Doce

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-Voy en un segundo- había dicho la voz dentro del lugar haciendo que los nervios de Eva aumentaran.

En otras ocasiones hubiera justificado aquellos sentimientos diciéndose a sí misma que era por qué aquella idea había salido de su cabeza y de hecho no podía manejar lo que los demás llegaran a sentir. Sin embargo ambos habían estado de acuerdo con aquello y eso significaba que no podía usar eso como un justificante.

Sabía que habían sentimientos que odiaba aceptar por que de cierta manera estos la hacían más vulnerable pero ahora le era imposible negar que estaba nerviosa de volverlo a ver.

-Hola- había dicho este luego de abrir la puerta y echarle un pequeño vistazo, sus labios habían permanecido curvados mostrado una sonrisa dándole un mayor acento a sus hoyuelos.

Vestía uno de sus clásicos atuendos, excepto la chaqueta, la corbata y las mangas de su camisa estaban arremangadas.

-Hola- había respondido ella correspondiendo a su sonrisa con una igual.

Y aquel saludo pudo haber terminado ahí sin embargo y más bien por necesidad ambos habían coincidido con los mismos deseos por besar al otro.

Ella había impulsado su cuerpo hacia él y este la había recibido en sus brazos.

La puerta de se había cerrado a sus espaldas y ambos habían caminado a tientas por el departamento de Namjoon.

Al principio aquello solo había sido previsto como un saludo sin embargo al llegar al sofá, todo había empezado a tomar otro significado.

Era muy difícil parar, porque al parecer sus cuerpos pedían más y más. Un tranquilo beso había empezado a subir de intensidad. Y después de sus labios habían proseguido sus cuerpos con cálidos labios sobre la piel.

Eva había empezado a bajar por el cuello de Namjoon mientras que sus manos desabrochaban los botones de la camisa de él. Para así continuar con el camino de besos por su pecho y su abdomen, había llegado hasta su ombligo donde se detuvo para empezar abrir su correa.

Mientras continuaba con aquello sus miradas se habían cruzado y Namjoon había llevado sus manos hasta el rostro de Eva, empezado a acariciarla.

Había algo en ella que le causaba una gran duda pero al mismo tiempo le producía una gran excitación. Sus ojos y esa exagerada y peculiar forma de ser.

Y sin desviar la mirada Eva había terminado de abrir el pantalón de Namjoon y con la ayuda del mismo había bajado su ropa interior.

Su miembro estaba duro y erguido.

Eva luego de un rápido respiro se lo introdujo a la boca, no quería esperar demasiado y tampoco buscaba torturarlo como solían siempre hacer. Simplemente quería escuchar aquellos gemidos saliendo de sus labios y permanecer con el deleite que producía hacerlo sentir bien.

Las manos de Namjoon se adherían a su cabello y su cadera empujaba cada vez con más fuerza, ella era buena, pero eso era algo que él ya sabía.

Sus labios subían y bajaban con un ritmo perfecto.
En ese momento recordó la manera en la que se había sentido aquella noche cuando ambos estuvieron en el auto.

Como en un par de minutos su concepto de ella había cambiado, quizá había sido aquel recordatorio hacia sus amigos o hasta incluso hacia si mismo, como había visto en su mirada todo lo que alguna vez creyó perdido.

-Todo estará bien- quizo decir, incluso parte de él había sentido la necesidad de abrazarla.

Eva siempre lo había dejado con ganas de más, incluso cuando esté se sentía culpable por aquello, pero al verla de tal manera finalmente entendió que había algo distinto en ella y no solo hablaba de su actitud sino más bien de su mirada.

Por qué cada vez que la veía tenía ganas de doblegarla, tirarla sobre su cama y hacerle el amor hasta que ella no pudiera continuar, y solo pararía cuando se disculpara y aceptara que Namjoon había ganado.

Pero aquella noche había sentido ganas de protegerla, de acariciarla y tener cuidado de no lastimarla.

La había visto vulnerable y temerosa y eso había hecho que se sintiera más empatico hacia ella.

Había sentido que estaba apunto de correrse y dejó caer su cabeza hacia atrás.

-Eva- había dicho dejándose llevar por completo.

Sus labios estaban húmedos por los líquidos del mayor y su rostro había tomado un color más rojizo por el esfuerzo que había hecho.

Se veía demasiado hermosa, incluso más que en otras ocaciones.

Y su mirada aún parecía cansada.

Namjoon había tomado una de las manos de la joven y luego la había atraído hacia su mismo. Había besado su cuello y su escote mientras está no decía nada.

Su aroma era fresco y su cabello estaba revuelto.

Namjoon había empezado a morder levemente su cuello y luego sus mejillas.

-¿Eva?- había cuestionado acariciado sus muslos -¿Sal conmigo... en una cita?- Esta había regresado su mirada hacia él.

No había esperado que alguna vez algo como eso saliera de sus labios. Y tan extraño le había parecido aquello que incluso decidió esperar para que Namjoon se retratase sin embargo este había sido firme con su propuesta.

No era alguien a quien le fascinara algo como una cita porque eso podría significar ir más allá, Eva solía preferir un encuentro rápido y causal, uno donde nadie tuviera que dar explicaciones, pero para su sorpresa tampoco se había incomodado y de hecho aquella idea había parecido llamativa. 

-Si- había respondido dejado un beso en la mejilla de Namjoon.

Fue ahí cuando su estómago empezó a dar vueltas, aquella sensación había empezado ahí y luego se había seguido esparciéndose por todo su cuerpo.

No era la primera vez que algo así le sucedida, pero en realidad la odiaba por que esto podía significar tantas cosas a la vez.

-Te vez hermosa- expreso volviendo a acariciar su rostro.

Otro beso fue dejado en la mejilla de Eva mientras las caricias continuaban, eran cálidas y de cierta manera reconfortantes.

¿Porqué se sentía tan bien permanecer así?

IDÍLICO |+18| KNJ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora