[Un monstruo con el cabello negro como la noche, ojos tan rojos como la sangre arruinará todo].
Era una leyenda que descendió de generación en generación en la familia real de Rowain, el Imperio Denhelder.
Algunos dijeron que esta leyenda era una profecía dejada por un famoso mago, otros dijeron que era una voluntad dejada por el Emperador quién quería reinar por más años.
De hecho, sea cual sea la fuente, no importó mucho.
La gente trataba esa leyenda como un cuento de ancianos.
El viejo cuento continúaba pasando de generación en generación, cada vez que alguien pregunta sobre una historia divertida, la leyenda siempre era contada sin fallar.
No tenía nada de especial.
Fue hasta que el crudo Muhi, la persona que fue vista por Rowain III, dirigió un barco tan grande como Namsan solo y entró en el Palacio Imperial.
El niño de Muhi tenía el pelo tan negro como la noche y ojos tan rojos como la sangre, como decía la leyenda.
Todos hablaban del niño.
[Tenemos que matarlo, rasgarle las extremidades, tallar su cuerpo y enterrarlo en pedazos].
Rowain III, que no pudo suprimir la opinión de los nobles, finalmente siguió con su juramento.
Tiró al bebé sin amamantarlo al río y lo dejó solo en una guarida llena de leones.
Pero el niño sorprendentemente no murió.
Incluso si una roca era amarrada a él, no se hundía en el agua, y los animales salvajes no lo comieron cuando fue arrojado al bosque con sangre animal por todas partes.
El niño maldito creció, sobrevivió y se convirtió en Raytan.
Era un nombre que significaba ser una persona maldita.
Todos los miembros de la realeza del Imperio Denhelder tenían ojos azules y cabello rubio.
Y entre los rubios en el palacio, la presencia de Raytan era como un objeto extraño.
Nadie lo aceptó.
Fue maltratado y acosado.
Raytan fue tratado como un extraño.
Un extraño que nunca encajaría en ningún lado.
Un monstruo horrendo.
Alguien incluso insistió:
"Algún día lo arruinará todo, como dice la leyenda".
La gente parecía creer que era una declaración bastante razonable.
Hablaron de ello cada vez que pudieron, y dijeron que tenían que sacarlo del castillo lo antes posible antes de que Raytan pudiera rebelarse.
Contrariamente a las preocupaciones de todos, Raytan no hizo nada.
Raytan creció y creció más de lo que la gente a su alrededor podía pensar.
En otras palabras, vivía como una rata muerta, como si nada hubiera pasado, como si estuviera muerto.
Por supuesto, fue intimidado por sus hermanastros, pero Raytan nunca se rebeló contra ellos.
Era una muñeca viviente y maldita.
Quien solo estaba en silencio, no importaba cómo le tratasen.
No importa lo que hiciera, no podía ser aceptado por nadie.
Eso era Raytan.
Pero cuando Raytan cumplió 23 años, todo había cambiado. Su madre biológica, Lise, fue asesinada.
Fue otra concubina, Yerena, la que mató a Lise.
De hecho, ella mató a muchas concubinas además de Lise.
Pero Yerena no debió haber matado a Lise. De ser así, Raytan tampoco habría causado un golpe de estado.
Podría haber estado tan callado como había estado viviendo.
Si otros lo despreciaban, él dejaría que lo despreciaran y si querían intimidarlo, podían hacerlo...
La moneda fue puesta boca abajo de inmediato, como decía la leyenda que había sido contada por generaciones.
El Palacio Imperial se convirtió en un infierno viviente durante la noche.
Raytan se volvió loco y mató a los sirvientes, concubinas, nobles y hermanastros que seguían fielmente a Yerena y al Emperador.
Sezh Rowain también fue una de esos hermanastros.
Para ser precisos, ella era la única hija de Yerena, la concubina quién mató a Lise.
"Huff, huff ...".
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