Capitulo 7: Trabajo y Ayuda

9.1K 980 119
                                    

La semana de nuevo paso sin complicaciones, el fin de semana de nuevo fue maravilloso, Harry adoraba su nueva rutina y cada día pensaba que iba mejorando, en especial porque las sesiones de sexo habían continuado con frecuencia, todo iba de maravilla, hasta que el lunes en la mañana su jefe le dio una misión especial que lo obligaba a estar fuera un par de días, si le iba bien serian tres y si no se podría alargar hasta diez, pidió que no lo enviaran pero su jefe tuvo razón cuando le dijo que hace mucho no salía a trabajo de campo tan extenso y que no iba a tener preferencias por nadie, solo suspiro y se resignó, esa tarde debía ir a empacar para marcharse esa misma noche y empezar temprano al día siguiente, dejo su oficina arreglada y todo listo para su ausencia y se fue a casa; Draco se sorprendió al verlo, su felicidad de pensar que Harry había ido a almorzar con ellos se esfumo cuando este le conto de su trabajo y que tendría que viajar, entre ambos alistaron la maleta y hablaron de cómo iban a hacer las cosas

—Espero que James no se recienta de tu partida— menciono Draco con el ánimo un poco ensombrecido

—Ya antes me he ido de viaje, no te preocupes

—Pero parece que sabe que te vas, no ha jugado en toda la tarde— el pequeño se había quedado con ellos todo el tiempo, solo mirándolos y de vez en cuando balbuceando cosas que obviamente no entendían

—Estará contigo, todo va a estar bien— lo animo dándole un beso

—¿Cómo hago para contactarte?

—No podrás, pero no tienes nada de qué preocuparte, si quieres le pido a Hermione y Ron que vengan a estar contigo estos días— aunque Draco quiso negarse no dijo nada, tampoco dijo que si, pero la idea de que Ron pudiese darle información de Harry, por lo menos para saber que estaba bien era un poco reconfortante; todo estuvo listo y muy reticentes Draco y James se despidieron de Harry sin saber cuándo volverían a verlo

—Se fue papá, vamos a comer y a dormir— Draco le hablaba a James con normalidad, como si el no estuviera también un poco (muy) triste por la partida de Harry, comieron con un poco de problemas ya que James no quería, ni comer solo, ni recibir comida, con mucho esfuerzo Draco le dio un poco de alimento, pensando que la falta de su padre le afectaba al pequeño, decidió que esa noche dormirían juntos y después de alistarse ambos se acostaron en la habitación principal, contra todo lo que Draco pensó el niño se quedó dormido pronto, así que él también lo siguió pero su sueño no duro mucho puesto que unos pujidos lo despertaron, era James, cuando puso su mano para calmarlo y que volviera a dormir pudo notar que el niño estaba ardiendo en fiebre, no podía creerlo, desde que estaba ahí nunca se había enfermado y lo hacía justo cuando Harry se iba, llamo a los elfos y les pidió medicamento para tratar de controlar la fiebre, seguramente era por los dientes que le salían, eso había leído en los libros, aunque ya era un poco mayor para eso, según los libros no debía entrar en pánico (si como no, si el pánico era el primero que salía corriendo en esos casos) y tratar de controlar la fiebre, pero si pasaba de dos días o era muy alta, debía llevarlo al médico de urgencias, se tranquilizó cuando la fiebre cedió y volvió a dormir, el problema es que el llanto de James fue lo que lo despertó en la mañana, de nuevo el pequeño ardía en fiebre, bueno era hora de preocuparse y entrar en pánico, que mal que estaba solo.

Los Weasley eran una familia de tradiciones, algunas interesantes como el reloj de pared que tenía las fotos de cada uno de los miembros de la familia y otras un poco menos llamativas como estar en cama antes de las once de la noche, fue exactamente por esa razón que al llegar Draco esa noche de miércoles alrededor de media noche no había nadie despierto, el problema es que si no estuviera tan desesperado no habría ido directamente a la casa de los suegros de su... bueno, eso no importaba ahora

—Señora Weasley— llamo con todas sus fuerzas, su corazón latía a mil por hora y no podía dejar de temblar, cada segundo que pasaba era un tormento y estaba al borde de llorar, lo sabía porque sus ojos picaban cada que miraba al pequeño en sus brazos— Señora Weasley— llamo más fuerte—Señor Weasley— grito desde el primer piso en la base de la escalera— por favor, necesito ayuda— unos muy asustados y desarreglados Weasley bajaron para saber cuál era el alboroto

El TratoKde žijí příběhy. Začni objevovat