CAPÍTULO FINAL

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Karla

El aire entra a mis pulmones en forma de suspiros. Cuando abro los ojos me doy cuenta de que estoy en el hospital, conectada a una serie de cables por todo mi cuerpo, quiero saber qué me ocasiona tanta incomodidad en la nariz, pero al querer tocar mi cara siento otra mano evitar las mías.

Miro en esa dirección encontrando a Shawn inclinado sobre mi cara diciendo algo que no logro entender, no escucho nada sólo un extraño pitido que empieza a molestar mi oído.

De forma incomoda me muevo en la cama y entonces lo escucho:

—Puede que tarde en sanar, pero recuperará la audición.

—¿Está seguro, doctor?

—Claro que sí —hay un médico con él —Sólo ha sido una pequeña fisura debido a la presión.

Me alejo del agarre de Shawn.

—¿Qué hay de su herida?

—¿Puedo preguntar qué le ocurrió a la señorita para terminar con una herida así?

—No, no puede.

—Shawn, relájate —Elena detrás de él, intenta apaciguar los ánimos —Trabaja de encubierta por eso de sus heridas.

El hombre parece dudar, pero no insiste.

—Necesita tener más cuidado la próxima vez, o esa herida nunca sanará. Su piel se vio afectada por desgarre, así que le sugiero que tenga reposo de esas actividades los próximos días —el medico guarda su bolígrafo en el bolsillo de su bata cuando ya tomó todos los apuntes—Pronto le haremos más estudios para saber si las transfusión de sangre son suficientes para su cuerpo.

—De acuerdo.

El hombre abandona la habitación dejándome con ellos dos paseándose a los pies de la camilla.

—¿Cuánto llevo aquí? —pregunto al darme cuenta que ambos llevan la misma ropa con que los vi por última vez.

—Medio día... —asegura Shawn —Mejor dicho toda la madrugada. Ya son casi las siete.

Suspiro.

—Elena... —Ella no tarda en acercarse a la cama —Dime que arrestaste a Julio.

Su sonrisa aparece de pronto en su rostro.

—Sí, pero debido a la herida de bala en su hombro está aquí en el hospital.

—No puede ser —me quejo tragando saliva y sintiendo la molestia en mi garganta por la resequedad.

—Bueno, sino hubieses sido imprudente no estaría aquí —me reclama Shawn.

—No ira a ningún sitio, Shawn.

—Más te vale, Elena porque sino es así, yo mismo me encargo de meterle una bala en el cráneo para que deje de joder.

Debo cerrar mis ojos. Me cuesta mantenerlos abiertos.

—Deberían irse a descansar todos, ya bastante ha pasado por un día y parte de la noche para que sigan aquí.

En Ti Confío; Camren [Terminada]Where stories live. Discover now