Murmuré cuando recordé que habían cazado a Laurent, pues solamente acabaría su venganza cuando le quiten a mi familia algo igual de preciado.

Yo...

-¡¿Pero por qué Bella estaría con ella?!

Estaba a punto de ponerme histérica y no podía siquiera mantenerme en pie, de no ser por el agarre firme de Edward ahora mismo estaría en el suelo.

-No estamos seguros, algunos de los nuestros piensan que quizás la noticia de que este sujeto te está cortejando haya podido llegar a sus oídos.

Un vampiro se pone vengativo cuando le quitan a su pareja, nadie dijo que era necesario matarle...

-Jacob ya basta...

La voz de mi querido salió de forma cordialmente amenazante, cosa que me sorprendió, se estaba enojando a pesar de que le había dejado hablar.

-Merece saberlo, debe de estar alerta. Si es una sola ella podrá, es fuerte, más de lo que piensas...

Levanté a duras penas la cabeza solo para notar como las facciones de Edward se crispaban en un sentimiento que solo pude ver alguna vez, cuando él creyó que había fallecido.

Estaba sufriendo.

-¡Jacke ya basta!

Exclamé a voz en grito, causando que ambos salgan de su trance.-Perdón, yo no...

-Tranquila, es mejor así. No quise hacerlo... Solo no puedo evitar recordarlo, aún así ya les hice perder bastante el tiempo.

¡¿Cómo esperan que vaya a la escuela después de esto?!

Si, aún así me hicieron venir a la escuela.

Me encontraba con la quijada encima de la mesa blanca del comedor, con Edward intentando tentarme con comida al igual que Jasper, y Alice preocupada porque veía que no haría las tareas de ese día.

Y es que ya no tenía ganas de nada, por qué no había venido por mi antes? Ah cierto, ya me hago una idea...

Mi nombre últimamente se había vuelto famoso entre los nómadas y merodeadores de la zona, la humana que puede mandarle a los vampiros. Mi don innato, mi maldición.

Cualquiera en su sano juicio que conoce el poder que me cargo se lo pensaría dos veces antes de importunarme, y es que como olvidar al bully que intentó violarme en el baño de niña durante la secundaria?

Aún recuerdo el regaño que me llevé por parte de dirección cuando descubrieron su cabeza estampada en la pared, con las nariz rota y algunos dientes en el suelo. Aún se preguntaban como una chica bastante delgada había logrado hacerle frente al mejor beisbolista del último año.

Y que suerte que no estuvieron mis hermanos, aunque si que le atormentaron durante el resto de nuestra estadía allí. Pero sinceramente de no ser por ellos, fácilmente podría haberle ordenado que se matara...

Una chica que tenía un don tan increíble, que podía pedirte que te mates, y lo harías sin pensarlo. Por esa razón no me afectaba estar rodeada de vampiros o licántropos, porque si lo pensaba bien, era más peligrosa que ellos.

-Por esa razón ella no se acercó a mi...

Susurré, sabía bien que Edward había leído mis pensamiento pues noté cuando se puso rígido a mi lado, dejando la cajita de leche con chocolate en la mesa.

Por otro lado no podía evitar pensar...

Como es que la moto de Jacob puede cargar semejante gigante sin partirse en dos?

Escuché rápidamente como la carcajada de alguien sonó a mi lado, Edward se estaba riendo por mi ocurrencia, y se había relajado. Tenía un brazo encima de mi silla por lo que aproveché para acurrucarme rápidamente a su lado mientras que aún le esuchaba reír, en absoluto deseaba que él se preocupara tanto por mi.

Al momento de posarme así, susurré una pequeña orden, necesitaba pensar las cosas sin sentir que violaban mi espacio mental nuevamente.

Veamos... Entonces Alice vió no solo a Victoria, sino también a Bella. Ambas están enojadas, una con los Cullen en general y la otra conmigo, y ambas tienen en claro su objetivo. Mi cabeza.

A continuación Emmet y Jasper habían estado buscando a ambas por la zona, lo que pasó el último fin de semana en el que Edward me sacó de la ciudad, pero mientras que perseguían a las mujeres una de ellas traspasó el limite y justo los chicos se encontraban cazándolas también. Se armó la revolución porque Paul no había podido contenerse.

Nadie había salido herido pero les perdieron la pista a las dos, entonces palidecí... Qué pasaba si le hacían algo a Charlie en mi ausencia?!

De repente un papelito llegó enfrente a mi con un bolígrafo, y allí estaba su perfecta caligrafia que siempre dejaba en vergüenza mi pobre capacidad de escribir cartas.

Ocurre algo?

Sabía que se había dado cuenta de mi repentino dolor de cabeza, así que decidí desfogarme.

-PUSIMOS EN PELIGRO LA VIDA DE CHARLIE!

Sentí su risa para luego verlo escribir otra vez.

-No fue así, él estaba bien, ellas no lo buscan.

Sentí como un escalofrío recorría mi cuerpo.

-Lo único que tengo en claro es que Charlie debe irse pronto de la ciudad.

Susurré mientras que él escribia algo rápido.

-Tenlo por seguro, no pondríamos su vida en peligro nunca, no te preocupes.

Suspiré.

-A la proxima no me lo ocultes.

Algo me decía que volverían, a una la alimentaba la venganza, a la otra eso y la sed. No tenía realmente de otra más que esperar a que quisieran cazarme nuevamente.

El resto de día pasó de lo más normal posible, eso claro exceptuando a chicas que habían visto tanto anime que no paraban de cotillear la manera en la que se le confesarían a Edward después de clases.

En primera instancia me sentí muy mal por ellas, porque no lo encontrarían después de clases. Lo encontrarían en la puerta, esperándome...


Estrella fugaz ||Edward Cullen y tú|| ||3° Libro|| ||Saga Crepúsculo||Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz