Vᥲmριrᥱ ; Bang Chan

-𝟏𝟗-

Mi cuello dolía aún, aunque era más al tocarlo.
Chan me había limpiado para que la marca tratara de quitarse más rápido, pero al parecer iba a costar.
Las clases habían ido normal hasta el momento, supuse que fue así, ya que, Jun había faltado. Chan estaba con sus amigos hablando y yo decidí dirigirme a la oficina de la directora para poder comentarle lo sucedido ayer, pero antes de tocar su puerta, unos brazos me rodearon la cintura.

—¿Dónde vas? —Era Chan, sinceramente agradecía que fuera él, ya me había asustado.

—Iba a comentarle lo que pasó ayer a la directora... ¿me acompañas? —Le sonreí tomando su mano, pero él no me devolvió la sonrisa, fue muy extraño de su parte.

—Chan, ¿ocurre algo? —Le pregunté directamente, estaba muy serio, no entendí si había dicho algo mal.

—Es mejor que no digamos nada por ahora. —Respondió seriamente. Me sentí mal, no lo negaré, lo que más quería era el apoyo de mi novio y él me decía eso.

—¿Por qué dices eso?, pensé que lo mejor sería tener la ayuda de la directora...

—Confía en mi, ¿sí? igualmente, yo prometí protegerte princesa, teniéndote conmigo, no dejaré que nada te pase, aún si me tratan de golpear o peor, ten presente que yo siempre estaré allí. —Me dió un beso en la frente y me abrazó. Sonreí por sus palabras, me sentía protegida pero aún no entendía porqué la directora no podía saber.

—Te amo mucho, no sabes cuánto... pero sabes como soy, te molestaré hasta que te canses, así que necesito saber porqué no querías que la directora supiera de lo que pasó. —Me crucé de brazos frente a él apoyada en la pared.
Chan suspiró fuertemente.

—Prometo contarte, pero esperemos a salir de clases, ¿sí? te amo. —Dándome un beso se marchó al salón de clases.
No lo seguí, yo tenía clases de música y quise apurarme yendo al salón; al llegar no había nadie, sinceramente no sabía tocar instrumentos pero el piano llamaba mi atención. Me senté para poder practicar un poco, pero fue un desastre. Una risa sonó en el salón de clases, me volteé y era él, claro.

—Tocas horrible, ¿sabías? —Dijo Jun parado en la puerta.

—Es mejor que salgas de aquí. —Me
levanté del asiento y quise escapar pero él me retuvo cerrando la puerta.

—¿Acaso te da miedo estar a solas conmigo?, no te haré nada. —Sonrió. Me sentía incómoda, y con miedo, yo era una simple humana y él un vampiro, si quisiera pelear, él ganaría por su gran fuerza.

—Si no me dejas salir ahora, Jun, le contaré todo a la... —Me interrumpió molesto.

—¿A quién?, ¿a la directora?... no seas tonta, ¿qué acaso tu noviecito no te contó? —Río en tono de burla. —Mi padre dona millones al instituto todos los meses, sin ese dinero, esta escuela no sería nada... ¿tú crees que con solo acusarme de algo así, me echarán? qué ridícula.

No quise responder, era claro, él mandaba ahí al fin y al cabo. Traté de ver alguna salida pero él me tomó de la muñeca, verlo acercarse a mí me daba miedo, y un dolor estomacal terrible.
Antes de poder sentir sus colmillos enterrados en mi, pateé su pierna causando que cayera al suelo, no dudé en correr y correr, y para mi mala o buena suerte, choqué con Chan.

—Linda, ¿pasa algo? —Preguntó acariciando mi cabello. Yo no contesté, estaba alterada aún y él pudo sentirlo.

—Minah, ¿qué te pasó?, ¿te hicieron algo? —Ahora si, al parecer el alterado ahora era él y no yo.

—¿Podemos ir a casa?... prometo hablar ahí. —Solo quise decir eso. Chan me cargó en su espalda y al llegar a casa me recostó en la cama.

—¿Quieres algo para comer o beber? puedo tratar de cocinar lo que quieras... —Dijo besando mi frente.

—Estoy bien... pero hay algo que me tiene preocupada.

—¿Qué es, amor? —Me sonrojé al escuchar eso, Chan jamás me había llamado por ese apodo, fue lindo.
Igualmente, no me podía desviar del tema.

—Chan, no me dijiste que el padre de Jun donaba millones al instituto... ¿por eso debo quedarme callada? —Estaba frustrada de no poder hacer nada.

—Minah, te dije que te contaría pero veo que se me adelantaron... tú tranquila, mientras yo esté aquí, nada te volverá a pasar. —Chan besó mi frente.

—Ah... casi se me olvida, ¿lo conoces de antes a Jun?, me pareció un poco extraño que supieras eso de él, pensé que quizás era algo privado lo de su padre que lo sabría solo la directora...

—Lo conocí cuando pequeños, jugábamos siempre pero, sus problemas familiares lo superaron y su actitud cambió. Su madre falleció en su cumpleaños y nunca más me habló...
Siempre traté de apoyarlo pero, solo se puede ayudar a alguien que realmente quiere que lo ayuden, por lo tanto, me alejé. Ahora luego de tantos años,
intercambiamos palabras gracias a ti. —Rió.

—Quizás quiere volver a ser tu amigo... ¿no lo has pensado?, podrían hablar...

—Luego de lo que te hizo en tu hermoso cuello, no, la verdad es que no. —Se fue de la habitación no sin antes besarme.

No creía que Jun fuera mala persona, solo ha pasado por momentos difíciles.