➵ Capítulo 28

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Había perdido la noción del tiempo, simplemente se despertaba cuando Irene iba a llevarle algo de comer o Yeri iba a aplicarle la droga y volvía a dormir. Ya ni siquiera le daba importancia, su lobo parecía tener esperanzas porque seguía lloriqueando ansioso aunque podía sentirlo morir lentamente.

Escuchó la puerta abrirse seguido de un par de zapatos, las luces fueron prendidas, alguien se agachó junto a él y abrió su boca, seguro era Irene se dijo. Masticó por unos segundos y tragó. Abrió los ojos para mirarla pero se encontró con Yeri. Con la poca fuerza que tenía se arrastró al borde del colchón vomitando lo poco que había comido.

—Irene no vendrá hasta pasado mañana ¿Vas a estar dos días sin nada en tu estómago? —preguntó Yeri sonriente— ¿Te cuento un secreto? —Wooseok se recostó contra la fría pared y negó— Jinhyukie está más cerca mío —canturreo— Tuvieron que sedarlo y encerrarlo en su habitación durante unos días ¿Sabías que un alfa pierde el control cuando es privado de su omega? Tenías que verlo, estaba perdido y fuera de sí —Wooseok no podía creer lo que escuchaba, quería llorar y golpearla. Su pareja estaba sufriendo peor que él y esta tipa lo celebraba ¿Qué?— Pero de a poco, voy a tenerle paciencia. Sé que al final va a ser para mí.

—¿Cómo puedes verlo así y estar tan tranquila? —ya no le importó que ella estuviera presente, no reprimió las lágrimas— ¿No entra en tu cabeza? Él jamás te querrá Yeri, estás podrida por dentro y estoy seguro de que él puede verlo.

—En lugar de darme consejo, resígnate a vivir aquí. Vendré a contarte cada uno de mis avances —se levantó y se volvió para irse.





[♢] 




—Wooseok.

—Irene.

—Lo siento, yo...

—Tranquila —Wooseok abrió los ojos y vio a Irene cerrar la puerta con seguro después de haber prendido las luces. La chica parecía preocupada pero lo que más llamó su atención fueron las bolsas que traía.

Una vez que la castaña se aseguró de que nadie podía interrumpirlos se acercó al chico acostado en el viejo colchón en el piso.

—Te traje buena comida y otras cosa que deberás esconder muy bien —la castaña sacó dos cosas las cuales de verdad extrañaba. Un tazón de fideos y una camisa de dormir de Jinhyuk, al omega le empezaron a lagrimear los ojos. Lo primero que tomó fue la camisa para llevarla a su nariz— El olfato de Yeri no es tan bueno ya que es beta, pero ten cuidado —le advirtió, el omega siguió llorando.

—Gracias —dijo con la voz quebrada dejando la camisa a un lado para tomar el plato de fideos y meterse grandes cantidades a la boca.

—Si comes así te va a caer mal —Irene tomó su muñeca— Tu estómago se habrá reducido mucho, si ingieres esa cantidad tan rápido te hará mal —pero era demasiado tarde, las náuseas llegaron a él y se mantuvo quieto, no iba a devolver lo poco que tenía en su estómago. Había perdido la cuenta de todo el tiempo que llevaba ahí pero sabía que había tenido una mala alimentación— Te lo dije —añadió la castaña cuando se dio cuenta— Si dejas de comer como debes durante un mes y te tragas un plato de fideos de un suspiro pasa esto —le regañó y no supo porqué, pero Junho apareció en su mente. Quería romper a llorar otra vez— No debes agradecerme, soy cómplice de mi hermana.

Delicado Omega ♡ | WEISHINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora