CAPÍTULO 9

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Karla

Sentada dentro de la camioneta reviso la cámara que Elena le instaló a Shawn en su traje, se ofreció él a llevarla porque Michael sería carne viva para las bestias. El hombre no sabe disimular y para ser honestos me parece un poco torpe. Me pregunto cómo hizo para llegar tan lejos en sus negocios sucios.

A través de la pantalla puedo ver a mucho hombres caminar de un lado a otro, pedir tragos y festejar cualquier estupidez.

Todavía no puedo creer que existan hombres que compren mujeres como si fuesen objetos.

—¿Cómo va todo?

Elena hace acto de presencia entrando al auto y sentándose a mi lado. Somos las únicas aquí sus hombres esperan a dos calles cualquier señal para intervenir.

—No hay cambios.

Antes no tuve tiempo siquiera en reparar en su vestimenta, pero ahora que está aquí a mi lado me parece difícil de creer que una mujer menuda lleve ese tipo de vestimenta; botas militar, pantalón y camisa manga larga en un tono oscuro y ni hablar de su chaleco antibalas sobre su pecho. Lleva las iniciales del E.F.B.I. marcados en color amarillo y la placa cuelga de su cuello.

¿Por qué habrá elegido esa profesión?

—¿Logras reconocer a Julio?

—Aún no —le suelto —Sólo veo a hombres disfrazados de mariachis muertos. ¿Cómo se supone que lo encontraremos?

Lo cierto es que la invitación que Elena pudo conseguir pedía específicamente una vestimenta de mariachi y que cada hombre llevará la cara pintada de calavera o un antifaz.

—Tiene que haber una forma. Debe resaltar entre todos ellos.

Suspiro de puro fastidio y me acomodo mejor en el asiento buscando una manera de relajar mi cuerpo tenso y adolorido, cosa que empieza a importarme poco porque estoy apunto de entrar a ese sitio y abrir fuego para que todo se acabe de una vez y por todas.

—Te noto desesperada.

Levanto la mirada hacia ella otra vez. No me quita los ojos de encima y eso me incomoda.

—Sólo quiero terminar con esto lo antes posible.

Vuelvo a regresar la vista a la pantalla pero no hay nada, sólo más hombres bebiendo.

Puedo ver a Michael pedir una copa, bebiéndose el contenido de golpe. Espero no se emborrache porque empeoraría todo.

—¿Te importa mucho?

—¿Qué?

—La chica —hace una pausa —Lauren.

—No, sólo quiero que me responda unas dudas y eso sólo puede pasar si sale viva de aquí.

La mujer asiente y me ofrece un pañuelo.

—¿Eso para qué lo quiero?

Me señala mi costado, y me doy cuenta de que esta sangrando.

En Ti Confío; Camren [Terminada]Where stories live. Discover now