Capítulo 22 | Ring de boxeo

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Aún no entraba mucho en mi cabeza que estuviera implicado en todo esto. Sí, tenía todo el porte de chico malo que te dejaba pensado si en secundaria solía meterse en peleas o no. Pero, de peleas en estacionamientos a pelear en un cuadrilátero por dinero, había una gran diferencia.

Peter salió del pasillo con una sonrisa en rostro, dejado que la gente a su alrededor lo adulara e hicieran crecer el doble su ego. Llegó hasta el ring y subió a él para detenerse junto al chico.

—¿Alguien más sintió un calor por todo el cuerpo cuando entró? —Volteé los ojos al ver cómo la gente comenzaba a gritar de nuevo e intentaban acercarse más al cuadrilátero—. Bueno, bueno, ¿Presentamos al otro contrincante? —Más gritos—. Este chico es nuevo en la ciudad, pero no en el mundo de las peleas. Tiene un muy buen historial de peleas legendarias en otros países.

¿Peleas legendarias? ¿Kaden?

No tenía idea de cuantas peleas presentaban en una noche, ya que la última vez no me quedé para averiguarlo, pero si estaban hablando de él... No estaba para nada enterada de que había sido de su vida este último año como para que estuviera involucrado en todo este mundo.

Kaden siempre había sido tan contrario a todo lo que mostraban aquí. Nunca se metía en una pelea de no ser por defender a alguien que lo necesitara. No lograba entender cómo había terminado en todo esto.

Recordaba como él y Kyle se había metido en una en el primer año de los gemelos, pero todo había sido para defender a mis hermanos y a otro par de chicos de un idiota que estudiaba con ellos el último año. También recordaba las veces que había tenido que salir a separarlos cuando algún idiota intentaba pasarse de listo conmigo... 

¿Kyle sabía lo que había estado haciendo? ¿Por qué no me había dicho nada? 

—Redobles, por favor, para darle la bienvenida por primera vez en este ring a... ¡Kaden Anderson!

Kaden salió del otro lado del ring, caminando con tranquilidad entre la multitud. Muchos de los que lo rodeaban aplaudían, gritan e intentaban tocarlo. Yo, por el contrario, me levanté de mi mesa y comencé a bajar para tratar de acercarme al cuadrilátero. A él. Terminó de llegar hasta el ring y subió a él para caminar al centro y saludar al presentador.

Noté el desconcierto en la mirada de Peter y como ambos se movían para hablar entre sí. Por la forma en la que Kaden estaba parado, algo me decía que esto no iba a terminar bien. Mucho menos por la burla que Peter estaba dejando salir referente a toda la situación.

Recordaba que ambos habían mencionado una pelea en algún bar. La burla de las palabras de Peter aquella noche, también el rencor en el tono de Kaden al saber que Peter era nuestro vecino. Luego al verlo en mi habitación...

Definitivamente esto no iba a terminar para nada bien.

Tuve que empujar a unas cuantas personas para poder llegar al borde del cuadrilátero. Uno de los hombres de seguridad no me había permitido el paso, pero cuando la voz de Kaden resonó detrás de él, no se opuso a que pasara.

—¿Qué mierda haces aquí, Alexa?

Sí... en definitiva, no estaba feliz de verme acá.

—Pues, venir de compras, ¿No se nota? —Volteó los ojos mientras se agachaba para quedar a mi altura—. Te dije que no vinieras y lo hiciste, ¿Por qué yo debería hacer lo que tú me dices?

—Porque es por tu jodido bienestar. Este no es un lugar para ti...

—Tampoco lo es para ti —lo interrumpí. Di un paso hacia adelante y alcancé su mano para apretarla—. ¿Qué haces en todo esto? Este no es un mundo para ninguno de los dos, tú no eres así.

Dulce BonhomíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora