Cap.24 "Las brujas de Greenwood".

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Algunos se desviaban y doblaban en calles de tierra para acercarse a sus casas, las que estaban muy separadas, pero Nathan seguía derecho caminando por el borde de la carretera. Dobló después de unas tres cuadras y doblamos cuando llegamos a la esquina, pero no estaba allí.

—Mierda. —Solté cuando no lo vi frente a mi.

—¿Donde está? —Ella volteó y miró a todos lados. Vi una sombra moverse cerca de un edificio junto con el ruido de una puerta chirriando y apreté su brazo.

—Allá. —Comencé a caminar observando el edificio en el que había entrado.

Era un edificio abandonado, tenía un cartel que decía "Orfanato Greenwood."  y algo se retorció dentro de mi cuando vi la parte superior del edificio consumida. Parecía haber sufrido algún incendio hace muchísimos años. Entonces me percaté que todos los edificios de esta calle habían estado prendidos fuego y abandonados.

—Fue la quema de brujas —susurró ella como si lo hubiese entendido recién ahora.

—¿La que? —pregunté horrorizada mientras observábamos el lugar.

—Las brujas de Greenwood. Es una antigua leyenda. Supuestamente las brujas instalaron este orfanato para proteger a todos los niños que eran como nosotros, sobrenaturales. Pero como no tenían permiso del estado porque nadie confiaba en ellas para dejar a unos críos aquí, y obvio, nadie podía saber que no eran niños normales, el pueblo junto a la iglesia católica se levantó contra todas ellas y prendieron fuego el orfanato. —Mi cara se contrajo del horror de lo que estaba escuchando. —Todas estas casas eran de ellas, vivían en la misma cuadra.

—¿Que pasó con... —Me interrumpió observando la entrada el orfanato, donde Nathan había entrado hacían algunos segundos.

—¿Los niños? Eran sobrenaturales Ali. Supieron huir de Greenwood con sus poderes. Las brujas, bueno... un poco chamuscadas supongo. Pero si la leyenda es real, esto pasó hace millones de años. No puedo creer que no hayan demolido todo esto aún.

Algo se retorció dentro de mi luego de oír la perturbadora y escalofriante historia. Ya no tenía los huevos para entrar a ese maldito lugar.

—Vamos. —Tomó mi brazo y salimos de nuestro escondite.

Subimos los escalones de mármol que eran abrazados por el césped que crecía a su alrededor. La puerta estaba entreabierta como Nathan la había dejado y no podíamos tocarla, o haríamos aún más ruido. Entramos una detrás de otra y observamos frente a nosotras. Una gran escalera caracol se posicionaba frente a nosotras cómo en los palacios de las princesas, solo que este te daban ganas de salir corriendo antes de querer saber que había arriba.

—Tenemos que subir —me susurró y negué con la cabeza, sintiendo que lo había hecho mi miedo y no mi razón. —Vamos, ya estamos aquí. —No me sorprendí de la valentía de mi hermana y tomé coraje de ella para seguirla escaleras arriba.

—Oye, este es el momento de la película en la que el público grita que no subas porque habrá algo horrible —dije observando hacia todos lados.

—Creo que esa escena del sótano ya está trillada. Y estoy subiendo, no bajando, así que vamos. —Revolee los ojos.

Había vitrales de colores góticos que daban miedo descubrir que significaban. Formaban símbolos y algunos palabras en algún otro idioma. Llegamos al primer piso donde encontramos dos pasillos largos hacia la derecha y la izquierda. Un pequeño silencio se estableció entre nosotras y claro, tenía que romperlo yo, con mis comentarios estupidos.

—¿Y ahora qué? —Imité al pez globo de la película Buscando a Nemo.

—Tenemos que separarnos. —Colocó sus manos en sus caderas cómo si estuviese deduciendo que hacer.

Controversia (Trilogía completa)Where stories live. Discover now