Esa noche fui a casa de mi primo y le conté lo sucedido, pero al ver su rostro de total disgusto y como me despreciaba me sentí muy mal conmigo. Por supuesto el me regaño y me dijo que eso no se hacía, es mayor que yo, pero esa vez me trato como un niño de 3 años que se atreve a comer algo del piso y es regañado por su madre. Me sentí así. Yo sabía que eso estaba mal. Sentir algo por alguien del mismo sexo está mal, eso es una deshonra para cualquiera, era una abominación.

Trate de convencerme de que no sentía nada y lo logre. Pero con el paso del tiempo todo volvía a ser igual. Cada vez que el estaba conmigo, que dependiera de mi, que estuviera conmigo sin importar el día o lo que fuera, me hizo darme cuenta de que lo quería y no podía negarlo, aunque tenía que hacerlo. Si le dijera él se alejaría y no quería eso.

Seguí buscando entre los cajones y demás, pero no encontré nada. Suspire frustrado y me puse a pensar en donde podría estar la dichosa caja. Antes de que siguiera buscando y recordando el pasado, Niall apareció con la caja en sus manos y con una sonrisa en el rostro.

 –La encontré – se tiro en su cama feliz y con la caja sobre su estomago.

 –Ah – suspire – creo que te comprare un buscador o algo así. Sabes, me despertaste antes. ¿Sabes lo que es eso? – me puse sobre el haciéndole cosquillas.

–Ya, lo sé, lo sé – se retorcía en mis manos –. Ya Zayn – decía jadeando y se libero de mí.

–Me debes unas horas de sueño y mi desayuno.

–Gracias.

–Eso no lo compensa.

–Bien, te prepare algo. No puedo devolverte tu sueño pero algo habré de hacer.

Sonrió y me enseño la lengua. Ya sabía cómo podía compensármelo.

Desayunamos y después insistí en que saliéramos. Niall no quería porque quería ver su caja y asegurarse de que todo estaba allí. A veces sentía celos de una simple caja llena de recuerdos pero es algo que no podía dejar y yo no se lo iba a quitar, no era quien para hacerlo.

Salimos y no pude ser más feliz. El día de ayer había sido increíble, tenerlo a pocos centímetros de mí me hizo sentir que mis sentimientos aun estaban allí y que no desaparecían así como así.

Si lo intente, intente salir con una chica pero no pude. Perrie se mostro muy gentil por aceptar que le dijera que me gustaba alguien más, ella me contesto que de todas maneras a ella le gustaba otra persona, por lo que no sentí tanta culpa. Pero engañarme en salir con una chica solo para aparentar que de quien estoy enamorado en verdad es un hombre, era algo difícil.

Todos los días eran algo maravilloso para mí y no podía agradecer por eso. Estaba mal lo sé, pero como negar al corazón lo que quiere. Lo llevaba de la mano de allá para acá, diciendo que si le gustaba esto y aquello. Pero el solo me miraba como un comprador impulsivo y demás. Como esa vez que le compre chocolates, no entendía cómo es que termine llegando a su casa con unas bolsas llenas solo para él. Estaba loco. Pero me enloquecía más el hecho de que alguien le regalara algo a él. Cuando vi esa caja, supe que no era de Perrie, si, lo supe en cuanto la vi. Era roja, yo amo el color rojo, cuando la abrí supe que no podía estar equivocado, me la compro él. Pero el dilema era ¿Por qué no me la entrego?

Y aun mayor, ¿Por qué hui? Simple… miedo al rechazo, no estaba listo, de momentos lo estaba pero luego quería salir huyendo y ocultarme donde nadie me viera. Pero pronto llegaría el momento en donde lo diría.

Llegamos a su casa y lo deje allí. Me sonrió y se metió a su casa. Sin antes decirme gracias y darme un abrazo. Sus brazos eran mi consuelo y no me cansaba de ellos.

Lo vi entrar y fui a mi casa. Pensar en ese día seria mi manera de sobrellevar los que le seguían.

El lunes llego para mi infortunio. Aunque ansiaba por ver a Niall un día más.

Me la pase con él hasta que tuve que ir a clases de judo, eso era al final del día y el iría a clases de baile. Otro de mis pecados era verlo bailar. Me encantaba verlo sudar y como se movía. Si era un pervertido total pero no podía dejar de verlo una vez que comenzaba.

Mis clases de boxeo ayudaban a olvidar todo eso un momento, al menos nadie podía leer mis pensamientos si no descubrirían que soy de lo peor.

Cuando la clase estaba por finalizar a uno de mis compañeros, Josh y Dan se le ocurrió bromear con unos chicos más jóvenes que nosotros. Yo les seguí el juego y comencé a molestarlos. De pronto las cosas se salieron de control y Josh salió corriendo como loco con los pantalones de uno de ellos en las manos.

Salimos detrás de él. Corrimos y corrimos. Nos separamos en cuanto vimos que aparecían unos que eran mayores que nosotros.

Corrí hasta el vestidor donde Niall se cambiaba. El aun no salía y le pediría ayuda una vez que entrara allí. Entre sin darme cuenta de quien estaba. Para mi karma, el estaba allí. Sin camisa en uno de los cubículos a punto de cambiarse.

– ¿Qué haces aquí? – pregunto nervioso.

–Escóndeme – dije jugando.

–Ay Zayn, volviendo a hacer travesuras, deberías de dejar de juntarte con Dan y Josh. Son mala influencia.

–Pareces mi madre – reí bajito al ver como inflaba los cachetes.

–No lo soy. Ahora ve y afronta las consecuencias.

–No quiero. Sálvame – dije con un puchero.

–No.

De pronto se escucharon pasos y chicos gritando. Me habían encontrado. Lleve a Niall conmigo a uno de los baños y me encerré allí con él.

           – ¿Qué haces? – dijo nervioso.

           –Shh – le tape la boca.

Entraron de golpe al vestidor. Se escuchaban los pasos acercándose y me acerque más a Niall como queriendo protegerlo. Pero si el que estaba en problemas era yo no él. Aun así lo hice. Pero fuimos salvados. Un profesor los saco de allí por tanto escándalo y fui rescatado.

Aun no quitaba la mano de Niall. Me quede mirándolo. Pude sentir lo caliente de sus mejillas y las note rojas. Sus ojos azules, no mostraban rechazo, sólo curiosidad. El seguía sin camisa y yo estaba allí, a centímetros de su piel sin que nada me impidiera verlo.

Sentí una incontrolable emoción, quería hacer algo ¿pero qué?

Mi mano tembló y la aparte de él. Estaba tan cerca que sentí su respiración y sólo pude prepararme para lo que venía.

"JUST FRIENDS" | ZIALL HORLIK FANFICTION | ADAPTACIÓN Where stories live. Discover now