Capitulo 7

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- O, que lindo te vez México. Decía Rusia mientras veía al Mexicano dormir echo bolita.
- Te dejaré dormir otro momento.

20 minutos después

- (bostezo) Qué horas son. Bueno, al menos Rusia no ha venido.
En ese momento, Rusia entró por la puerta.
- Buenos días cariño, ¿Cómo amaneciste?, Preguntó el ruso.
- Pues acostado, jaja, te creas, bien, y tú. Contestó el Mexicano.

- Yo, a yo, pues bien también. Contestó el Ruso algo nervioso, no creyó que le preguntara.

- ¿Sabes que me gustaría México?
- No, ¿Que Rusia?
- Que me cantarás algo. Por favor
- Está bien.

- Wow, México, esa canción es hermosa, ¿quién la canta?
- Pues, mi queridísimo Juan Gabriel.
- Cántame de el más seguido, después del desayuno irás a bañarte.
- Si, gracias.
- ¿Que vas a querer desayunar?
- Lo que sea es bueno gracias.
- Ok, enseguida te traigo algo.

- Aquí está, espero que te gustes los waffles.
- Si, si me gustan, gracias.
- Come mi amor, yo prepáre la ropa que te pondrás.

- Ahora que chingadera me va a poner el pinche poste. Decía México mientras comía sus waffles.

- ¿Ya terminaste de comer mi amor? Preguntó el ruso.
- Si. Contestó el Mexicano.
- Ok, entonces vamos, es hora de un baño dijo Rusia mientras quitaba el seguro de las cadenas y tomaba a México de las esposas para que no escapara.

Ya en el baño

Rusia cerró la puerta del baño con llave para poder quitarle las esposas al Mexicano.

- Ahora, desvistete. Ordenó el ruso.
- C-como, frente a ti
- Si mi amor, yo igual me daré un baño y, lo mejor de todo, cumpliremos una de mis fantasías. Siempre e querido bañarme junto a ti. Dijo Rusia mientras se hiba desvistiendo.

Cuando terminaron de desvestirse, los dos se vieron de pies a cabeza, lo cual causó un severo sonrojo en ambos.

- Vamos, entra a la ducha. Exigió el ruso.

El agua comenzó a caer de la regadera. Rusia tallaba al Mexicano, mientras le daba uno que otro toqueteo, México se sentía algo incómodo, pero le gustaba un poco.

Al terminar de ducharce, Rusia se envolvió una toalla en la cintura, mientras envolvió a México en otra toalla pero como si fuera un pequeño taquito. Y lo acostó en su cama.

- Aquí está. Dijo Rusia mientras sacaba un poco de ropa para México, era una playera que a él le quedaba chica y un pantalón que igual no le quedaba.

Rusia le quitó la toalla y le dijo- vamos, ayúdame y alza las manos. México obedeció y se dejó poner la playera. La cual le llegaba hasta las rodillas.

- Creo que no hará falta el pantalón México, pero el boxer sí. Dijo Rusia colocándole el boxer a México.

- México...
- Si Rusia
- Te puedo preguntar algo
- Por supuesto dime.
- Quieres, vivir conmigo, claro, no te podrás ir y seguirás mis órdenes pero, sin cadenas.
- Eh, si, si quiero.

Solo míoWhere stories live. Discover now