Capitulo 8

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- Eso me hace muy feliz. Dijo Rusia.
- Qué cosa? ( Respondió México)
- Que seas obediente, contestó el Ruso besando al menor en los labios.

Su puta madre, no puedo, no puedo amarlo, el me secuestró, me obligó a hacerle un oral, pero, es tan guapo y cuidadoso, no me lastimó. Chingada madre, yo pensé que eso del síndrome de la bella y la bestia eran puras mamadas ( el síndrome de la bella y la bestia es aquel que te hace sentir amor hacia tu secuestrador). Pensaba el Mexicano.

Rusia se quitó la toalla dejando ver su escultural cuerpo. México lo vió, se sonrojó un poco y volteó a otro lado.
- Puedes verme mi amor, soy todo tuyo. Dijo Rusia mientras veía a México.
- Jaja, chinga tu madre.

- Ven, vamos abajo. Dijo el ruso tomando la mano del Mexicano.
(Suena el teléfono de Rusia)

- Agh, lo que faltaba. Dijo Rusia entre dientes.

- Bueno

- Ey, weon

- Chile?

- El mismo

- Que quieres?, Estoy ocupado

- Bueno, la verdad as que tiene dos días que no aparece México

- No puede ser (sarcasmo)

- Así es, queríamos saber si nos puedes ayudar

- Si, claro que puedo (sarcasmo)

- Nos vemos en 10 minutos en la casa de España, y de paso que nos ayudes a consolarlo, está destrozado

- Si, voy para allá

Llamada finalizada.

- Era Chile?, Preguntó temeroso el Mexicano
- Si, te están buscando, voy a ir a "ayudarlos", a buscarte y a consolar a tu padre.
- Mi padre está preocupado por mí?
- Se, pero, ahora tu eres mío
- Algún día volveré a verlos
- Quizás, si te portas bien mi amor. Me tengo que ir, nos vemos en 1:00 hora.
- Sí


Con Rusia y la familia de México

- Papá, deje eso. Decía Chile mientras le quitaba el veneno de las manos a España.
- Déjame gilipollas, no tiene sentido la vida sin mi Nueva España.
- Señor España, no diga eso, menos enfrente de sus hijos.

- P-papá, no lo hagas, el aparecerá. Dijo Perú con lágrimas en los ojos.
- Si, señor España, no pierda la esperanza.
- Y este chaval que hace aquí?
- Vino a ayudarnos.
- Eso es cierto joven Rusia.
- Sí, sí señor España.
- Entonces ayúdame a poner la cuerda para colgarme.
- Ay, papá, estás ebrio. Dijo Argentina uniéndose a la conversación.

- Y que cojones querías que hiciera, mi Nueva España, mi Nueva España no está, mi hijo favorito. Mi pequeño.
- Eso dolió, pero te lo perdonaremos por qué todos sabemos que México es nuestro hermano favorito. Dijeron los latinos casi al unison.
- Creí que yo era su favorito, dijo Perú.
- Pues creíste mal gilipollas.

- Y que vamos a hacer, discutir aquí sobre si México es su favorito o salir a buscarlo. Dijo Rusia algo celoso de los comentarios de estos países.

Con México.

- A, chale, ésta playera es muy grande. Pero que pendejo!, Si yo soy muy bueno en costura. Dijo México quitándose la playera.

- Hilo, aguja, hilo aguja. Bingo, hilo y aguja. Ahora sí.

México confeccionó la playera gigante en una playera de su talla y un short.

- Soy la mamada mijos.
- mmm, ya casi es hora de que llegue Rusia, voy a cocinar para el,y que vea mi fantástico sazón.


Solo míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora