Capítulo 1

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Narra Cristina:

El díez de enero de 2015, cuando nos quedamos sin hogar por un incendio que arrasó con todo lo que teníamos.
Se decía que al parecer fue provocado, pero aun así sin certeza de sí lo fue o no, nos fuimos a vivir a otro lugar.
Mí tío Bayron, nos regaló una linda casa, la cual compró y está cerca de su hogar.
Mis padres trabajan en un hospital, mis hermanos menores Jonathan, y Alejandro siempre pasan en casa de nuestra abuela, la cuál queda a una media hora de donde vivimos.
Y solo los sábados y domingos están en la casa.

Les contaré un poquito de cuando tenía once años.

En ese tiempo, cuando yo era una niña todavía, mis pequeños hermanos tenían seis y cuatro años.
Así que en ese tiempo, mí padre estaba trabajando en una tienda de ropa y mí madre cuidaba de mis hermanos.
Todos los fines de semana, mí tío iba a decirle a mí mamá que me dejará ir con él al parque a tomar un helado, y que yo fuera a su casa para que le ayudará en la limpieza.

Mí madre aceptaba, pero la verdad es que en ese tiempo vivíamos en la casa que ahora está en cenizas, y quedaba un trayecto largo de la casa de mí tío.

Él nunca me llevaba al parque, sino que me llevaba directamente a su casa y abusaba de mí.
Me amenazaba con que si yo decía algo, mataba a nuestra familia.
Yo tenía mucho miedo, no sabía qué hacer así que me quedaba callada.

Eso pasó como cinco veces y luego, dejó de pedirle a mí mamá que fuera con él ya que empezó una relación con la que ahora es mí tía política, la cual se llama Mariana.

Pero conforme pasaba el tiempo, mí tío se fue obsesionado más y más por mí.
Cuando cumplí 16, empezó de nuevo a abusar de mí.
Su esposa ni cuenta se daba.
Ella es una diseñadora de modas, por lo tanto, la mayor parte del día pasa en su trabajo y sus dos hijos los cuida una prima de ella.
Se los lleva a la casa de su prima y no pasan con su padre.

Él me empezó a amenazar con matarme, si decía algo a alguien.
También me dijo, que mis dos hermanos morirían ahogados, sí contaba algo de lo que él me decía o hacía.
Por eso, no sabía sí decir algo o no.

Un día, le conté a mí madre todo lo que pasó y no me creyó nada.
Me encerré en mí habitación y me puse a llorar.
No entiendo porqué mí propia madre no me cree, solo espero un día escapar de esto.

17 de enero de 2023 en casa de la joven Cristina.

—Que hermoso día. —dije al mirar por la ventana de mí habitación.
En los albores se escuchaba el cantar de las aves.

—Hija, ya despierta, falta poco para que tú padre y yo vayamos al trabajo. —me gritó mí mamá desde la cocina, y rápidamente me dirijo a donde ella.

—Buenos días mamá.— le dije en cuanto llegue a la cocina.

—Buenos días hija. —me respondió y luego se dirigió a donde estaba mí padre. —Estoy preocupada con el paciente Raúl, ese señor se ve muy mal, temo que morirá y eso me da mucha tristeza, porque tiene una niña pequeña.

—Esperemos que se pueda recuperar, no me imagino la vida de esa pequeña sin su padre.

—Pero, tiene a su madre, ¿no?— preguntándole a mis padres.

—Lamentablemente no, ya que la esposa del señor, murió en el parto.
La pequeña tiene ya dos años, que es la edad exacta de años de fallecida que tiene la señora.

—Podre pequeña. —respondí con los ojos cristalizados.

—Sí, ya vámonos cariño.
Tenemos que llegar a tiempo al hospital.

—Hija, ahí está el desayuno.
Come algo, nos vemos en la noche.

—Claro, está bien mamá.— me dirijo a sacarme algo de desayunar, y luego me siento en la mesa.
No me gusta estar sola, mí tío sabe la hora de salida de mi padre, así que él llega cuando quiere a la casa.
Mientras desayunaba, me llego un mensaje de mí mejor amiga Lupita, el cual decía lo siguiente:

—Hola, querida mejor amiga.
Queda aproximadamente tres meses para ir a visitarte.
Estoy muy ansiosa por ir a verte, tengo tanto que contarte, pero de lo cuál prefiero hablar en persona, cuando llegue te vas a sorprender mucho.
Te voy a contar todo desde el principio.
Hoy estaremos en una reunión familiar muy importante, se verá lo que pasará conmigo.
No comas ansias, lo sabrás en cuando este por allá. —el mensaje me dio mucha curiosidad.
¿Qué será lo importante que me tiene que decir?
Después de eso termine de desayunar, para luego hacer algo de oficio.
Puse nuestro parlante, lo conecté con mí celular, para poner mis canciones favoritas y así cantar mientras hacía mis quehaceres.

Una llamada repentina, interrumpió la música, mí cara de felicidad se volvió de tristeza, al ver quién era la persona que me llamaba.

—¿Qué quieres tío? —dije sin ánimos.

—Ven a mí casa, y no quiero un no como respuesta.

—Estoy ocupada con el oficio.
No puedo ir.

—Te doy una hora para que termines y vengas a mí casa. —dicho esto cortó.
Así que decidí terminar lo más rápido posible para ir a casa de mí tío.
No quería que ningún familiar fuera lastimado por no obedecer.
Mis lágrimas amenazaban con salir, me toca ser fuerte, si no salgo de aquí no acabaré con esta situación.
Eso pensaba.

Termine de hacer todo el oficio, me bañe y mande un mensaje a mí tío.
Que ya iba para su casa, lo peor de todo es que pasó poco más de una hora, tenía mucho miedo, solo espero que no sea muy tarde.

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