18. ʙᴀᴅ ᴅᴇᴄɪꜱɪᴏɴꜱ

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"Me aferro a todo lo que dices, voy a tomar nota de cada palabra, pero hazme un favor cuando miré alrededor, no quiero verte, no sigo el consejo de los tontos."

En un abrir y cerrar de ojos tenía ante ella a aquella persona a la cual esperaba ver desde hace tiempo, Jotaro Kujo. La castaña se congeló al tenerlo enfrente, ambos jóvenes no emitieron ninguna palabra por un largo tiempo, todo se resumía en miradas, latidos rápidos y suspiros. Anne se colocó a lado del japonés y jalo de su brazo para llamar su atención y marcar territorio. Valensi vio a Isis de pies a cabeza y le mostró una leve sonrisa simpática.

—¿Quién es ella, Jojo?- preguntó la joven Bióloga. Jotaro abrió la boca para hablar, pero ninguna palabra salía de sus labios. Tenía un extraño nudo en la garganta el cual le impedía expresarse. Isis vio aquella incómoda escena y decidido dar el primer paso.-

—Isis Cuomo, soy amiga de Jotaro.- extendió su mano hacia la Bióloga con una amplia sonrisa. La muchacha tomó la mano de su contraria y recibió un leve apretón. —¿Con quién tengo el gusto de hablar?-

—Anne Valensi, también soy amiga de Jojo. Tu acento es diferente, ¿de dónde eres? ¿Algunas parte extraña de Australia?, aunque luces un poco Taiwanesa.-

—Nottingham, Inglaterra, de un pequeño pueblo al norte llamado Cliffton.- contestó amablemente.

—Oh, vaya, no luces nada británica.- dijo algo sorprendida. Isis apretó la mandíbula a lo igual que su puño por aquel comentario.

—¿Como se supone que lucen lo británicos?- dijo a la defensiva. Jotaro noto aquellas acciones haciéndolo alarmar. Respiro profundo y se giró hacia su compañera tomándola por los hombros para que no dijera nada más.

—Anne, necesito hablar de algo importante con Isis, ¿Podrías dejarnos solos un momento?-

—Claro, nos vemos luego.- se levantó de puntas y beso la mejillas de Jotaro haciendo que la sangre de Isis ardiera ante aquella acción. La chica desapareció por la puerta dejándolos solos.

—¿Te parece si hablamos en otro lado?, mis compañeros están por llegar y no me gustaría que no nos interrumpieran. - sugirió.

Jotaro asintió y salieron del edificio sin dirigirse la palabra. Él iba varios pasos adelante mientras que Isis se encontraba atrás con el paso lento tratando de no lastimar más sus rodillas. El sonido del bastón golpear el suelo se escuchaba cada vez que daban pasos estresando al biólogo marino. Se detuvieron en el área verde alejados de todos, asegurándose de estar solos. Jotaro se detuvo dándole la espalda a la química. La chica veía aquella ancha espalda y se lamentaba tanto de este encuentro, tenía el presentimiento que nada saldría como a ella le gustaría.

—Ella parece agradable, ¿desde cuándo la conoces?- habló rompiendo el hielo.

—A lo que venimos, Cuomo.- hablo serio. Jotaro nunca le había llamado por su apellido y sabía que esa era una mala señal.

Por parte del moreno quería terminar cualquier lazo con la británica. Él había tomado malas decisiones de las cuales se lamentaba y no quería que ella fuera afectada de ninguna manera por ello. No quería que sufriera por él, no quería que supiera cosas de las cuales las lastimarían en un futuro, ella merecía mucho y él no creía ser suficientemente bueno para alguien como Isis.

—¿Por qué llegaste hasta ahora?- pregunto serio. Tenía ese semblante estoico al cual todo mundo estaba acostumbrado menos ella. Se giró y la miró al rostro. —¿Por qué nunca llamaste? ¿Por qué dejaste de contestar mis cartas? ¿Por qué me hiciste a un lado? .- la británica bajo la mirada y se le hizo difícil hablar. Si ser duro era la única manera de mantenerla a lejos lo haría.—HABLA MALDITA SEA.- Gritó haciendo que la joven diera un pequeño salto del susto. Este no era el chico que conocía, este era el chico que se mostraba enojado con todo el mundo, y era algo que comprendía, había fallado a su promesa, pero ahora temía por el comportamiento que tomó a la defensiva desde un principio. —Tú prometiste...-

—Las promesas se rompen antes de hacerlas, Jotaro.- interrumpió.—Claro que llame, claro que trate de contactarme contigo, pero no había manera de hacerlo, yo...-

—Yo pensé que podrías ser mi vida, Isis, pero me fallaste, creí en ti y creo que fue lo peor que pude hacer.- pero aquellas palabras no eran ciertas, en la hubiera esperado hasta el fin del mundo.

—NO TRATES DE DARME UNA LECCIÓN QUE YO HE APRENDIDO MUY BIEN, KUJO.-grito enojada.—¿Me dejaras hablar?- alzó una de sus cejas, y el muchacho asintió.—Antes de que empieces a crear escenarios tontos sobre todo lo que hice durante el tiempo que estuvo ausente, te contaré lo que pasó. - camino apoyándose del bastón y suspiró.— Lo único que recuerdo de ese día es que iba de regreso a casa con mi camino habitual de siempre. Días después encontraron mi cuerpo amarrado cerca de un lago. Llamaron a emergencias y no reaccione por mucho tiempo, cuando me dieron de alta era común que tuviera ataques de ira o de pánico cuando alguien tocaba mi cuerpo. Por obvias razones mi padre me interno en un psiquiátrico. Después de salir te llame, busque direcciones y tú nunca apareciste. Así que lamento haber perdió la comunicación contigo, si por mi fuera, hubieras sido el primero en saberlo.-

—Yo...- el pecho comenzó a apretarlo y trago duro. La culpa comenzó a invadirlo, no quería creer todo lo que pasó durante ese tiempo y se lamentaba no haber estado ahí para defenderla. Si vida se estaba colisionando mientras que él se estaba acostando con alguien más.—No te creo, si no querías estar más conmigo no deberías inventar excusas, no sabes lo tonta que te ves.-

—¿Estás hablando en serio, Jotaro?-dijo aguantando el llanto. Su rostro se mostraba serio y seguro, pero por dentro lo había perdido todo.—Esta bien, lo entiendo, no tratare de cambiar lo que creer.-

—Deja de ser una perra escandalosa, no quiero escucharte más.- interrumpió. Dio media vuelta y se retiró con aquel semblante frío.

—Jotaro, deja de mentir, sé cómo te sientes, puedo sentir tu miedo y tristeza, así que.... no me dejes.- susurró lo último al verlo desaparecer.

El muchacho mordió sus labios con fuerza haciendo que los mismos sangraran, pero ahora no podía arrepentirse, por lo menos de esa manera, Isis Cuomo no viviría decepcionado de Jotaro.

DIRTYHARRYY

➸Hidden Place •●• Jotaro KujoWhere stories live. Discover now