Ese número no es mío.

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Hace un mes como de costumbre mi amiga Paula conoció a un chico en un bar, no se si en un bar puedas encontrar al amor de tu vida pero Paula estaba convencida de que este susodicho podría ser el.

Me pidió que saliera con ellos en una cita doble, a lo cual me negue pero estuvo insistiendo toda una semana diciendome que el amigo sería toda una estupenda compañía, no me aburriría con el por que era muy ingenioso y divertido y además era apuesto, por más que me negue insistió hasta que cedí por hartazgo o no se si por debilidad de espíritu.

Hace 3 horas me presionaba en la habitación para que eligiera un vestido pero yo opte por un conjunto negro, nos invitaron a cenar por lo que debía lucir decente, pero la cena fue muy aburrida y lo único rescatable fue la pasta y los macarrones salteados, por si eso fuera poco nos invitaron a su departamento a lo que sugerí estaba un poco cansada pero Paula de inmediato acepto, salimos rumbo a su apartamento y en todo el trayecto Henry nunca se calló,era lindo pero eso igual no le quitaba lo aburrido a Henry, nos ofrecieron una copa y salieron a su terraza, todos menos yo, me excuse diciendo que tenía que atender una llamada imporante y salí huyendo de ahí, salí del apartamento esperando no hacer mucho ruido, estaba molesta.
Estaba ya oscureciendo y los tacones estaban haciendo estragos en mis tobillos, sentía punzadas y estaba irritada, esta era la ultima vez que ayudaba a mi amiga a conquistar idiotas, bueno Guilmer no lo era tanto por desgracia su amigo si.

Había una banca enorme junto a una casa que parecía estar deshabitada, pare un poco ante el dolor punzante de mis tobillos, me senté un momento y quite mis zapatos de tacón, era un horror tener que irme en un taxi y perder una maravillosa noche en algo tan poco provechoso, al menos esta vista al mar lo compensaba un poco.

Llame a la compañia de taxis y  espere sentada en la banca frente al mar, la vista era mucho mas preciosa que en mi casa y la casa de aun lado era bellisima, el sol se ocultaba poco a poco con destellos rojos y purpuras, y cuando me hube acostumbrado a la inicial oscuridad observe mejor las dimensiones de la casa y la decoración era una casa espectacular como sacada de pinrest, pronto estuve en casa, me desvestí, me desmaquille y le conte a papá la trágica historia. 

Al día siguiente recibí un mensaje en clase, era de un número desconocido, era Henry, me dio pesar saber que Paula le paso mi número a un sujeto tan odioso y conteste negando que ese número pertenecía a un anciano. Después hablaría con ella.

Mis padres habían sido grandes vendedores de vienes raíces los ultimos años, iniciaron un proyecto juntos  y desgraciadamente lo terminaron separados, mamá era contadora de joven y papá arquitecto, a pesar del termino de la relación conservaban una buena relación, incluso tenían oficinas de su proyecto y se hablaban con frecuencia, papá me empleo de relampago cuando llegue de la universidad, me dijo que un buen cliente y conocido se había cambiado recientemente al pueblo a la zona alta y me pidió que lo ayudará a desempacar, pues tenía trabajo importante y no podría hacerlo solo, era un coleccionista, lo llamo Schmidt.

Coleccionista.Where stories live. Discover now