Controversia (Trilogía completa)

Cap.16 "Aún lo amo".

— No, no.— Levantó las manos en alto.— Pero tu ya sabes lo difícil que es contenerse a los poderes de tentación.

—Si, dímelo a mi —dije con sarcasmo. El bajó sus ojos, recordando que el me había tentado en algún momento a besarlo en el pasillo de la escuela.

—Te pido perdón por todas esas cosas, pero creo que tú también me debes una disculpa.— Abrí mis ojos con sorpresa y me levanté del sofá incrédula.

— ¿Una disculpa?— Abrí mi boca y mis ojos. El se hizo pequeño en su lugar y moví mis manos.— ¿Y yo por qué debería pedirte disculpas a ti?— Enfaticé y el sonrió triste.

— Porque me utilizaste.— Parpadeé un par de veces.— Me utilizaste para darle celos a Nathan.— Mi respiración se cortó de un segundo a otro y caí desplomada en el sofá.— No creas que no me di cuenta como lo observabas mientras me besabas.

El me vio.

— Yo... no es lo mismo.— No sabía que decir, no esperaba esto.

— Lo sé, no tendría que haberte seguido el beso luego de darme cuenta. Pero tú ya te habías dado cuenta que me gustabas mucho y simplemente no pude contenerme contigo cerca.— Sentí el rojo en mis mejillas y me moví incómoda en mi lugar.— El punto es Ali...— Miró hacia abajo y volvió a mirarme.— ... ya no voy a molestarte más. Ya no estaré detrás de ti, ni intentaré besarte ni nada.

— ¿Por que no?— Esperé que no notará el hilo de dolor que sonó en mi voz y pensara que era más intriga. Porque si me dolía un poco que dijera eso, había matado la pequeña esperanza de formar algo mas que una amistad con el.

— Porque tu aún lo amas.— Se encogió de hombros.— Me gustabas, por eso nunca intenté tenerte en mi cama. Pero luego de ver cómo te pusiste el día que Danali llegó, como tomaste en esa fiesta y como me besaste...— Negó con la cabeza.— ... solo querías su atención.

Estaba tan perpleja ante todo lo que estaba pasando. No podía asimilar tantos hechos al mismo tiempo.

— Yo... no quiero amarlo, no se lo que siento.— Admití, dándome cuenta que le estaba dando pie a creer que me gustaba. Pero era la veradad, aún no sabía si asi era.

— Esto te lo dirá.— Sin poder hacer nada, sus manos tomaron mi cara y me jalaron a él.

Sus labios se estrellaron con los míos y pude sentir su perfume acariciarme la nariz. Sus manos estaban quietas en mis mejillas pero su boca se movía al ritmo de la mía, que sin darme cuenta le estaba siguiendo el beso. Se sentía increíble y tenía que admitirlo, era un muy buen besador.

El recuerdo de la vez que Danali le tentó a besarlo apareció en mi mente y recordé como me subí sobre el en el sofá. El rojo vino a mis mejillas por el recuerdo. Tadeo se separó de mi y me observó detenidamente. Abrí mis ojos lentamente sin querer encontrarme con los suyos, porque sabía que eso me confundiría aún más.

— ¿Que sientes?— Me preguntó con la respiración entrecortada.

— Yo... tengo calor.— Admití y lo vi morderse el labio.— Se sintió bien, fue increíble.— Dije un poco avergonzada.— Siento que... puedo confiar en ti.— Lo miré a los ojos y reviví en mi cabeza la vez que el se quedó conmigo luego de mi pesadilla, me acompañó en mi venganza e incluso me dio información que me sirviera.— Que te necesito.

— Pero no me amas.— Sonrió mostrando su punto.

Bajé la cabeza, incapaz de decirle lo contrario. El tenía razón, quizá el solo me atraía físicamente cuando de besar se trataba, o emocionalmente cuando necesitaba un amigo. Pero no había manera de compararlo con Nathan. Y aunque fuese un idiota, Tadeo sabía que aún lo amaba. Yo sabía que aún lo amaba.