– ¡Yamaguchi-(kun)! –

– Lamento haberlos hecho esperar tanto, pero hay alguien que quiero que conozcan. – Dicho eso se apartó y los demás pudieron ver a una chica que venía detrás de él.– Ella es Yukie. –

Mu-mucho gusto. Dijo tímidamente la chica.

– ¡Oh! ¿Es tu novia Yamaguchi? – Pregunto Hinata al verla.

¡¿Eh?! No, nada que ver, somos hermanos. – Respondió avergonzada ante el comentario.

– ¿Tienes hermanos, Yamaguchi? – Está vez fue Kageyama el que habló.

– Es mi hermanastra. – Dijo mientras se sentaba junto a sus amigos, Yukie hizo lo mismo. – Creo que se los llegué a comentar alguna vez. –

– Creo que si. – Dijo pensativa la rubia. – Bueno dejemos eso de lado, mi nombre es Yachi Hitoka, es un placer conocerte Yukie. – La mencionada la saludo.

– Yo soy Hinata Shoyo. – Saludó a Yukie tras decir eso.

– Kageyama Tobio. – La saludó del mismo modo.

– Tsukishima Kei. – Saludó igual que los otros dos.

– Es u-un placer. – Respondió torpemente tras saludar al megane, Tadashi observó aquello.

Tras eso acabado comenzaron a almorzar antes de que se les acabará el tiempo, llegada la hora del timbre los 6 chicos se levantaron para dirigirse a su salón, Yamaguchi acompaño a Yukie al suyo.

– Nunca nos habíamos visto antes. –

– ¿Eh? ¿De que hablas Tsukki? – Cuestionó el pecoso mientras guardaba sus cosas, las clases ya habían concluido.

– Hablo de tu hermana, me la mencionaste, más nunca la había conocido. – Respondió el contrario.

– Supongo. – Suspiró.

– Es agradable. –

– Si, en verdad lo es. – Aquello lo mencionó un poco incómodo.

– Bueno, me alegra saber que tenías con quien platicar luego del matrimonio de tu padre. – Tomó su mochila y salió del salón.

– Supongo que es verdad. Ella, es muy amable. – Alcanzó a su amigo. Tras algunos pasos el pecoso se detuvo, Kei lo miro de reojo.

– ¿No vas al club? –

– No, Yukie aún no escoje el suyo, y si tardamos más de la cuenta me matan. – Kei lo volvió a mirar.

– Bien, ¿Se lo mencionaste a Ennoshita-san? –

– Si, aún así ¿Se lo puedes decir? –

– Si, si, lo que digas, hasta mañana. –  Se despidió y retomo paso hacia el gimnasio.

– Hasta mañana Tsukki. – Tras eso se dirigió hacia el salón de su hermana, ya juntos comenzaron a caminar hacia la salida. – ¿Qué te pareció tu primer día? –

– Pues aunque no fuese muy distinto a mi otra escuela, fue muy interesante y divertido. – Sonrió.

– Me alegra escucharlo. – Le devolvió la sonrisa. Un corto silencio se formó.

Nee, Tada-chan. – El mencionado volteó a verle. – Ese chico rubio, ¿Quién es exactamente? – Desvío la mirada al preguntar.

Un escalofrío recorrió la espalda de Tadashi. – ¿Cómo? – Preguntó desconcertado.

– Quiero decir ¿Hace cuánto lo conoces? –

El silencio se apoderó del pecoso, se sentía mareado, pero esto no duró mucho – Tsukki y yo, nos conocemos desde hace ya varios años. – Soltó con pesadez disimulada.

– Entonces él es ese tal "Tsukki" que siempre me comentabas. – Comentó más para si misma.

S-si (por favor). – Respondió ante eso.

Tada-chan. –

(Por favor, no).

– Se que sonara estúpido, pero... –

– (Por lo que más quieras, no). –

– Él, él me gusta. – Sintió un balde de agua fría al escuchar eso. – Es muy atractivo, y además de lo que me has contado y lo poco que pude ver, es verdaderamente...genial. – Un leve sonrojo se apoderó de sus mejillas.

– (Genial, Tsukki es simplemente genial). –

– Posiblemente he dicho algo estúpido... –

– (¿Estúpido? ¿Cómo no enamorase de alguien como él?). –

– ...pero, Tadashi, por favor, podrías acercarme a él, o ayudarme a hacerlo. – Miró a su hermano. Tadashi se quedó en silencio, solo observaba la mirada de su hermana, esa mirada, aquella que él conocía a la perfección, después de todo, esa era su mirada cuando pensaba en el rubio. Sentía una extraña sensación en el estómago, lo mareaba mucho.

Su-supongo que...solo tendrías, que hablar con él. – La mirada inocente e indefensa de su hermana lo confundía.

– Tú ¿tú crees? – El nerviosismo se notaba en su voz.

– Si, después de todo...Yukie es una gran chica. – El tono y la sonrisa del final hizo saltar a la chica de felicidad.

Al llegar a casa, Tadashi se encontraba mareado, confundido, ansioso, su hermana se enamoró de su mejor amigo, y amado.

– Después de todo...ambos son geniales y amables. – Susurró observando el techo de su habitación.

Se sentía mal.

°•°

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