Extra

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02/05/20

Mía se encontraba en su habitación llena de colores, ropa por todas partes, cortinas cerradas y zapatos por doquier.

Era un día como cualquier otro, luego del toque de queda que impusieron en su país, su cabeza se descontroló de emociones extrañas y ya no podía pensar con claridad. Todo era producto de un virus que había logrado recorrer rápidamente el mundo y estaba llevándose muchos consigo, era peligroso; Debía quedarse en casa, cuidarse ella misma y a las personas que quería.

Esto traía muchas consecuencias, porque Mía no era una persona que solía sentarse a pensar de más, se había ocupado de mantener una vida productiva y con proyectos nuevos, que el virus arruinó. Ahora solo era ella, su habitación y su mente torturándola una y otra vez.

¿Y si hubiera hecho esto diferente? ¿Y si le escribo? ¿Por qué se alejó de mi? ¿Estará bien? ¿Soy la única que no puede pensar con claridad? 

Mil de preguntas surgían en su mente, atrayendo a los fantasmas de su pasado, fantasmas que ya no formaban parte de su vida, ni la formarían. Aquellos que decidieron no volver ni reencontrarse por cuenta propia, porque ella siempre tendría los brazos abiertos para recibirlos otra vez, a pesar de sus errores.

Por curiosidad, agarró su computadora portátil y entró a su cuenta de fakeland, aunque no era la primera vez que lo hacía, dos años atrás lo había hecho. Se había arrepentido de haberla invernado en el momento que lo hizo y le dio de baja, así que la cuenta hasta hoy en día seguía habilitada. 

Fue en aquel entonces, hace dos años, cuando notó la presencia de una notificación muy particular, S le había respondido.



"- ALYSSA, PASARON 2 AÑOS." Dijo él.

Ella lo vio meses después de cuando le había enviado ese mensaje, pero su emoción se reflejó de igual manera. Le comentó que había entrado solo a rememorar los viejos tiempos y que se había encontrado su mensaje, dejándola totalmente anonadada. Le preguntó como estaba y le pasó su número telefónico para que pueda contactarse con ella si así lo quisiera, diciéndole que le interesaría saber que tal estaba. 


Lo triste, es que nunca le escribió...



Mía abrió su computadora y se dirigió a la ventana incógnita del buscador y volvió a ingresar, luego de un año. Lo que pasó fue la cruel y triste realidad, no había obtenido respuesta alguna, pero no era solamente eso, sino que también se marcaban dos pequeños tildes en el mensaje.

¿Qué significaba? Había visto el mensaje.

¿Cuándo? Dos meses antes de que ella se conecte.

¿Qué sentía? Nostalgia, impotencia y tristeza.


Sus ilusiones se marchitaron como una flor en otoño, y con los pétalos se van las esperanzas. 


No podía entender como las personas iban y venían, tampoco lograba descifrar como una persona puede significar tanto y con el tiempo pasar a significar nada. Es como si simplemente dejaran de existir y nunca más vuelves a saber de ellos, de sus vidas, ni siquiera de si están vivos.


Ella solamente quería saber si él estaba bien, no le interesaba volver a platicar como antes, sabía que eso no era posible y además no estaba interesada, había crecido, ya no era una niña que podría pasar horas frente el móvil o el ordenador hablando con desconocidos sobre sus problemas y formando amistades virtuales; Además, ya no sabía quien era él hoy en día. Pero si sabía que le quería en ese momento, que fue una persona importante para ella y también que se llevaba muchas anécdotas y recuerdos bonitos, cuando fue el único que estuvo cuando lo necesitaba.


"Dear S, yo tan solo quiero saber si estás bien, estés donde estés. No pido más que eso, es mi mente, no la puedo tranquilizar. Seguro no te acuerdas de mí, ni se te pasa por la cabeza, pero quiero que sepas que en lo profundo de mi corazón te guardo, porque me ayudaste a ser lo que soy. Nunca te enviaré este mensaje, porque me vale la cobardía desde obtener una respuesta que no quería al revelarte mis sentimientos, sé que soy una persona emocional y nostálgica, también sé que eso me lastima, pero es que simplemente no puedo cambiar. No sé si esto es una carta de despedida más para mí que para ti, pero realmente me gustaría poder estar tranquila y poder contactarte. Quizá por una vez y al fin, poder soltar aquel sentimiento de despedida que nunca hubo. Te quiere, Alyssa".

Fakeland - Dear, S. Where stories live. Discover now