Saint Seiya- Sailor Moon. Asgard Redemption (Oneshot en Español)

El crimen de Mimir de Benetnasch

Eitri procede a dirigirle la palabra a Sin.

Eitri: Creo que empezamos con el pie equivocado. Si usted lo desea, por el precio adecuado, puedo forjarle una Cloth mágica con los mejores ingredientes de Niðavellir.
Sin: Te puedo pagar con informacion. Provengo de las tierras medias en el siglo 30. Por lo tanto te ofrezco información de eventos deportivos desde la época de los 90's por dos años.
Eitri: ¡Trato hecho!

Sin le entrega un thumbdrive con la información a Eitri.

Eitri: Mi computadora está en mi casa. ¿Te importaría si la checo?
Sin: Descuida. No hay problema.

Eitri desaparece y reaparece en un par de segundos con una camisa de Souvenir de Las Vegas y lleno de alhajas de oro.

Eitri: ¡Muy buena información! Te haré una Cloth sin igual. Tendrá neblina primordial de Niflheim, acero Asgardiano y Mythril. Poderosa, sin embargo femenina, ligera como una pluma pero tan fuerte como una armadura de un Dios Guerrero. ¡Me siento inspirado!
Hyoga: ¿Tanto dinero ganaste? Me pregunto qué tanto habrá cambiado la linea del tiempo
Sin: Deja que revise.

Sin saca su computadora dimensional de Oppossitto Senshi y empieza a revisar

Sin: Hmm. Casi todo igual.. Hmm ¡¿Que?! ¡¿Hillary no ganó?! ¡¿El presidente Trump le corta los fondos al CDC y hay una pandemia de virus COVID-19 poco después? En el nombre del cielo, ¡¿QUÉ FUE LO QUE HICE?!
Alexer: Espero que esta Cloth lo valga.
Hyoga: Mimir. Nos estabas diciendo que Mime era tu hermano menor.

Mimir: Como ustedes ya lo han de saber, para los Asgardianos la guerra es nuestro pan de cada día. Hace algún tiempo hubo una última pelea entre los Æsir y los Vanir. La chispa del odio entre ambos se inició cuando los Vanir decidieron que los Dioses ya no eran necesarios y que sus súbditos debían tener libre albedrío y pensamiento independiente. Los súbditos buscaron llegar a las tierras cálidas y abandonar las responsabilidades que tenían en Asgard, pues habíamos encontrado nuestra fe en el nuevo Dios romano. Nuestro Señor Jesucristo. Para Dolbar, el representante de Odín a los Æsir en esa época, vio como nuestra fe de amor y paz amenazaba a su estilo de vida, así que el envió a sus guerreros para disciplinar a los progresistas Vanir y sus apoyadores. Entre los hombres de Dolbar estaba el mejor Guerrero. Un Noble de Primera Clase en Asgard. Este hombre se hizo de una fama, que hasta el mismo Dolbar le tenía miedo. De Hecho él era temido por los Jötun, los Æsir y los Vanir por Igual. El era el jefe Falker. En una expedición para socavar a sus enemigos, luchó contra el campeón de los Vanir. Un poderoso soldado. El Jefe Oberon, rey de las Hadas. Mi padre. Yo vi esa batalla. Oberon no supo cuándo rendirse y Falker se vió forzado a matarlo. Mi madre, trató de proteger a Oberon y ella... quedó atrapada en medio de todo.
Sin: ¿Y que pasó?
Mimir: Al verme a mi hermano y a mi, Falker sintió remordimiento por habernos causado daño al matar a nuestros padres. Enterró a nuestros padres bajo nuestra tradición cristiana y me prometió cuidar a mi hermano. A mi me envió lejos. Viajé por todo el mundo, viví un tiempo en Irlanda. Fui yo quien le consiguió a Mime sus instrumentos de cuerdas.
Sin: Eras un buen hermano ¿Verdad?
Mimir: No. No lo fui.

Mimir suelta lágrimas mientras continúa su historia.

Hyoga: Como pudiste entrar y salir de Asgard a voluntad y regresar tan rápido.
Mimir: Umm. Mi padre, Oberon, me enseñó a viajar a través de las ramas del árbol Yggdrasil. No tan preciso como los enanos, pero casi.
Sin: ¿No tan preciso?

Mimir recuerda que en una ocasión él entró a una población, pero apareció frente a una joven que se estaba bañando y esta gritó mientras agarraba un cepillo de su bañera para darle golpes, mientras Mimir decía "¡Lo siento, lo siento!"

Mimir: (nervioso) No quiero hablar de eso.
Sin: ¿Cual es el alcance de Yggdrasil en las tierras cálidas?
Mimir: Todo lo que se ve y lo que no. Es el árbol del mundo después de todo. Forma la realidad, espacio y tiempo y el cosmo que emana de él alimenta los nueve reinos. De todos modos, me estoy distrayendo de mi historia. Al jefe Falker no le agradaba que Mime tocara sus instrumentos musicales pues, tratando de honrar a Oberon y a los Vanir, Falker buscaba que Mime se volviera un gran guerrero, digno del respeto de los Æsir y los Vanir por igual. Un campeón de la paz. Lo que en verdad era amor y disciplina yo lo confundí con abuso y maltrato, pues yo veía en él a un simple asesino y un mentiroso que deseaba ocultar sus pecados. Mientras Mime entrenaba con él, yo también aprendí las técnicas de Falker en secreto. Apliqué todo mi odio hacia él en todas mis técnicas, pero mi fe no me permitía tomar venganza, pues las enseñanzas de mi Dios me incitaban a envainar mi espada y no buscar venganza. Pero eso no significaba que no podía hacer que alguien lo hiciera por mí.
Sin: Uh oh! No me gusta a donde va esto.
Mimir: El jefe Falker amaba a mi hermano, pero no lo mostraba abiertamente. La consecuencia fue que Mime vivió su vida teniéndole miedo. Dejé de ver a mi hermano y él experimentó la verdadera soledad. Mime soportó el entrenamiento de Falker y luego, cuando dominó sus técnicas hice algo de lo que siempre estaré arrepentido.

Mimir le muestra a los héroes un relicario con una fotografía de Mime con sus padres

Mimir: Dejé esta reliquia en el escritorio de Falker. Falker se encontró conmigo en las afueras de su casa

Flashback:

Falker: Veo que te has vuelto mas poderoso que tu hermano, por lo tanto, mas poderoso que yo, joven Mimir. ¿Viniste a enfrentarme y adquirir tu venganza?
Mimir: Tus pecados no son míos para castigar, jefe Falker. Porque está escrito "Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor". Solo vine a ver tu rostro una última vez antes de que mueras el día de hoy.
Falker: ¿Que?
Mimir: Mi hermano ya lo sabe. Le dejé lo único que tenía para recordar a mis padres. Este es mi sacrificio, para que la justicia del Señor caiga sobre ti. Que el Señor te perdone, si mereces ser perdonado.

Termina el flashback

Mimir: Mi sacrificio se convirtió en mi pecado. No diré que esperaba que Mime se abstuviera de matarlo, pero mi hermano nunca dejó de odiarlo aun después de muerto. Durante la guerra contra el Santuario, cuando La señorita Hilda estaba bajo el control de Poseidón, pude ver la redención y muerte de mi hermano. Mime se ganó el Valhalla, pero mis intrigas le causaron sufrimiento a mi hermano durante años. La verdad es que el que asesinó a Falker con engaños... fui yo. A pesar de que pude haber matado a Fénix y a Andromeda en ese momento, no tenía derecho a mancillar el duelo de mi hermano ni voz ni voto sobre su vida, pues fui yo quién arruinó la vida de mi hermano. En arrepentimiento, tomé la armadura Benetnasch de mi hermano, viajé a Vanaheim. Ahí solicite a una de las Nornir, la tejedoras del destino, que me maldijera. De común acuerdo recibí la maldición de Dag.

Mimir recordó la maldición

mujer misteriosa: El viento se detendrá cada vez que entres a un barco. El mejor caballo no te llevará a ningún lado, pues estás maldito. Tu violencia te lastimará a ti mismo.
Mimir: Que así sea. Amén

Fin del recuerdo

Hyoga: Entonces el daño que les hagas a otros...
Mimir: Yo también lo recibo. Puedo utilizar el puño de luz de Falker y el Réquiem de Cuerdas igual que mi hermano, pero si lastimo a alguien con ellos, yo también recibiré el daño. Pero yo puedo enseñar a otros a usar el cosmos de luz y uso mi Réquiem de Cuerdas para sanar y restaurar. Esa es mi penitencia.

Sin: Tienes mi respeto, Mimir el Sabio. Otra persona le hubiera echado la culpa al principal instigador, Dolbar (ese nombre me hace volver el estomago). No muchas personas asumen la responsabilidad de su mal comportamiento. Tu y yo hemos aprendido por las malas que la venganza solo aumenta el dolor. No lo alivia. ¿No es así, sanador?
Mimir: ¿Disculpe?
Sin: Es que esto me recuerda a un videojuego tipo juego de rol. Fenrir sería el bárbaro, Hyoga el paladín, usted el sanador, yo el tanque, Alexer seria, no se... ¿un mago fresco?
Alexer: (molesto) ¿Disculpe?
Sin: Solo faltarian los pícaros. El arquero y el asesino para ser exacto. ¿Nos ayudarías a buscar la forma de ir a Alfheim para ayudar a Fenrir?

Ver a Sin le hizo recordar a Mimir  a su hermano.

Mimir: No veo porque no, hermanita. Tu comprendes el poder engañoso de la violencia.
Sin: Hablando de violencia  ¿quien es la Saintia malacara de hace rato?
Mimir: Una que también busca venganza. Cassiopeia Erda