VII

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"Nobleza dequien no deduce del rayola vanidad de las cosas

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"Nobleza de
quien no deduce del rayo
la vanidad de las cosas."
—Matsuo Basho.















Al día siguiente, justo después del desayuno, Margery estaba caminando por los pasillos del castillo. Era acompañada por Sarai y Cirilla, la última siendo invitada por la princesa para pasar esas horas de la mañana con ella, antes de que la pelirroja tuviera a asentarse a los deberes que la reina Caitriona tenía planeados para ella en ese día.

Había sido una comida bastante amena, a comparación del desastre al que sobrevivió la noche pasada. No solo la cena había sido terrible o incómoda, sino también la conversación que tuvo después con sus padres, cuando Margery se negó rotundamente a aceptar y dar su mano en compromiso con el rey Eustace. Aunque en su momento creyó que los reyes de Mercibova se opondrían a sus deseos, recordaba con cierta extrañeza que estos los aceptaron sin dar lugar a alguna otra discusión.

Acompañada de las dos rubias, estaban haciendo camino hacia el exterior, en dirección a las caballerizas para que Geralt se encontrara con Ciri, o al menos eso era lo intentado. Antes de que la princesa pudiera cruzar las grandes puertas principales del palacio hacia afuera, se escucharon unos gritos masculinos.

—¡¿Cómo se atreven a insultarme tanto?!

Ante el escándalo recién formado, Margery se volvió hacia el sonido de la voz, encontrándose con el rey de Alysion, cruzando las puertas del salón del trono en dirección hacia ella. El hombre daba pasos fuertes y directos, sin despegar sus furiosos ojos de la figura de la princesa, quien se quedó pasmada en su lugar, observándolo. A la pelirroja no le hacía falta hacer preguntas a nadie para saber que su padre ya le había anunciado su respuesta negativa a Eustace. La reacción de aquel hombre iba acorde con todo lo que mostraba ser, y a la princesa le agradó saber que había podido leer más allá del aspecto mandatario que aquel rey daba a conocer. Su porte y ojos afilados hablaban más de él de lo que su boca podría llegar a pronunciar.

—Buenos días —saludó Margery, sin embargo no mostró ningún indicio de sonrisa o amabilidad.

Los ojos femeninos eran fríos y ella se negaba a retroceder siquiera un solo paso. De hecho se adelantó un poco, para así dejar detrás de ella a Cirilla, a un lado de Sarai, con tal de no dejar que algo malo le sucediera, en caso de que a eso se llegara. No confiaba ni en lo más mínimo en las acciones de un hombre que se daba esos aires de grandeza y que parecía a punto de explotar.

—Si es la querida y hermosa princesa que ha negado mi única petición —siseó Eustace una vez estuvo ante ella.

Fue en ese entonces que Margery notó a los guardias personales del monarca, rodeándolo  protegiéndolo, pero luciendo letales y amenazantes. Observando con cuidado a los soldados, notó que éstos tenían sus manos posadas en las empuñaduras de sus espadas. Luego volvió sus ojos hacia el hombre en cuestión.

CURSED LINEAGE «the witcher»Where stories live. Discover now