Pasamos una tarde muy entretenida, las chicas estaban luchando con mi cabello y me hacía mucha gracia, todas querían hacerle un recogido por la vista que daba la espalda del vestido, pero ni las tres juntas podían amarrarlo, tenía un cabello rebelde, así que no les quedó de otra que llamar a la experta.

Mi madre.

Y ésta no tardó tan siquiera ni veinte minutos haciéndome un recogido hermoso.

—¡Wow señora T! —Así le decía Abi a mi mamá —. Le quedó hermoso.

—Si la hubiéramos llamado antes —Soltó Laila con una carcajada.

—Llevo años de práctica con éste cabello —Señaló el suyo —. Y unos cuantos más con éste —Luego me señaló a mi.

—Yo apenas puedo recogerlo en una coleta —dije con una pequeña risa.

—Bueno las dejo terminar, debo ir a la cocina —Mi madre se fue y nos dejó solas terminando de arreglarnos.

Eran como un cuarto para las nueve de la noche cuando "Un amigo" de Laila, nos fue a buscar. Y digo "Amigo" entre comillas, porque con Laila nunca se sabe.

Mi madre insistía en sacar una foto, estaba más emocionada que cuando fuimos a la fiesta de graduación de la preparatoria, apenas y podía apreciar sus ojos, pero tenían un brillo muy lindo, estaba feliz y eso me inflaba el corazón y me hacia preguntarme ¿Hace cuánto no salía para que mi madre se emocionara así por una simple fiesta?

En cuanto acabó la sesión de fotos, salimos disparadas al auto de Matías, así se llamaba el chico que nos llevó a esa fiesta. Con mi fé iba de que éso no fuera un rotundo desastre, y me lo repetí unas cuantas veces en mi cabeza.

Ya con las cuatro dentro del auto, estaba todo muy oscuro, y las frías calles a esas horas no se quedaban atrás, lo que para mí resultaba en una ceguera, porque lo que para los demás resultaba oscuro, para mí era como cerrar los ojos, y con el auto en movimiento solo lograba marearme aún más, no me quedó de otra que recostar mi cabeza en el hombro de Esme para relajarme hasta que nos encontraramos en dicha fiesta.

Cuando llegamos paramos frente a un edificio muy alto, grandes ventanales azules, y una hermosa entrada tan grande que podría pasar una estampida tranquilamente por ahí. Avanzamos por unos cuantos pasillos desde la recepción, y entramos en un enorme salón donde se estaba dando la fiesta.

—Está mejor de lo pensé —dijo Esme emocionada —. Siento como si fuera nuestro baile de graduación.

—Chicas nunca me explicaron de quién es esta fiesta o a que se debe —dije confusa al notar el lujo del lugar.

Grandes telas caían del techo con enormes ondas de un color azul, candelabros que alumbraban el lugar y lo hacía ver mágico, mesas a los costados con manteles azul y dorado, una pista de baila improvisada en el centro del lugar, una pequeña tarima donde había tanto música en vivo y un Dj, mesa con comida, barra de bebidas y más, eso era enorme y algo que no había visto jamás, me costó apreciarlo.

—Nos invitaron, parece ser de un chico que regresa a la ciudad y lo celebran de esta manera —dijo Abi aplaudiendo.

—Vamos Camila —Me tomaron de la mano —, hay que divertirnos —Y fui jalada de mi brazo al centro del gran salón.

La verdad estuvo algo entretenido todo, comenzó con la música en vivo, todo se veía muy lindo, el ambiente era brillante, dieron bocadillos, las chicas me pasaron un par de copas, pero de repente apagaron todas las luces.

Comenzó la música estridente y mis amigas comenzaron a gritar como locas, pero yo aún no enfocaba lo que quedaba de mi visión en un solo lugar, empezaron a parpadear unas luces titilantes y eso cada vez se volvía más dificultoso o molesto para mí.

Comencé a caminar entre lo que podía ver, despacio para no chocar con alguien o algo, al final del salón había una linda puerta que parecía guiar hacia un lindo jardín o algo parecido, cuando por fin pase las puertas la luz invadió mi vista y pude respirar en paz, si que me costó salir de allí.

Llevaba un par de minutos ya apreciando la parte trasera de ese edificio, la luz no era muy buena, pero era mejor que estar adentro, había varias fuentes, muchas flores de diferentes colores, árboles y arbustos, se veía mágico ese lugar y ese momento en el que me encontraba.

De repente una luz parpadeante alumbró detrás de mí, dejando ver un poco mi sombra en el mullido césped, lo que me hizo voltear de inmediato y divisé a un chico, traje negro, corbata azul, y cabello castaño, apenas pude apreciarlo porque estaba contra luz, su cámara tapaba su rostro porque seguía sacándome fotos.

¿Por qué me sacaba fotos?

—¿Por qué me sacas fotos? —Articulé la pregunta que rondó mi cabeza en ese momento.

—¿En serio no has notado que te he visto y sacado fotos durante toda la fiesta? —Retiró un poco la cámara de su rostro, pero fue muy leve por lo tanto no pude verle muy bien.

—A menos que estuvieras frente a mí, no podría notarte —Solté sin pensar —. ¿Sabes que eso es acoso? —Giré la conversación para no darle oportunidad de preguntar, por la imprudencia que había cometido.

—Estaría feliz de ir a juicio contigo si con eso logro volverte a ver.

Mi mandíbula casi calló al piso y mi mente no dejaba de hacerse preguntas. Ese chico estaba loco de verdad.

—Sino me dejas ver tu rostro, no podré denunciarte —Solté como una pequeña risa, sacó un par de fotos más y retiró la cámara, pero su posición hacía que no pudiera apreciarle como se debía.

—¿Por qué me ves así? —Interrogó mientras acomodaba su cámara en su pecho, con la cuerda colgando de su cuello.

—No logro ver bien tu rostro, estás a contra luz y soy un poco ciega —Admito con un poco de risa.

—Si lo sé, Miopía ¿No es así? —Me miraba de una manera extraña —. Es bueno que no me hayas reconocido, dado que ya sabes mi nombre, y puedo apostar que recuerdas mi rostro —dice acercándose poco a poco.

Cuando se posiciona a mi lado y la poca luz que había en ese lugar alumbró su rostro, pude notar con un poco dificultad las fracciones de su rostro, lo reconocí y su nombre me vino de inmediato a la mente.

—Tu eres... —Intenté decir, pero no me dejó terminar.

—Si... —Se quedó callado por unos minutos —. Y quisiera saber si ésta vez si me darás tu nombre —Posó su brazo en el barandal del que estaba apoyada y me sonrió de una manera que puso todas mis terminaciones nerviosas.

Si No Veo Tus Ojos [Corrigiendo]Where stories live. Discover now