Vᥲmριrᥱ ; Bang Chan

-𝟏𝟎-

Noté lo que había dicho y me senté en la cama rápidamente. Grabé error, ya que por mi fiebre me mareé.

—Ten cuidado, pequeña. —Dijo Chan recostándome nuevamente.

—D-disculpa por haber dicho eso... —Dije avergonzada.

—Tranquila... puedo estar a tu lado un tiempo hasta que te duermas. Pero déjame secarme y cambiarme ropa... sigo mojado. —Rió.

—En vez de ver por ti, solo me ayudaste a mi... no quiero que te enfermes por mi culpa.—Me sentía muy culpable.

—No pasará, no me pasa a menudo así que, estoy bien. Tú solo descansa, ahora vuelvo. —Sonrió y entró al baño.

Suspiré.
Al principio tuve miedo... por pensar que Hyunjin y Chan podían matarme pero, ellos me quieren cuidar, y Chan me lo demostró hoy...
Aún así, sé que tienen ganas de morderme y dudo que se les quite, pues son vampiros pero... Chan es tan tierno conmigo, que no le tengo miedo, solo cariño como el primer día.

—Volví. —Dijo.

—¿Tan rápido?—Pregunté asombrada.

—Por si no lo sabías, soy vampiro y soy veloz. —Rió y se sentó a un lado de la cama. —Duerme... aquí estoy, para cuidarte.

—Gracias, Chan... —Me tapé completa y cerré mis ojos. No tardé en quedarme dormida.

Al despertar, sentí un olor exquisito. Me levanté y vi a Chan cocinando. Wow, no sabía que podía.

—Minah, despertaste. —Dijo feliz al verme. —¿Cómo te sientes?

—Mmm bien, gracias a ti. —Sonreí.

—Oh disculpa pero, no sé cocinar muy bien y no sé si te gustará esto. —Dijo nervioso. Me senté en la mesa y dejó un plato en la mesa frente a mi, era un omelet que se veía bastante rico.

—¿De qué hablas? —Dije al probarlo. —Esto es delicioso, jamás lo había probado y ahora que lo hice... wow, Chan... muchísimas gracias. —Sonreí.

—No hay de qué, Minah... y quería hablar algo contigo... —Se sentó a mi lado preocupado.

—Sí, dime.

—Cuídate de Hyunjin.

—¿Por qué?, se ve buena persona.—Respondí confundida.

—Tu misma dijiste... "se ve" pero no lo es. En el fondo es una persona oscura, negativa. Solo busca beneficiarse él.

—Chan, ¿Dices esto para que no me fije en él y si en ti?—Pregunté molesta.

—¿Qué?... claro que no. Mira, te lo digo para qu- —Lo interrumpí.

—¿Entonces ahora Hyunjin va a venir a decirme lo mismo pero de ti?—Molesta, me levanté y fui a la habitación a cambiarme ropa. La mía ya se había secado así que podía colocármela y marcharme.

—Minah, ¿por qué piensas mal de mi? Solo te estoy advirtiendo algo que es verdad.

—Cuando vea una actitud extraña en él, te creeré, por ahora... disculpa pero no... —Cerré la puerta. Me cambié lo más rápido que pude y me largué de su departamento. Afuera estaba Hyunjin.

—¿Qué haces aquí?—Preguntó Hyunjin.

—Yo... yo dormí aquí. Tenía fiebre y Chan me ayudó. —Respondí algo cansada.

—Entiendo. ¿Te hizo algo? —Preguntó nervioso.

—No... nada. ¿Puedes acompañarme a mi casa?, por favor...—Le rogué ya que no quería ir sola.

—Si, claro... vamos. —Sonrió y se agachó frente a mi de espaldas.

—¿Q-qué haces? —Pregunté sonrojada.

—Súbete en mi espalda para que no te canses y puedas descansar. —Me sonrió. No entiendo como Chan pudo decir tal cosa de Hyunjin... es un chico tan bueno, y lindo.

Al llegar a casa, mis padres no estaban. Debían de estar trabajando, y lo impactante es que ahora están tratando de reconciliarse.
Fue extraño, pero me gusta ver a mis padres juntos.

—Me iré, ya cumplí mi misión de traerte hasta acá. —Dijo Hyunjin, abriendo la puerta para irse.

—¿Quieres quedarte un poco conmigo?, la verdad es que me siento sola y... necesito alguien para hablar. —Miré hacia abajo y una mano me levantó el mentón.

—Eres muy linda, Minah... eres tan exquisita... —Los ojos de Hyunjin observaron cada parte de mi rostro, lo noté. Pude ver como su mano se dirigía a mi cintura y me acercaba a él. Me iba a besar.

Mis ojos se cerraron para esperar el impacto pero claro, nada me podía salir bien.
Una mano tapó mis labios y me alejó de Hyunjin.
Era Chan.

—¿Pero qué mierda haces, Hyunjin? —Gritó Chan, enojado.

—¿Acaso no puedo besar a una chica?—Rió.

—Pero no a ella, ¡idiota!

—¡No griten!... por favor. —Supliqué.

—Minah, te dije que este tipo es malo. —Chan tenía unas ganas inmensas de lanzarse a Hyunjin y golpearlo.

Hyunjin río.

—¿Sabes cuántas personas asesino Chan mordiéndolas y sacándoles su sangre?... Minah, ¿has pensado que él puede llegar a matarte?

—¿De qué hablas?... —Estaba confundida. ¿Chan mató?

—Cállate. Minah, no lo escuches.—Chan apretaba sus puños fuertemente.

—Se supone que los vampiros solo extraen sangre, pero él no estaba satisfecho... Chan debía matar. —Hyunjin lo decía tan... tan profundo que era imposible no creerle.

—¡Cállate y deja de mentir!, ¡Ese eres tú enfermo de mierda!... tú fuiste el asesino de esas personas, no yo. —Vi como Chan se acercó a mi, pero yo me alejé.— Minah... ¡tienes que creerme!—Me atrapó contra la pared y la golpeó con sus puños. Yo cerré los ojos asustada. —Di-disculpa yo no quise asustarte...

—¿Lo ves?, es violento... claramente capaz de matar personas. Es un asesino y debes alejarte de él. —Hyunjin se acercó a nosotros dos y tomó mi mano.— Chan, vete de aquí.

—Minah... princesa... —Chan apretó su labio molesto.

—Por favor... vete. —No lo miré.

No podía creer esto.
Era todo tan... tan confuso.
¿A quién creerle?
¿Chan?
¿Hyunjin?

—Para olvidar esto, ¿qué tal si preparo pizza para ti? —Sonrió.

Su sonrisa era tan... extraña. Era una linda sonrisa pero, se veía feliz luego de todo.

—Ehh, si. Claro... —Respondí no muy convencida.

Me senté en el sofá y esperé a Hyunjin que me dijo que lo esperara sentada.

Cuando terminó me llamó y nos sentamos en la mesa a comer.
Estaba deliciosa... pero, no tenía ánimos de nada.
Chan había sido una persona muy importante para mi, desde que lo conocí al principio y hasta ahora... ¿Debía creer esta historia?, no quería dejarme llevar solo porque Hyunjin lo decía, yo debía saber la verdad.

—Minah. —Gritó Hyunjin. Me asusté.

—¿S-si?—Respondí temblando.

—Te estaba hablando y no respondías... ¿pasa algo? —Preguntó curioso.

—Claro que no, estoy bien. —Sonreí. Quería mostrarme lo más tranquila posible, necesitaba la verdad.

Hyunjin se había ido de casa, mis padres estaban por llegar y yo decidí ir a dormir.
No deseaba ver a nadie, pero eso no pudo ser... él estaba en mi cama sentado esperándome.