Del otro lado del mirador.

37 1 0
                                    

Cuando era niña decía que algún día viviría del otro lado del mirador, yo por su puesto vivía en la zona baja de la riviera, la zona alta comenzaba con el mirador y del otro lado una enorme zona residencial. Yo había estado ahí algunas veces, la zona estaba sobre una enorme edificación natural rocosa, en el mirador habían unas hermosas escaleras de madera solida para bajar a playa mientras que al otro extremo el mar chocaba contra las rocas.

Claro que las ocasiones en que había ido a esa zona, eran ocasiones de empleo, para ir a esa zona de la playa o por ir a pasear en las bicicletas de adolescente sin nada mejor que hacer, el hecho es que eran casas enormes y muy sofisticadas nada parecido a las típicas casas en zonas costeras bellas pero muy juntas, estas eran departamentos y casas de autentico lujo, además del silencio impenetrable del lugar, muy distinto al otro lado el mirador, mucho más habitado y transitado, era bello pero esa era una realidad que separaba el mirador de otra un poco distinta realidad.

Yo vivía en la parte baja, mi casa no era tan lujosa pero estaba frente al mar, vivía con mi papá en una casa cómoda, para dos adultos un perro y un par de pescados y aún sobraban dos habitaciónes en distintos pisos, mis padres se habían divorciado hace un par de años por diferencias ideológicas, tenía un hermano mayor que estaba casado y se había mudado a Nueva Zelanda con su esposa a su ciudad natal, pero casi no convivimos me llevaba algunos años más y no sincronizamos mucho nuestro sentido de hermandad. Mi madre por su lado vivía con su pareja y ambos tenían una casa un poco más modesta en una zona más centrica del pueblo pero mejor ubicada, me habían ofrecido ir a vivir con ellos pero mamá había cambiado mucho y se había vuelto en una segunda adolescente que quería revivir cosas de su juventud con el doble de intensidad, no es que tuviera algo de malo sentirse joven, pero ignoraba por completo una realidad construida por años, como sea ignoraba eso y respetaba sus decisiones y su pareja.

Yo estaba en la universidad, estudiaba biología marina, pero me interesaba las areas de conservación de las especies, no solo marítimas si no terrestres también, había trabajado con distintas organizaciones pequeñas para el cuidado de especies, pero ahora estaba realizando un serivicio y necesitaba un trabajo real de medio tiempo para sobrevivir.
Gracias a eso conocí al coleccionista.

Coleccionista.Where stories live. Discover now