Capitulo 27: Nada volvío a ser igual

ابدأ من البداية
                                    

Sola en mi habitación, con la única compañia compuesta por mi llanto, pregunté al universo, a Dios o a lo que sea que exista, ¿que hice para merecer esto? ¿Como podré salí adelante?

Porque todo lo que quedó de mi es un cuerpo desgarrado, estoy rota tanto física como mentalmente. Me fue arrebatado a la fuerza lo que algún día debía entregar por amor al que sería mi futuro marido, en la boda de ensueño con la cual cada niña soñamos.

Lucho contra la impotencia y, lo sucia e irreparable que me siento.

¿Como podré volver a mirar a alguien a la cara, salir siquiera de casa sin el miedo persiguiéndome?

¡¡No es justo que mi mundo fuese derribado y vuelto oscuro sin que yo pudiese hacer nada para detenerlo!!

Moviéndome en la cama me di con algo duro. Levanté la almohada para encontrarme con uno de mis tantos libros de cuento, allí donde cuando las cosas se ponían feas y la princesa necesitaba ser rescatada, llegaba el príncipe encantador y lo soluciona todo sin apenas esfuerzo.

Me di cuenta de que eso nunca pasa en la vida real, que nadie vendrá y todos mis males se esfumarán. Si quería salir de este infierno lo tendría que hacer sola.

Encontré coraje dentro de mi, en lo poco que podía quedar sin estar podrido, y decidí que iba a conseguirlo. No me rendíria al mundo y tampoco esperaría a por el príncipe encantador, que no existe.

Tengo tan solo trece y estoy obligándome a mi misma a salir adelante después de una violación, después de ser abusada. Dejaría de llorar y lamentarme porque no conseguiré nada.

Decidí en ese momento que no permitiría que otra vez alguien me controle y me haga daño, seré alguien a quien todos respeten. Los chicos jamas se reirán otra vez de mi, yo seré la que juegue y se ría de ellos. Los hombres son casi todos iguales salvo Cam, al que aún quiero pero tendré que dejar de hacerlo, y Mike, el mejor del mundo junto a mi abuelo. Ellos son los únicos que me importan, los únicos hombres que importarán en mi vida.

Poco a poco el miedo y la desesperación fueron sustituidos por el odio y la ira. Aprendería a valorarme, a cuidarme, a defenderme y a no mostrar miedo nunca mas. Seré la heroína de mi propia vida, ningún estúpido príncipe, tan solo yo.

Limpie las ultimas lágrimas que iban a caer por mi cara justo cuando mi abuelo entró en la habitación. Me miró evaluándome y preparándose por si algo pasaba. Negué con la cabeza.

—¿Que pasa calabacita? —preguntó asustado.

—Todo. Quiero aprender a disparar, defenderme y nunca volver a tener miedo o a temer —dejó el vaso de agua en la mesita y se sentó a mi lado.

—Paige, ¿Como... ? —no le dejé acabar

—Voy a ser mi propia heroína —levanté el libro, que estaba a mi lado, para que lo vea —No necesito ningún salvador. Todos tenemos alas, pero cada uno decide si quiere aprender a volar —me dio un beso en la frente.

—Te apoyaré en todo lo que decidas, y también estoy muy orgulloso de ti.

Me levanté de la cama y me pare enfrente del espejo observando a la pequeña niña que me miraba de vuelta. Tenía el rostro rojo, con marcas dejadas por las infinitas lágrimas, los ojos hinchados, el delgado cuerpo que poco a poco dejaba de temblar. Me fije otra vez en la cara de la pelirroja con el pelo trenzado, en sus ojos algo cambio. Un nuevo brillo aparecío en ellos.

La determinacíon y en ese momento lo confirmé.

Nada volverá a ser igual.

A ver quién ganaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن