Capítulo 11: "Dale un beso antes de dormir. Una excusa para vivir"

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Agradecida -como siempre- de todxs vosotrxs que están aquí muy entusiasmadxs con esta historia. Les explico para quienes no sabe que sucedió: una chica me escribió para decir que había 'cierta' fic con fuertes similitudes con esta historia. 

El problema no es que lo haya dicho, el problema es no darme los datos para hacer las gestiones correspondientes. Lo posteo porque, ya sabéis que he tenido que pasar por cosas así donde me han robado las historias, etc. Me poner nerviosa y no me dan el seguir publicando si algo está siendo mal usado. 

Si usted advierte algo como eso... por favor, dígame. Esta historia la publiqué hace dos años ¿si no? entonces es fácil saber cuando una historia se 'inspira' en otra. Sin otro, disfruten. 


ლლლლ


CAPÍTULO 11.

"Dale un beso antes de dormir. Una excusa para vivir"



La mentira es mentira sin importar su tamaño. Harry cuando tenía cinco años le sacó un reloj de power ranger que Baltazar tenía en su cajita de 'tesoros'. Sus ojos verdes se abrieron a la par cuando su hermano le gritó las evidencias pero él, negaba, una y otra vez que no había sido.

A los ocho, le dijo a Efraín que el radio nuevo él no lo había descompuesto cuando la verdad era que sí, él vertió bebida sobre el enchufe y el mayor casi muere electrocutado. Pero, negó... lo negó hasta el final.

En la adolescencia mintió aún más den un montón de cosas y situaciones, pensó que estaba enfermo y no podía detener sus mentiras, finalmente se dio cuenta que todas las personas eran igual o peor que él, mentían una y otra vez. Incluso su intachable padre. Siempre honorable y recto, le decía a su esposa fiel y dedicada que el trabajo era tan agotador, que lamentaba llegar después de las once de la noche.

Ahora él sabía bien porqué llegaba tan tarde.

—Hola. —enunció, Briel acostada en la enorme cama. Una de las lámparas de velador estaba encendida. Un libro viejo y un vaso medio lleno de jugo le acompañaban.

Cuando la conoció le dijo que era la mujer más bella del mundo. Mintió también, porque a las dos semanas más tardes, estaba empotrando a otra tía en un lujoso motel de ambiente turco, de igual forma le dijo que era la mina más bella del mundo.

—Estaba un poco preocupada, Nona se fue hace un par de horas... quería quedarse más tiempo pero, le pedí que marchase. —Gabriell, le miraba taciturna mientras abría el otro lado de la cama para que su esposo se adentrara.

La engañó varias veces y ella lo supo descubrir, era una especie de persona que no tenía la capacidad de mantener un secreto porque todos le descubrían, pero preferían hacer el loco. No hay tal elefante aquí.

Pero, se casó cuando su padre le dijo que era tiempo de sentar cabeza, su madre le apoyó y pidió que el hecho se consumara. El recién saliendo de la universidad lo último que necesitaba era un compromiso de por medio, sin embargo, aceptó porque quería a Gabriell y estaba convencido de lo correcto.

Desde el momento en que dijo 'si' en el altar nunca más volvió a mentir. La mirada del Cristo sobre la cruz y la reflexión sobre toda su vida cayó sobre su mente. No quería mentir más, sería más honesto aunque eso dañara a los demás. Se casó con Briel y se marcharon de Londres, lejos de su familia, lejos de sentirse controlado.

Quiero. Quieres pero, no se debe «ls»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora