Solo una Noche (Jikook)[Adap.]

★彡Chapter 5彡★

—Amor, espera~

Gritaba Jimin con desesperación e insistencia a su mejor amigo, ya que en los últimos días, no mas bien desde aquella salida con Seulgi, le había quitado el habla.

Bueno en si, sí le hablaba, pero no como de costumbre, no como él quería que le hable.

— ¡No molestes, Jimin!— respondió Jungkook, por su forma tan tosca de responder se notaba que estaba muy enojado, seguía su camino por los pasillos de la universidad, sin darle importancia las insistencias del otro e ignorándolo por completo — Te deje bien claro; que si no arreglabas las cosas con tu prometida, no me dirigieras la palabra.

—¡¡Aish, kookie!!— dijo con frustración el rubio— No seas así — seguia trotando tras de este.

— Yo soy, como soy — fue lo único que dijo el castaño y siguió su camino sin mirarle.

— Que terco — pensó Jimin.

Y con ese último pensamiento, no pudo evitar sonreir con cansancio, su Jungkook era muy extraño en algunas ocasiones, nada de lo que hacía él lo hallaba correcto, a veces no le llegaba a comprender por completo, pero le encantaba no hacerlo, era todo un reto hacerlo.

— ¡Te atrapé! — grito con emoción.

Le apreso fuerte entre sus brazos, no dándole ningúna posibilidad de escapar.

—¡No Jimin, suéltame!

Pataleaba y se removía como una lombriz tratando de zafarce, pero sabía que era en vano.

—No te voy a soltar — dijo entre sonrisa, y beso de manera inocente su nuca, sin saber lo que provocaba en su amigo.

Jungkook dejo de patalear y respiro profundo debido a la gran sensación que sintió por aquel cálido beso que le dió su amigo, en aquella parte sensible.

—T..te dije q...que m..me sueltes Jiminie — hablo entrecortado debido a lo nervios.

— Y yo te dije, que no lo voy hacer.

Nervioso el castaño observó todo su alrededor, no quería que nadie los estuviese viendo, pero gracias al cielo, solo pocos los medio veían y seguían haciendo lo suyo, y otros simplemente pasaba de largo no dándoles importancia a lo que hacían.

Al parecer tenían cosas más importantes que hacer, que verlos hacer niñadas.

—Jiminie suéltame, por favor— volvió a decir Jungkook más calmado.

—No — deposito otro beso en aquella pálida piel — No — volvió a dar otro corto besito — Y no — termino de dar varios besitos más.

El castaño resignado se dejo hacer, Jimin al parecía no tener intenciones de querer detenerse.

—Mi Jungkookie huele muy bien — volvió hablar — Siempre hueles a vainilla, muy dulce —fue aflojando su casi fuerte agarre y le volteó para que le mirase — Me encanta — le sonrió de la manera más tierna que hacía enloquecer al castaño.

Jungkook esquivó su miraba casi al instante, su hermoso rostro lo sentía caliente, de seguro estaba más rojo que un tomate, odiaba sentir aquello aún.

Lo intentó, él en verdad intento dejar de quererlo.

Pero el rubio se portaba de una manera, que le dejaba sin palabras, sin ganas de querer olvidarlo.

Luego aparecía Seulgi en su mente, aquella buena chica, que no se merecía ningún mal, ni ella ni mucho menos su Jimin.

Ella era la razón por la que tenía que dejar ese amorío que sentía por su amigo, bueno y por el bien de él también.