicho mientras pudo.

A Jungkook le fue difícil disimular frente a la secretaria, sobre todo cuando Jimin estaba todo provocativo y jodible; sus ojos desnudaron al rubio y lo devoraron sin poder evitarlo. Yoona notó eso, pero prefirió no pensar en ello y solo cerrar la puerta. Que el joven y apuesto esposo del cirujano haya visitado al arquitecto era algo nuevo, pero la forma en que había vestido para verlo la dejaba pensando en un sin fin de posibilidades. Sabia que el matrimonio del joven Jungkook estaba apunto de terminar, pero el matrimonio de los Kim era el mas envidiado por todos.

Apenas la puerta fue cerrada no hubo tiempo de corroborar que estuviera con el seguro puesto. Jimin se trepó en el cuerpo de su hombre y sin pensarlo mucho sus labios fueron a parar en los delgados de Jeon y ambos se fundieron en un excitante y apasionado beso

El fornido hombre no puso resistencia alguna.

Poco le importaba si alguien podía verlos, además la última vez que se vieron había sido muy corto para tantas ganas que se tenían. Sus grandes manos dieron fe de ello cuando recorrieron el cuerpo del rubio sin un ápice de gentileza - Que pasa amor. ¿Estas cachondo? - dijo entre jadeos, Jungkook no pudo evitar reprimir sus deseos por poseer el cuerpo del rubio ahí mismo, pero era tan mala idea cogerlo sobre el escritorio. Además ambos eran muy ruidosos, todo el mundo lo iba a notar.

Tomó la pequeña cintura y sin mucho esfuerzo lo sentó sobre el escritorio, Jimin era todo gemidos y jadeos cuando su hombre le había abierto las piernas y se había colocado entre ellas, quería tener un mejor acceso a sus hermosos pezones para lamer y chupar la cálida protuberancia ansiando dejar marcas como no pudo hacer aquel día

- Ju-Jung-kook... - gimió el rubio - Aquí... aquí-no-a-mor...

Jungkook estuvo a punto de bajar sus pantalones y darle a su chico lo que tanto quería pero se detuvo

- Aquí no bebe - volvió a repetir. Sus manos buscando los botones de su vestuario para poder acomodarse y calmar sus hormonas - Vámonos... he venido por ti

¡Santo Dios! Jungkook tenia la boca babeante debido a lo atrevido que era Jimin. La lujuria brotando por cada poro de su cuerpo. Lo observó vestirse y ponerse de pie mientras se abrochaba sus propios pantalones pero, ¡dios! estaba muy duro y dolía como la mierda.

Minutos después, cuando ambos estuvieron mas calmados y contenidos; y como si nada hubiera pasado, Jungkook habló:

- Cariño, sal tu primero y espérame en el auto.

Jimin sabía a donde iban a parar ambos. Pero debía tener cuidado de que nadie los viera juntos; corría el riesgo de que los descubrieran al ser tan imprudente en ir hasta la oficina de su amante. Aun así asintió con una sonrisa y salió tan pronto como pudo.

Jungkook debía esperar un momento, por lo menos lo suficiente como para dejar que nadie sospechara. Era difícil salir en medio de una reunión importante cuando su padre todavía gobernaba su vida como si fuera un chiquillo de dieciocho pero ¡por dios!, Jungkook tenía veinticinco y ya era padre, y aunque no era muy mayor para dirigir la empresa de su padre y tener una familia, se consideraba lo suficientemente maduro para todo ello; pero por favor que alguien le diga al viejo; su futuro dependía de sus decisiones, nunca olvida que fue su padre quien lo llevó a la desgracia cuando le presentó a Jin. El viejo lo había presionado en casarse con él pues Jin era rico y había heredado todos los bienes de sus padres cuando estos fallecieron; a su padre no le había tomado mucho tiempo comprar la constructora Seok y apoderarse de la firma.

Su cabeza era un lío, Jimin debía tener sus razones para venir a la oficina y encontrarse tan temprano y no a la hora del almuerzo, ahora debía ser cuidadoso al salir pero ¡joder! el problema era su secretaria, ella preguntaría por la reunión.

De todas formas saldría de ahí.

Ajustó su corbata y se colocó el saco; y sin mas abrió la puerta.

Estaba listo.

- ¿Señor Jeon?

Por mas que quiso seguir adelante e ignorar el llamado de su secretaria no pudo. Así que se detuvo justo en frente de ella - Yoona, tengo prisa, en cuanto regrese hablaremos de lo acordado en la reunión

- Pero señor Jeon, es su padre - dijo agitando el teléfono, su rostro mostrando mucha preocupación - Dice que si no hago que conteste va a despedirme

El hombre maldijo al viejo internamente, sin embargo al ver el rostro de la chica le causó pena - Te he dicho cientos de veces que eso no va a pasar, Yoona - con enfado tomó el teléfono y habló: - Que quieres papá

El viejo resopló - No te encargarás de la presidencia con esa actitud Jungkook, estás siendo un inepto al permitir que otros tomen decisiones.

- No lo soy papá. Algo importante se presentó es todo, y no puedo seguir hablando. Debo salir.

- ¿A cortarte el cabello?

- ¿Que?

- Juro que te he visto con el cabello mas largo que de costumbre y necesito que causes una buena impresión en las reuniones, si no puedes cuidar tu apariencia, no me imagino lo descuidado que debe estar mi nieto.

Eso no era cierto, Jungkook era joven y amaba su cabellera algo larga y negra. El pequeño Harry también tenía el cabello negro y se veía hermoso. En definitiva cortarse el cabello no estaba en sus planes - Mi apariencia es lo que menos te debe importar papá. Mi habilidad para hacer negocios y llenarte los bolsillos debería ser tu prioridad.

Con enfado soltó el auricular y colgó. Ya había hecho esperar a Jimin lo suficiente.































































************************************

Señoras y señores...














Con ustedes:



















LARRY...














LARRY

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


No es cierto.
















Lo siento.
















Este es... El verdadero Larry

















 El verdadero Larry

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A ESCONDIDAS (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora